Regudero reconoció que asesinó a la enfermera Mansilla

Mediante un juicio abreviado, la Justicia penó al acusado con 23 años de prisión por el crimen y por un robo que había cometido meses antes.

LA ESCENA. El crimen ocurrió frente a por lo menos tres testigos en la esquina de avenida Siria y Paraguay, cuando la víctima esperaba el colectivo.  LA ESCENA. El crimen ocurrió frente a por lo menos tres testigos en la esquina de avenida Siria y Paraguay, cuando la víctima esperaba el colectivo. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

“Utilizando un cuchillo, le generó dos heridas en el tórax a la víctima. Una perforó el corazón y la otra el pulmón y el diafragma. Todo esto con la intención de arrebatarle su bolso”, describió la auxiliar fiscal Luz Becerra, de la Unidad de Investigaciones de Homicidios II, durante el juicio abreviado en el cual se condenó a 23 años de prisión a Walter Mauricio “Chino” Regudero (26 años) por el crimen de la enfermera Luisa Susana Mansilla (60 años). El homicidio en ocasión de robo ocurrió el 8 de febrero, pero además a Regudero se lo condenó también por una tentativa de robo registrada en octubre de 2020.

“Señor Regudero, ¿usted se reconoce culpable de esos hechos?”, preguntó la jueza Juana Juárez durante la audiencia virtual de ayer. El acusado asintió con la cabeza porque su usuario estaba silenciado, situación que generó demoras en el proceso porque el nuevo sistema -según explicó la magistrada- exige que el reconocimiento de la culpa sea oral. Tras unos minutos, el personal policial a cargo de la custodia del detenido le activó el audio y “Chino” pudo responder la pregunta: “sí, reconozco que soy el autor”.

Los hechos

El 8 de Febrero Mansilla, quien se había jubilado meses atrás de un centro médico de diálisis, salió de casa a las 6 para hacer un trámite del Subsidio de Salud. La mujer se detuvo en la parada de colectivos de avenida Siria y Paraguay y a los pocos minutos fue atacada por Regudero, frente a por lo menos tres testigos que pasaban por esa zona. “Chino” sacó un cuchillo y comenzó a forcejear con Mansilla por su cartera. “Un taxista describió al acusado en cuanto a su fisonomía y vestimenta y detalló que el agresor le tiraba puntadas a la mujer para cortarle la correa del bolso. ‘Me bajé del auto y empecé a perseguirlo junto a otro señor. El ladrón huía con la cartera y la señora cayó al piso’, señaló el testigo Daniel Romano, que finalmente logró recuperar el bolso y devolvérselo a Mansilla”, reconstruyó la auxiliar Becerra en su alegato.

La Policía fue informada del hecho y un efectivo que estaba cerca de esa esquina llegó a los pocos minutos y comenzó a realizar los primeros auxilios a la mujer. Mansilla murió desangrada antes de que la ambulancia del servicio de emergencias 107 llegara para auxiliarla. Roberto Gallo fue otro testigo que también intentó -sin éxito- auxiliar a la enfermera herida.

Los testigos, según expuso el Ministerio Público, fueron coincidentes en sus declaraciones sobre los hechos y sobre la descripción del acusado. Hubo vecinos que además aportaron datos sobre quién era la persona descrita por los testigos y que había quedado registrada por las cámaras de seguridad de los comercios cercanos. Finalmente, y para despejar cualquier duda, en las inmediaciones de Siria y Paraguay se encontró el arma homicida, la cual tenía muestras de ADN de Mansilla y de Regudero (en el mango).

“Chino” había recuperado la libertad dos meses antes del crimen mediante una probation. El 29 de octubre a las 22.10 entró a robar en la casa de Lucio Alberto Veliz y de Lucio Alberto Veliz (hijo), en Venezuela 3300. El más joven veía un partido de Atlético cuando escuchó ruidos en el patio. Al acercarse, encontró a Regudero escondido bajo una mesa y vio que se había apoderado de su celular. Veliz peleó con el ladrón y lo redujo con la ayuda de algunos vecinos. La Policía lo detuvo pero recuperó su libertad al poco tiempo ofreciendo una reparación que no cumplió, y por lo cual eso se sumó a su condena, ayer.

Veliz hijo desistió de presenciar la sentencia. En una entrevista del 10 de febrero con nuestro diario, la víctima del robo contó que sus vecinos lo salvaron del agresor y dio un posible indicio sobre su ausencia de ayer: “la Policía llegó a la media hora y se llevó detenido al ladrón. A las 18 horas del día siguiente lo largaron, después de una audiencia, porque el juez entendía que no hacía falta que quede detenido. Insólito; por eso no creo en la Justicia ya”.

El acuerdo

El fiscal de Homicidios, Carlos Sale, solicitó la pena de 23 años de prisión que habían acordado con el hijo de la víctima, Juan Ignacio López Mansilla, con su abogado Álvaro Zelarayán y con los defensores oficiales Julio Plaza y Luciana Barnes. El abogado de la querella aprovechó para solicitar que los acusados, para estas instancias, se presenten a declarar y escuchar sentencia en Tribunales con el fin de evitar demoras técnicas como las que generó el audio cada vez que hacía falta que Regudero reconociera algo de lo que se le acusaba.

La jueza Juárez dio lugar al acuerdo y por último elogió el caudal probatorio que se presentó y la celeridad del proceso. “Destaco la compleja investigación que desarrolló el ministerio Público Fiscal y también la colaboración de la defensa y de la querella para poder arribar a un acuerdo rápido, a pesar de que se trataba de un grave hecho”, concluyó.

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