La riqueza que habita debajo de los suelos

La riqueza que habita debajo de los suelos

Según el presidente de Aapresid, Carlos Belloso, “muchas veces no hay una plena conciencia de la diversidad que tenemos allí”.

AMBIENTE DEL SUELO. El productor agropecuario trabaja en la sustentabilidad del sistema productivo buscando la manera que proteger los microorganismos del suelo que ayudan a su fertilidad.  AMBIENTE DEL SUELO. El productor agropecuario trabaja en la sustentabilidad del sistema productivo buscando la manera que proteger los microorganismos del suelo que ayudan a su fertilidad.
17 Julio 2021

Cada 7 de julio se celebra el Día Internacional de la Conservación de los Suelos, en honor a Hugh Hammond Bennett, investigador estadounidense que trabajó en busca de la preservación de este recurso tan importante para la humanidad.

Pero si ya es poca la conciencia que la mayoría de nosotros tiene sobre su rol en nuestra subsistencia, es aún menor aquella que existe sobre la vida que estos albergan: un universo de organismos que son clave para mantener la fertilidad y la salud de los suelos, su capacidad de producir alimentos en cantidad y calidad suficientes, así como de secuestrar carbono y contribuir a la mitigación del cambio climático.

“Lo que no se registra no se puede mejorar, y lo que ocurre con la actividad biológica del suelo es que muchas veces no hay una conciencia plena de esa diversidad que tenemos bajo el suelo: 4.5 tn/ha si sumamos toda la actividad microbiológica, desde las lombrices hasta los microorganismos de menor tamaño”, afirmó César Belloso, presidente honorario de Aapresid y miembro de la Chacra Pergamino, en una entrevista sobre el tema en la Agenda Aapresid del 7 de julio y publicada en el sitio de la institución.

Allí planteó que la agricultura es uno de los pocos rubros que puede contribuir a mitigar el cambio climático a través del secuestro de C en los suelos. Según Belloso, “hay 1000 Gigatones de CO2 en la atmósfera producto de la actividad industrial; el suelo tendría la capacidad de capturar hasta 4000 Gigatones”.

Y sostuvo que para esto las raíces son fundamentales: el 40% de la actividad agrícola está representada en la biomasa de las raíces que, sirviendo de alimento y hábitat para la meso y micro fauna del suelo, generan junto a ella esa sinergia necesaria para ese secuestro.

Resulta entonces elemental alimentar esa vida aportando raíces a lo largo de todo el año. “Esto requiere prácticas de manejo: diversidad e intensidad de cultivos que den sustento a esa actividad biológica que además es, en última instancia, la que genera mejoras en la fertilidad química y física de los suelos”, explicó Belloso.

A lo largo de nueve años, el proyecto Aapresid “Chacra Pergamino” se dedicó a estudiar y medir estos efectos en esquemas agrícolas bajo siembra directa, encontrando máximo rendimiento y captura en aquellas rotaciones más diversas e intensas.

“Eliminar la labranza es el primer paso en la recuperación de la vida del suelo, al igual que ajustar la diversidad e intensidad de cada esquema de cultivos al ambiente que se está manejando”, destacó Belloso. Pero cabe mencionar que hoy el 90% del mundo tiene algún tipo de labranza.

El lema del próximo Congreso Aapresid “Siempre vivo, siempre diverso”, apunta justamente a poner en valor la biodiversidad tanto por encima como por debajo del suelo y su rol para hacer frente a los desafíos de desarrollo sustentable.

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