¿Quiénes son los hermanos Caro y por qué se los acusa del “escruche” a la galería?

Con dos detenciones, avanzó la investigación del millonario robo que sufrieron varios comerciantes de la galería Mendoza. Se trata de un hecho que fue reconocido por la querella como un gran golpe, debido al daño que causó a los damnificados. La Policía y la Justicia siguen tras los pasos de al menos cuatro personas más, pero ya consiguieron poner tras las rejas a quienes consideraban líderes de la banda: Walter Alexander “Kuki” Caro, de 31 años, y a su hermano Cristian Nicolás “Bichi” Caro.

1- ¿Cómo ocurrió el hecho?

- En la madrugada del 15 de junio, al menos seis hombres ingresaron a un edificio de Junín al 100 y, desde la terraza, pasaron a los techos del paseo de compras que conecta a tres galerías en esa manzana. La banda, que cargaba toda clase de herramientas, rompió una ventana con una barreta e ingresó a un local de la planta alta. Al salir de ese comercio pintaron con aerosol las cámaras de seguridad cercanas y luego irrumpieron en la administración de la galería, donde encontraron la llave de una caja fuerte y la vaciaron. Los delincuentes siguieron su recorrido hacia una financiera, donde arrancaron de la pared una caja fuerte y la forzaron.

Luego robaron en otras dos joyerías, pero en uno de esos hurtos actuaron descaradamente: reventaron una puerta de vidrio y luego violentaron una caja fuerte de 1.80 centímetros de alto utilizando una amoladora industrial. La guardia que cuidaba la galería señaló que no escuchó ruidos y que cuando salió de su cabina vio a dos siluetas encapuchadas que huyeron al verla. Fue entonces cuando llamó a la Policía, cerca de las 3.

2- ¿Por qué sospecharon de los acusados?

- El fiscal de Robos y Hurtos II, Pedro León Gallo, detalló que hubo testigos ocasionales que brindaron descripciones coincidentes con la fisonomía de los hermanos Caro y que además las cámaras de algunos comercios de Junín al 100 mostraron que los delincuentes salieron con el botín y subieron a bordo de un Ford Focus y de un Voks Wagen Fox, ambos polarizados. Un auto escapó por la misma calle y el otro dobló en la esquina de Mendoza hacia el oeste. Un policía que notó una actividad sospechosa, se acercó al lugar y se topó con un hombre “que estaba sucio, mal vestido y que tenía un celular de vieja época (pantalla analógica)”, esa persona, que el fiscal cree que se trataría de “Bichi” Caro, le manifestó al efectivo que las personas del auto le habían robado; acto seguido el uniformado salió en persecución de uno de los vehículos y el misterioso hombre se subió a un taxi y desapareció del lugar.

Gallo también destacó que una cámara de la galería muestra a un hombre gordo que rengueaba, y que sumado a otras descripciones, sospecha que se trataría de “Kuki” Caro. Además mencionó que el taxista declaró que dejó al “hombre sucio” en Fortunata García y Alem, cerca del barrio Victoria, donde viven los Caro, y que el portero del edificio había indicado que la semana anterior al robo se habían realizado trabajos de reparación en la terraza. Así, algún cómplice podría haber estudiado los movimientos del lugar.

3- ¿Siempre sospecharon de los acusados?

- Sí. El 15 de junio a la madrugada, en Simoca, personal de la Digedrop, en un control rutinario, demoró a dos de los hermanos Caro y a otras dos personas que viajaban con ellos rumbo a Buenos Aires. Lo único que se les encontró fueron cuatro gramos de marihuana. Los sospechosos no continuaron con el viaje, sino que regresaron a sus casas. Los pesquisas pensaron que intentaban escapar y a partir de ahí comenzaron a seguirles los pasos.

4- ¿Por qué se habla del robo de la década?

- Porque la suma de todo lo robado oscilaría en unos $50 millones. Los delincuentes no sólo hurtaron dinero en peso y en dólar, sino también una gran cantidad de alhajas de oro que los clientes de las joyerías habían dejado para arreglo o a modo de empeño. “El daño y el perjuicio es de gran magnitud para varios comerciantes que por años trabajaron en esa galería. No dañaron a una multinacional, sino a muchos simples comerciantes”, subrayó el fiscal cuando pedía la detención de los hermanos.

“Este daño fue muy perjudicial no sólo para la joyería Rodríguez (la más afectada), sino también para sus clientes y para la imagen de la galería”, indicó el encargado del paseo, Aníbal Auad. El querellante José Luis Robles, quien representó a varios de los damnificados, señaló: “esto fue un gran golpe cometido a nuestra sociedad porque nos mostró lo vulnerables que estamos en materia de seguridad. Para esta gente el ataque de esta banda organizada significó perder años de trabajo, que no sé si podrán recuperar”. “Además de los años de trabajo junto a mi padre, yo perdí mi tranquilidad”, sintetizó con voz temblorosa la joyera Patricia Rodríguez, en la audiencia.

4- ¿Qué se sabe de los integrantes del clan Caro?

- Fuentes policiales explicaron que los dos detenidos se criaron en el barrio Victoria, al sur de la capital. Ambos son hijos de Francisco “Macho Blanco” Caro, un hombre con numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad y que además fue puntero político en sus años mozos. Desde chicos, “Kuki”, “Bichi” y otros de sus hermanos se inclinaron por la venta callejera, actividad que habrían utilizado como pantalla para desarrollar una actividad ilícita: escruches, según las acusaciones.

5- ¿Por qué los Caro son cuestionados en el mundo hampa?

- Cuando el clan comenzó a ser investigado, los pesquisas empezaron a recolectar las imágenes de sus redes sociales. En una de hace 10 años, se ve a “Kuki” vendiendo frutillas; en otra más reciente se lo puede ver usando una cadena de 800 gramos de oro (según la aproximación de un joyero consultado por nuestro diario). “Es increíble que con la estructura que tiene el ECIF para conseguir pruebas, nos ofrezcan como evidencia capturas de pantalla de una red social que nada prueban”, protestó el abogado Manuel Pedernera, quien junto a su colega Lucas Ramón defienden a los hermanos Caro.

Pero esa exposición, según los investigadores, les generó problemas a Walter y a Cristian Caro con los delincuentes de su barrio, dado que se considera que esos posteos atraían las miradas de los policías hacia barrio Victoria. Los policías están atentos de lo que ocurra en el calabozo donde están alojados, ya que tendrían numerosos enemigos entre sus compañeros de encierro.

6- ¿La exposición en las redes sociales les jugó en contra?

- Sí. En los últimos tiempos publicaron imágenes donde mostraban autos de alta gama y sus cuellos, dedos y muñecas cargados de joyas de oro. El fiscal Diego López Ávila está intentando probar que existió enriquecimiento ilícito y, a su vez, las fuerzas federales apuntaron sus radares hacia ese clan por la cantidad de bienes que se les atribuye. “Se ordenaron 19 allanamientos y 13 de esos domicilios están directamente vinculados con esa familia”, sostuvo Gallo.

7- ¿Y qué dijeron al respecto los acusados?

- Que son inocentes de este hecho. Reconocieron tener causas pendientes con la Justicia y aseguraron que cambiaron su modo de vida. En ese sentido, denunciaron ser víctimas de una constante persecución policial. “A nosotros y a nuestra familia nos persiguen por nuestro apellido y por nuestros antecedentes. La Policía no puede acusarnos de todos los delitos que ocurren en la provincia. Nos viven allanando a todos”, sintetizó Walter ante el juez Dante Ibáñez. “Quiero que la Brigada investigue y deje de buscar perejiles”, añadió.

Pedernera respaldó con duras palabras la versión de sus defendidos: “hay policías que no trabajan con rectitud y que no colaboran con la Justicia. A un mes de un hecho gravísimo y mediático, buscan a los Caro para justificar su inacción para dar con los responsables. A Walter Caro la salud no le da para andar subiendo a techos”. El defensor además hizo hincapié en que en el procedimiento, antes de que llegara un jefe policial a poner orden, se golpeó a mujeres y a niños. Además dijo que a él le entregaron una notificación adulterada en la cual no se mencionaba un pedido de detención a los Caro. “Esto es un delito grave y vamos a averiguar quiénes son los funcionarios que falsearon la documentación”, añadió.

8- ¿Por qué se dice que en el allanamiento hubo incidentes?

- Según informó la Policía, el lunes a la siesta “Kuki” y “Bichi” fueron sorprendidos en las inmediaciones de Montevideo y O’Higgins a bordo de un Ford Fiesta. A pocas cuadras del lugar, se estaba allanando la casa de la madre de ambos, en Fortunata García al 1.500. Los uniformados informaron sobre una persecución en la que atropellaron a dos efectivos de la Motorizada, en la que otro efectivo terminó con un hematoma en el ojo y otro herido con un arma blanca en su brazo. Los uniformados no sólo tuvieron que enfrentarse a los familiares, sino también a los vecinos del barrio. Ese apoyo tiene un origen.

Un informe publicado por LA GACETA hace unos meses consigna que los miembros de este clan habrían obtenido la adhesión de mucha gente del barrio Victoria gracias a las actividades sociales que realizaban. Por ejemplo, para el Día del Niño, recorrieron las calles en camionetas 4x4 regalando juguetes. También consta en esa investigación que para las fiestas de fin de año montaban tablones donde repartían comida, bebida y juguetes. “Con esa supuesta beneficencia se ganaron la complicidad del barrio. Algunos vecinos les permiten que guarden sus vehículos en sus casas y otros les avisan cuando la Policía ronda por esas calles”, sostuvo una fuente policial.

9- ¿Hay otros sospechosos mencionados?

- Sí. La guardia de seguridad de la galería, Francisca Griselda Díaz, quien también vive en barrio Victoria y quien quedó bajo el ojo de la investigación. Aunque por ahora no se ordenó su detención, seguirá ligada al proceso.

El fiscal Gallo también mencionó que allanaron la casa de “Macho Blanco” Caro y de otro de sus hijos: Francisco “Vikunga” Caro, quien también aparece mencionado en la mega pesquisa que realizan en conjunto las dos fiscalías de Robos y Hurtos y que se conoce como “La industria del escruche”. Otro sospechoso que fue allanado en su domicilio es Zenón Leguizamón, padre de uno de los acusados del crimen de la empresaria Ana Dominé.

Y otro señalado, (aunque aún no fue nombrado bajo ese apodo en audiencia) sería “Siete Estrellas”, un hombre que conocería del manejo de herramientas y de cómo vulnerar una caja fuerte, según las acusaciones que recibió por delitos similares en la década del 90.

10- ¿Qué pericias faltan hacer y por qué hay una que reviste mucha importancia?

- Algunas de las pericias que faltan realizarse y que Gallo nombró para pedir el plazo de seis meses de prisión preventiva son: comparación de huellas dactilares, pruebas de ADN, una prueba de sonido (se hizo el jueves 8) para determinar si realmente la guardia podría no haber escuchado el estruendo de una amoladora cortando una caja de acero; y finalmente el análisis de los celulares secuestrados en casa de los Caro (en las 19 medidas se incautaron también joyas de oro).

“Que revisen lo que quieran. Mis defendidos no utilizan celular”, mencionó Pedernera cuando cuestionó la seriedad de la investigación. Sin embargo, el fiscal está muy interesado en conocer qué ocultan esos celulares secuestrados. Allí podría encontrarse evidencia sobre cómo, cuándo y con quiénes se planeó el hecho, también sobre qué hicieron después los acusados.

Pero además, con los móviles se podrá determinar si es que los acusados recibían información de policías o de empleados judiciales para que burlaran los allanamientos. Se cree que esa podría ser la razón por la que varias inspecciones en los domicilios dieron resultado negativo. LA GACETA además publicó hace unos meses dos audios telefónicos que probarían la complicidad que existía entre algunos integrantes de este clan con algunos uniformados.