Las preocupaciones de los empresarios y la necesidad de tener un plan económico

Las preocupaciones de los empresarios y la necesidad de tener un plan económico

Vaivenes de las finanzas públicas en un año electoral.

Merval Bolsa de Comercio de Buenos Aires Merval Bolsa de Comercio de Buenos Aires ARCHIVO

No hace mucho tiempo, el ex ministro de Economía de la gestión presidencial de Eduardo Duhalde, Jorge Remes Lenicov, había elaborado un documento en el que planteada las "Bases para la recuperación del crecimiento con equidad distributiva" frente al desencuentro entre la política y la economía. Además de constituirse en un diagnóstico integral acerca de la salud socioeconómica y política del país, aquel escrito, de marzo pasado, expresaba una idea que comienza a tomar más cuerpo en el mundo empresarial: el reclamo de un plan económico, con acuerdos intersectoriales, que sean superadores y que puedan romper la eterna grieta que posterga las soluciones a los grandes problemas argentinos. Remes Lenicov sigue hablando en zoom y en algunos encuentros acotados con los principales referentes del sector privado y, como ayer, señala el rumbo a seguir. "La mayor responsabilidad de los destinos del país está en manos de los dirigentes políticos. Son quienes acceden al poder del Estado o quienes se postulan para obtenerlo. Ellos definen lo que se puede y no se puede hacer; establecen los límites, las posibilidades y los tiempos. Cuando se les reclama que para sortear el estancamiento económico y la decadencia social, se deben hacer cambios que obligan a procesos que pueden ser desagradables, suelen sostener que políticamente no es posible hacerlos", expresa en aquella proclama de hace cuatro meses. "Por eso es imprescindible tomar conciencia de la profundidad de los problemas y de la necesidad de alcanzar a algún tipo de acuerdo, tal como fuera señalado antes. La tarea por encarar es compleja, difícil y conflictiva, pero necesaria para salir del estancamiento. Lo peor que nos puede ocurrir es continuar con esta actitud conservadora, por más que discursivamente se la disfrace de progresista o liberal. Si se sigue haciendo lo mismo en un mundo que avanza y cambia aceleradamente, nos seguiremos hundiendo en la decadencia. Habrá que afrontar costos, pero éstos serán considerablemente menores al costo de no hacer nada. De cómo asumamos el desafío dependerá el futuro de la Argentina. No se puede hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes", agrega Remes Lenicov.

El tiempo electoral ha disparado el gasto público y, según el economista Carlos Melconian, el Gobierno nacional necesita "licuarlo" con una elevada inflación frente a una "montaña de deuda en pesos". Claro está que esto trae severas consecuencias. "A este Gobierno, si le parás la tasa de inflación, lo ponés en un problema, porque se meten en un lío fiscal y de deuda pública. Es muy difícil salir de esa trampa", indicó el ex presidente del Banco Nación. Y acotó: "si se le va la inflación, el Gobierno está sonado: no baja el gasto y tiene más agujero fiscal". A su criterio, "era más difícil saber cuánto iba a ser de verdad la inflación este año, que si el 29% que marca el Presupuesto se iba a cumplir o no. Ni el ministro de Economía creía eso". Según Melconian, la inflación "en este modelo, juega las veces de ángel y demonio: es un demonio que lima sueldos, jubilaciones y desestabiliza el nivel de actividad. Entonces tenemos un problema con 50% anual de inflación".  Según el experto, a las distorsiones de precios "el tiempo las presiona hasta que se arreglan, subiendo las que están por debajo de 50%". Además, dijo que el Gobierno "ha decidido, como único instrumento anti inflacionario, devaluar al 1% por mes y como la inflación es de 3% por mes, le come 2% mensual a la cotización oficial".

El aumento del gasto público forma parte del cóctel de problemas económicos que los empresarios consideran que atenta contra el rumbo del país. Al tope de las preocupaciones se encuentran la inflación, la falta de un plan económico, la incertidumbre (política, sanitaria y económica), la volatilidad del dólar y, por sobre todo, la presión tributaria, de acuerdo con la última Encuesta de Ejecutivos presentada este jueves por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Eduardo D’Alessio, de D’Alessio Irol, la consultora que tradicionalmente realiza la encuesta, y el economista Santiago Bulat, destacaron que las elecciones legislativas de noviembre tendrán “mucha influencia” en la opinión de los 250 ejecutivos que participaron del sondeo. “Cuatro de cada 10 vieron una evolución positiva de las ventas, que parecen a ver llegado a su piso” y si bien “el saldo neto del empleo privado continúa siendo negativo”, lo es “en menor medida”.

Entre las novedades aportadas por la última encuesta de IDEA se destaca que para los ejecutivos “el teletrabajo vino para quedarse” aun luego de superada la pandemia, al punto que el 91% de las empresas cree que desarrollará alguna modalidad en ese sentido. Asimismo, el 80% de las compañías manifestó que está implementado alguna política de diversidad con sus empleados (el 76% en cuestiones de género y el 41% en discapacidad, entre las principales opciones).  Se puntualizó también la importancia de “una nueva cultura de vinculación laboral, complementaria al teletrabajo” para atender las situaciones de estrés en el personal. En ese aspecto, se puso de relieve que para el 75% de los consultados se percibió situaciones de estrés entre sus trabajadores, principalmente vinculadas a la pandemia, a los inconvenientes paras equilibrar conflictos laborales y familiares y a la incertidumbre general por el futuro. Según IDEA, se agudizan los factores fiscales y de legislación laboral como barreras para el aumento del nivel de empleo. En este aspecto, el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Héctor Viñuales, señala a LA GACETA.COM que en esta parte del país, en particular, se requieren de acciones directas para la promoción de empleos "con la adecuación de regímenes laborales y jurídicos que tiendan a la contratación de más personal". Recordó que en el NOA, por caso, el 45% de los asalariados no están registrados por sus empleadores. "Nadie quiere sostener este esquema; por lo tanto, el clamor general es a cambiar la legislación laboral que implique un aumento de la ocupación con bajos costos laborales, sin tocar los derechos adquiridos".

Al observar la composición de la economía, Viñuales sostiene que no es un dato alentador que, cada año, haya un mayor porcentaje de participación del Estado en el Producto Bruto Geográfico (PBG). "Creo que ese Estado debería tener menor injerencia y recrear las condiciones para que el mercado privado pueda expendirse, con el fin de que ese proceso no signifique mayor gasto público y, por ende, más impuestos", subraya.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios