19 Junio 2021
AGITACIÓN SOCIAL. Países como Venezuela, Colombia y Ecuador fueron sacudidos por protestas que terminaron en represión a los manifestantes. REUTERS
Las protestas violentas, la inestabilidad política y la desigualdad profundizada por la pandemia provocaron graves deterioros a los niveles de paz en casi todo el mundo, durante 2020.
Según el informe del Instituto para la Economía y la Paz (IEP) , en su Índice Global de Paz, América del Sur es la región que experimentó el segundo mayor deterioro, detrás de América del Norte. Venezuela fue evaluado como el país menos pacífico de América Latina, incluso más que México, y uno de los más peligrosos del mundo. Se ubicó en el lugar 152 en una lista de 163, por a las violaciones de derechos civiles y políticos y la corrupción y represión del gobierno.
El 83% de los ciudadanos de Brasil -en el lugar 128- dijo que está muy preocupado por la posibilidad de ser víctima de un crimen sangriento.
Uruguay sigue siendo el más pacífico del Sudamérica y está en el puesto 47 en el mundo, pero es también el que más se deterioró en un marco de aumento de inestabilidad política, crímenes y manifestaciones violentas.
Argentina es el país que registró “el mayor incremento de paz de la región”. Se sitúa en segundo lugar en la región y en el lugar 68 del mundo, “gracias a mejoras detectadas en el impacto del terrorismo, una caída en el nivel de terror policial, el aumento de la sensación de seguridad ciudadana y una baja importante en la inestabilidad política”, según el informe.
Las muertes en el mundo asociadas al terrorismo disminuyeron por sexto año consecutivo y se observaron señales de una reducción de la militarización de la sociedad en algunos países.
Medio Oriente y norte de África sigue siendo la región más violenta, aunque es también la que más mejoró. Junto a Europa y el sur de Asia, es una las tres regiones (de las nueve del mundo) que se volvieron más pacíficas.
La inestabilidad política que marcó el fin de la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos hizo que América del Norte sufriera el peor deterioro, seguido por América del Sur, donde aumentaron los crímenes violentos y los “desórdenes” civiles.
El documento anual del IEP, que evalúa 163 estados y territorios y abarca el 99,7% de la población mundial, revela que el nivel medio de paz decreció en 2020 en un 0,9%. El deterioro en la región sudamericana ha estado impulsado por un incremento de manifestaciones violentas y el empeoramiento de las relaciones entre países, dijo el fundador del instituto, Steve Killelea.
El director ejecutivo para las Américas del IEP, Michael Collins, dijo que el “principal impulsor de la caída de la paz” en el último año fue el aumento de las manifestaciones violentas, y el incremento de la militarización.
En el panorama global, Islandia vuelve a considerarse la nación con mejores índices de paz, seguido de Nueva Zelanda, Dinamarca, Portugal y Eslovenia. Afganistán es el más violento, por cuarto año consecutivo.
Ocho de los 10 países más pacíficos se encuentran en Europa. Es el mayor número de países europeos desde que se elabora el índice. El estudio lo atribuye al aumento de la seguridad a nivel interno, la reducción del impacto del terrorismo, de las protestas violentas y de los crímenes.
Hubo una mejora de la situación en 86 países y un empeoramiento en otros 75. Estos resultados muestran un escenario en el que los conflictos y crisis surgidos en la última década parecen llegar a un punto muerto “solo para ser sustituidos por una nueva ola de tensión e incertidumbre” que emana de la pandemia de covid-19 y las tensiones entre las principales potencias.
La militarización creció en un 4,2% desde 2008, y los países incrementaron el gasto militar y el personal de sus fuerzas de seguridad. La violencia sigue siendo un problema grave a nivel global y es el principal riesgo para la vida y la seguridad de las personas en un tercio de los países del mundo, concluye el informe. (Télam-Especial)
Factores de riesgo: brutalidad policial y políticas económicas fueron detonantes de protestas violentas
En 2020 hubo casi 15.000 manifestaciones violentas, protestas o disturbios alrededor del mundo, explica Michael Collins, director ejecutivo para las Américas del Instituto para la Economía y la Paz. En varios casos, los disparadores de la violencia fueron las restricciones por el coronavirus, la brutalidad policial y el racismo -en el caso del movimiento Black Lives Matter- las reformas agrarias en India o las políticas económicas en América Latina. “Hay muchos factores que pueden poner en riesgo la paz, en particular el aumento de la inestabilidad política y los disturbios civiles”, dijo.
Miedo y restricciones: se mantuvieron los delitos violentos durante la crisis del coronavirus
Desde que estalló la pandemia se registraron 5.000 eventos violentos relacionados con la covid-19, según el informe del IEP. La precaria situación económica provocó un aumento de la inestabilidad política en muchos países, de los cuales 150 presentaron al menos un evento violento en el marco de la crisis sanitaria. Hubo inicialmente una disminución de la violencia, como homicidios y delitos sangrientos, pero pronto estos índices volvieron a los niveles previos a la pandemia. India, Chile, Italia, Francia, Alemania y Sudáfrica estuvieron entre los más afectados por las protestas contra los confinamientos.
Impacto económico
En términos generales, el impacto económico de la violencia aumentó en 2020 hasta los 14,96 billones de dólares, lo que equivale, aproximadamente, a un 11,6% de PBI mundial, debido al aumento del gasto militar. Los altos niveles de violencia en países como Afganistán y Yemen repercuten en las instituciones y erosionan la capacidad del Estado para invertir en infraestructura, servicios y mejoras sociales, lo cual genera a su vez más conflicto, explica en su informe el IEP, un instituto de investigación global independiente sin fines de lucro, que analiza las relaciones entrelazadas entre los negocios, la paz y el desarrollo económico. Tiene su sede principal en Sidney, Australia, y oficinas en Nueva York, Ciudad de México y La Haya.
Vacunas y coronavirus
- La Autoridad Palestina canceló un acuerdo para recibir vacunas de Pfizer-BioNTech a punto de expirar, ofrecidas por Israel, luego de recibir un embarque con fecha de caducidad previa a lo pactado. “El vencimiento resultó ser en junio. No es tiempo suficiente para usarlas, así que las rechazamos”, sostuvo el ministro de Salud palestino.
- La Unión Europea perdió ayer una demanda para acelerar la entrega de vacunas de AstraZeneca, el primero de sus desafíos legales contra la farmacéutica a la cual el bloque acusa de demorar los suministros.
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