Las siembras tempranas de trigo muestran una mejor fenología

El inicio de la campaña triguera resultó clave para condicionar el derrotero final del cultivo. Ello se desgrana de las declaraciones de Oscar Ricci, acerca de la situación actual del cereal en Tucumán.

“Arrancamos la campaña de invierno con un perfil pobre. Los cultivos de invierno se hacen exclusivamente con lo que dejan las lluvias del verano -luego de la soja- y con la que puede caer en abril o en marzo. Nosotros íbamos a sembrar poco trigo, porque el perfil de humedad del suelo era escaso; luego llovió algo en marzo y en abril, y con eso nos largamos a la campaña firme de siembra, pero partiendo del concepto de que estábamos con perfil pobre”, contó Ricci.

El productor precisó que, en el caso del trigo, resulta muy importante dividir las fechas de siembra. “El trigo que se sembró entre fines de abril y el 10 de mayo está mejor. Y los garbanzos sembrados temprano muestran más estructura. Los tardíos, en general, están bastante más pobres”, contó.

Indicó que las primeras siembras, por lo habitual, se hacen con cultivares de ciclos largos, intermedio a largo o intermedio. “Esos están bien -bah, relativamente bien, porque bien no hay nada-. Los que se sembraron después del 15 de mayo aparecen más pobres, y en ellos se está notando más la falta de agua”, dijo.

La mejor fenología de las siembras tempranas contrasta con su situación en cuanto a las malezas. “Muchos trigos tempranos se sembraron inmediatamente después de cosechada la soja -es decir, sin barbecho previo-; a esos hubo que tratarlos luego con herbicidas, para controlar las malezas. En esa etapa se gastó, en lo que respecta a las primeras siembras. Las siembras tardías, por el contrario, tuvieron un buen barbecho; es cierto que se gastó menos, pero, en general, es un trigo más pobre”, señaló.

Ricci también contó cuál fue la situación sanitaria del trigo en la presente campaña. “En cuando a las plagas, en el arranque se vio el gusano cortador y Spodóptera. Eso afectó las primeras siembras, pero en términos generales no hubo mayores problemas. Luego enganchamos con los pulgones -de cuello, de hoja bandera y de espiga-, aunque también se dio una presión baja, y más hacia el sur-. En el norte se vio algo de arañuela. Pero, en general, se hizo poco gasto químico para esas plagas”, consideró.

En cuanto a las enfermedades, contó que se trató de un año con un poco de mancha amarilla temprana. “Y hasta no se ha visto roya del tallo o de la hoja”, añadió.

Aunque Ricci precisó que no contaba con datos oficiales, dijo que le parecía que este ciclo se había dado una siembre dentro de todo importante. “Al menos por donde ando. Si bien originariamente había poca intención de siembra, debido a los pobres perfiles de humedad, los precios siguen siendo atractivos”, explicó.