
CUIDADOS. El frío puede ser un factor que cause problemas en la piel.

QUERATOSIS PILARIS: es una afección que genera pequeñas protuberancias color piel bastante ásperas al tacto, por lo que también se la conoce como piel de gallina o lija. Este sarpullido suele ser asintomático y aparece en las mejillas, muslos y los brazos. En invierno su incidencia es mayor debido a que nuestra piel suele resecarse más. La queratosis pilaris es una condición genética y no tiene cura, pero su estado general mejora al usar cremas con urea o ácido láctico.
DERMATITIS DE PAÑAL: alude al enrojecimiento de la piel en el área del pañal y se nota por la presencia de descamación y manchas. Entre sus causas figuran la irritación química al entrar en contacto con la orina o materia fecal, la fricción que produce arrancar a gatear/caminar y el uso de talco y toallitas higiénicas perfumadas o con alcohol. “Al salir de casa, muchas madres limitan los cambios de pañal para evitar desabrigar a sus bebés. Sin embargo, esto perpetúa la irritación. La oclusión del pañal genera un clima húmedo y de escasa ventilación, el cual favorece las infecciones por hongos o bacterias. Lo mejor es permitir que la colita de nuestros niños se ventile libremente y utilizar jabones neutros u óleos”, comenta la dermatóloga infantil Isabel Corbalán Huerto. Para mermar el dolor (en pacientes leves) se sugieren las pomadas con óxido de zinc.
SABAÑONES: representan la inflamación de los vasos sanguíneos de la piel como resultado de estar expuestos a temperaturas muy bajas o al viento helado para luego pasar a lugares cálidos. Ese cambio abrupto de temperatura lleva a que notemos comezón, ampollas y parches rojos o violáceos en las manos o pies de los niños. Típicos de la temporada invernal, los sabañones desaparecen tras unas semanas y para prevenirlos lo mejor es usar guantes y medias abrigadas, cambiarlas al notar que están mojadas y calentarnos gradualmente el cuerpo al volver del exterior (sin frotar la piel).
ERITEMA AB IGNE: es una erupción cutánea caracterizada por manchas rosadas u oscuras en forma de red o retícula. Aparece por la exposición prolongada a una fuente de calor artificial moderado (estufa, calefactor, mantas eléctricas, almohadillas, etcétera) o el uso de computadoras muy cerca del cuerpo. También conocida como el síndrome de la piel tostada, esta patología es asintomática y solo a veces se siente un leve ardor. En la mayoría de los casos, la hiperpigmentación tarda en desaparecer varios meses o años.
LIMPIEZA FACIAL: los pequeños requieren de limpiadores suaves que se ajusten al microbioma cutáneo. Las mejores opciones son los jabones con pH levemente ácido o neutro y los syndet: limpiadores sintéticos que, a diferencia de los clásicos de tocador, no fueron fabricados con grasas ni aceites. Además, estos se sugieren para los recién nacidos y pacientes con dermatitis atópica. Por otro lado, hay que omitir los jabones en pan, con glicerina y antibacteriales.
MAQUILLAJE: no es apto en menores de tres años (ni siquiera en su formato de “pintacaras”). A partir de esa edad, el consejo es que se diviertan solo con labiales y sombras ideadas para ellos. El maquillaje para adultos no está avalad para la piel de los chicos y sus ingredientes (con fuertes pigmentos y minerales pesados) son capaces de producir dermatitis de contacto y agravar antecedentes de alergias. Para evitar irritaciones es fundamental ver que cuenten con la autorización de la Anmat (hay marcas temáticas que contienen pegamentos o témperas) y, antes de colocarles el maquillaje, realizar un testeo rápido en el antebrazo. Además, se aconseja evitar los productos con fragancia o aquellos vencidos porque aumentan las chances de efectos adversos y optar por aquellos de base acuosa. El make up debe retirarse siempre al finalizar los juegos con jabón o loción hipoalergénica.
ESMALTES DE UÑAS: tampoco son válidos en menores de tres años. A partir de los cuatro, las pinturas para uñas ideales son las que carezcan de ftalatos, tolueno y formaldehído porque son elementos tóxicos para los niños. En el mercado, se identifican con etiquetas que dicen “3 - free”.
LABIOS AGRIETADOS: las grietas y escamas en los labios son casi tradicionales en julio. Para tratar la zona afectada podemos colocar en ellas manteca de cacao o vaselina cada tres horas. Los nunca abarcan: sacar las cascaritas con los dedos o dientes (esto es un llamado a las infecciones), tironear los restos de piel y humedecer los labios con saliva. Nuestra saliva tiene enzimas digestivas que irritan el doble.
INDUMENTARIA: al prepararnos para salir de casa, la primera capa de ropa que coloquemos sobre la piel debe ser de algodón o contener la menor cantidad de tejidos sintéticos y lana posible. De estar el día demasiado fresco, al volver podemos optar por aplicar en la cara de los niños geles descongestivos y nutritivos para contrarrestar la irritación o xerosis (piel seca).







