En el hospital de animales les salvan la vida a caballos con cáncer

En el hospital de animales les salvan la vida a caballos con cáncer

El centro de atención que tiene la carrera de Veterinaria de la UNT en El Manantial hace quimioterapia y cirugías para los equinos.

UNA CIRUGÍA MUY COMPLEJA. Los profesionales operaron a un equino enfermo con una novedosa técnica.  UNA CIRUGÍA MUY COMPLEJA. Los profesionales operaron a un equino enfermo con una novedosa técnica.

Hasta no hace mucho el cáncer en los caballos era la puerta de entrada para una eutanasia. No había más remedio que evitara el sufrimiento del animal. Sin embargo, en la actualidad, el hospital escuela que tiene la carrera de Medicina Veterinaria de la UNT se ha convertido en la esperanza para muchos equinos. Allí, los profesionales y estudiantes intervienen en cada caso con novedosas técnicas de criocirugías y quimioterapias que logran salvarle la vida a los equinos.

En el hospital, que depende de la Facultad de Agronomía y Zootecnia, hay una enorme sala de cirugía con largas cadenas que cuelgan desde el techo. Gracias a ellas y a una polea es posible preparar a los caballos que requieren ser intervenidos por los profesionales.

“Generalmente, cuando un caballo tiene un tumor es difícil llegar a un diagnóstico. El servicio de oncología de equinos es reciente y pionero en la región. Ya hemos realizado varias intervenciones en el hospital, lo que ha sido una oportunidad de vida para estos animales”, comenta la doctora María Celeste Ratto, especialista en oncología veterinaria.

De todos los tipos de cáncer, el de piel suele ser el más común en los caballos, detalla la profesional. Esto está determinado en la mayoría de los casos por la exposición al sol y son los equinos de color blanco los que tienen mayor predisposición a desarrollar esta patología.

“Un caballo vive en promedio 25 años. Lo ideal sería que no estén tan expuestos al sol y que ante la primera señal, una verruga o un bulto, busquen ayuda”, apunta Ratto, quien trabaja junto a los veterinario Pablo Stagnetto, a cargo del área de cirugía de grandes animales, y Soledad Melhen y Antonio Ibarreche.

Casi todos los días estos profesionales realizan cirugías. Las más comunes son las traumatológicas.

Hasta hace unos años un animal de gran porte que se quebraba no tenía muchas chances de sobrevivir y hoy se recuperan bien.

En general, a quienes asisten al hospital escuela se les cobra lo mínimo indispensable, para hacer frente sobre todo a los gastos de medicamentos e insumos. Ratto, que es una de las pocas veterinarias especializadas en oncología, lleva sus aparatos especiales para hacer los diagnósticos.

Sobre una gran colchoneta, que hace las veces de camilla, trabajan los veterinarios ante la vista de los alumnos, quienes preguntan, observan y evalúan. Una vez que termina la cirugía, los caballos son llevados a salas de recuperación que cuentan con colchones de viruta.

Sobre el hospital

El hospital escuela de la UNT, que funciona en Finca El Manantial (se llega por la ruta 301), cuenta con laboratorios de análisis clínicos y de parasitología, tiene sala de diagnóstico por imágenes, y también posee servicios de citología, oncología y cardiología. Tiene un espacio para la atención de pequeñas mascotas, aunque ahora por la pandemia esa parte está cerrada.

El hospital tuvo mucha repercusión a comienzos de este mes, cuando se hizo una colecta para conseguir fondos para su funcionamiento. Fue el influencer Martín Padilla quien logró recaudar -en menos de un día- cerca de $ 270.000. Todo comenzó por un torneo virtual de veterinaria en el cual se debía votar en una historia de Instagram cuál era la mejor universidad del país. La UNT había resultado ganadora, pero el organizador del concurso decidió que la votación había sido boicoteada y finalmente repartió el premio entre los semifinalistas.

Atención con tarifa social

En el hospital reciben todo tipo de animales

Al hospital escuela de la carrera de Veterinaria de la UNT no solo llegan grandes animales. Aunque ahora por la pandemia restringieron algunos servicios, normalmente asisten desde gallinas y cabras hasta mulas y animales silvestres con distintas heridas o enfermedades. El centro de atención abrió hace más de 10 años y es el primer contacto que tienen los alumnos avanzados de veterinaria con los pacientes y sus dueños, todo bajo la supervisión de los docentes. Los profesionales que trabajan allí proyectan convertir el lugar en un centro de referencia para casos complejos. Por más que el hospital es público tiene una especie de tarifa social.

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