Cansancio y cautela después del virus

Cansancio y cautela después del virus

OTROS TIEMPOS. OTROS TIEMPOS.

Fabián Scalora, Bruno Pérez Fabata, los hermanos Daz; Lorenzo y Bautista, Florencia Moreno y Braian Reinoso forman parte del mundo del deporte local. La pandemia los puso con estatus de deportistas pos covid-19. “Fue por un descuido tonto seguramente, por decirlo de alguna manera. No por negligencia”, explicó Pérez Fabata. El entrenador y preparador físico de los equipos de voley de Tucumán de Gimnasia contrajo la enfermedad en Villa María, Córdoba. Allí, la burbuja en la que se jugaba el torneo de ascenso fue penetrada por el virus. Él fue aislado y, por precaución, tal como lo establecían los protocolos de la competencia, Tucumán de Gimnasia fue dado de baja. “Tuve pocos síntomas. Desde que me dieron el alta, no siento que haya quedado ninguna secuela. Hubo diferencia en los primeros días: sentía que me agitaba rápidamente”, detalló Pérez Fabata, que también llamó a la reflexión. “Veo mucha gente que se contagia, se recupera y que piensa que tiene vía libre. Y no es así. Incluso, estoy más atento”, dijo.

En el caso de Scalora, el piloto de rally sí sintió más la enfermedad. “Además, las secuelas me duraron cinco meses: cansancio, agitación, dolor de cuerpo. Fue de mayor a menor”, sintetizó “Mamadera” su recuperación. “Mi prueba de fuego fue volver a correr en enero en el Campeonato Riojano. Quedé muy contento porque la superé”, relató Scalora.

“Es cuestión de tiempo”, apuntó Mario Daz, papá de los jóvenes pilotos de karting con respecto a la evolución de Lorenzo y Bautista que, con paciencia, van retomando el nivel anterior al virus. Entre el 19 de marzo y el 5 abril toda la familia, incluida mamá Verónica y Rosario, hermana más chica de los Daz, estuvieron aislados, todos positivos. “‘Bauti’ todavía tiene menor capacidad física, se cansa más rápido”, explicó Mario.

Empuñando el volante como los Daz, pero en un auto del TC Mouras, Reinoso siente que su cuerpo quedó intacto tras el virus. “Las primeras tres semanas me costó mucho volver a entrenarme. Sentía que se me cerraba el pecho”, recordó el piloto que en septiembre de 2020 se perdió una carrera por estar contagiado.

Moreno, integrante de Las Pumas y de Aguará Guazú, tuvo un retorno bien cuidado. “Empecé de manera progresiva, antes de volver a la rutina de la Unión Argentina. Al principio, me costaba mucho. Lo que siento como secuela es que me cuesta recuperarme, no siempre, sino por momentos, afirmó.

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