La importancia de las lluvias y de un suelo que retenga el agua

La importancia de las lluvias y de un suelo que retenga el agua

El suelo cumple un rol clave en el almacenaje y el suministro de agua al cultivo.

LLUVIAS. La productividad depende de la cantidad, intensidad y distribución.  LLUVIAS. La productividad depende de la cantidad, intensidad y distribución.
17 Julio 2021

“En el área cañera de Tucumán la caña de azúcar se cultiva mayoritariamente en condiciones de secano, el cultivo presenta una elevada demanda hídrica para lograr buenos rendimientos, del orden de los 750-1300 mm. Por lo tanto, la productividad de los lotes depende en gran parte de la cantidad, frecuencia, intensidad y distribución de las precipitaciones en la campaña”, afirmó el técnico Francisco Sosa al referirse al balance hídrico de los suelos y su relación con la producción de caña de azúcar.

En ese sentido, sostuvo que “el suelo cumple un rol fundamental en el almacenaje y el suministro de agua al cultivo por lo que el conocimiento de su contenido y sus variaciones en el tiempo resultan una herramienta de interés al momento de interpretar los rendimientos”.

“Una vasta superficie del área cañera tucumana se encuentra en suelos cuya génesis tiene influencia de cursos de agua por lo que presentan elevada variabilidad espacial en sus propiedades; además presentan variaciones en el micro-relieve que determinan distintas relaciones hídricas con el cultivo, generando condiciones tan diversas que en cortas distancias la caña puede estar sujeta a estrés por falta o exceso hídrico”, apuntó Sosa.

“En la sección Suelos y Nutrición Vegetal de la Eeaoc se vienen realizando estudios tendientes a relacionar la variabilidad de la producción intralote con propiedades del suelo. Los resultados sugieren una estrecha relación entre productividad y propiedades del suelo asociadas a su capacidad de retener agua (textura, profundidad, estructura); por otro lado, la presencia de texturas finas en el perfil y una posición baja en el microrelieve tienden a generar condiciones de excesos hídricos prolongados que limitan severamente el crecimiento del cultivo. La presencia de una napa freática cercana a la superficie en condiciones de suelos de textura fina puede dar lugar a un ambiente con pH elevado y alto porcentaje de sodio intercambiable donde la cepa se pierde con rapidez. En cualquier caso, el seguimiento del estado hídrico del suelo en la campaña permitió explicar en un alto porcentaje el comportamiento y la producción del cañaveral”, expuso.

“Las ambientaciones de lotes deberían tener en cuenta propiedades físicas, químicas y biológicas de suelo tanto en superficie como en profundidad, modelos de elevación digital y mapas de rendimiento o índices de productividad que permitan detectar las principales limitaciones y/o potencialidades de cada ambiente. En este esquema, el conocimiento del estado hídrico del suelo a lo largo del ciclo de cultivo constituye otra herramienta que contribuirá a optimizar la ambientación”, explicó el especialista.

Se recuerda que estas y todas las capacitaciones se encuentran disponibles en el canal de Youtube, Eeaoc oficial.

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