La Eeaoc expuso el contexto climático en el cual se desarrolla la campaña cítrica

La Eeaoc expuso el contexto climático en el cual se desarrolla la campaña cítrica

Una experta desglosó las condiciones de temperatura, de precipitaciones y de radiación solar que incidirán en el calibre de la fruta.

SIN AGUA. En Tucumán predominan valores de lluvias bajos, lo que evidencia la sequía de la época. LA GACETA/DIEGO ARAOZ SIN AGUA. En Tucumán predominan valores de lluvias bajos, lo que evidencia la sequía de la época. LA GACETA/DIEGO ARAOZ
22 Mayo 2021

En el marco de su ciclo de videoconferencias online, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) llevó a cabo una jornada referida a fertirriego y nutrición en citrus. La actividad, presentada por técnicos de la sección Suelo y Nutrición de la institución, se fundamenta en la importancia de la citricultura en la provincia. El manejo adecuado de las quintas se apoya mucho en lo referido a riego y a fertilización, tareas para las cuales los productores hicieron importantes inversiones.

Previo a las charlas específicas sobre el uso de esta tecnología, Lorena Soulé Gómez (sección Agrometeorología) expuso sobre condiciones agrometeorológicas durante la campaña actual del limón.

Registros máximos

Entre los puntos más destacados, indicó que en la campaña 2020-21, desde octubre y hasta el mes pasado, las temperaturas máximas medias mensuales a lo largo del área citrícola fueron normales, respecto del promedio de referencia (1996-2018), salvo los meses de septiembre y de diciembre, cuando fueron superiores a lo normal en algunas localidades.

Asimismo, en el extremo norte del área analizada, las máximas absolutas superaron los 40º C desde octubre hasta diciembre. En el resto de las localidades, este umbral solo fue superado en octubre. En cuanto a las precipitaciones, en las zonas norte y sur predominaron valores muy por debajo de lo normal, desde marzo del año pasado hasta el mes pasado, lo que evidencia la sequía en su extensión. En la zona centro del área citrícola, a partir de noviembre y hasta la fecha los registros tendieron a normalizarse.

Lluvias heterogéneas

Una de las características destacadas de la campaña fue la heterogeneidad en la distribución de las precipitaciones, siendo el almacenaje de agua en el suelo, tanto en la zona norte como en la zona sur, muy inferior al de la campaña 2019-20 en todo el período.

En la zona central, si bien comenzó con una mejor situación que la campaña anterior, la extensa sequía estacional de esta campaña hizo que el almacenaje estuviera muy por debajo de los acumulados hasta enero del año pasado. Recién desde fines de febrero y hasta abril, aumentó el almacenaje de la actual campaña, alcanzando las condiciones de capacidad de campo.

Días nublados

Otro factor a considerar es que como consecuencia de la gran cantidad de días nublados desde febrero y hasta el mes pasado, la radiación solar registró valores por debajo del promedio de referencia.

La sumatoria de todos estos factores seguramente tendrá una incidencia en la evolución de los calibres de la fruta a cosechar.

Nitrógeno

Luego, Roque Correa -de la sección Suelos y Nutrición Vegetal- disertó sobre el manejo de la nutrición nitrogenada en las plantaciones de limoneros. El nitrógeno es el elemento más determinante en la nutrición vegetal, tanto para el crecimiento y para desarrollo del cultivo como para la definición del rendimiento final. El profesional señaló que particularmente el cultivo cítrico es muy demandante de este nutriente y sus necesidades pueden variar de 250 kg a 400 kg de N por hectárea, según la capacidad productiva del cultivo, la densidad de plantación y el tipo de suelo. “En esquemas productivos de alto rendimiento, aproximadamente un 30% de esta necesidad es cubierta por el nitrógeno del suelo y el resto es aportado por la práctica de la fertilización”, indicó.

Según añadió, el nitrógeno posee muchas funciones estructurales y metabólicas, y es componente de la clorofila. “La planta puede almacenarlo en sus hojas cuando no es usado, y removilizarlo hacia nuevos tejidos cuando es requerido en la generación de nuevos órganos. Debido a esta movilidad, los síntomas de clorosis por deficiencia se observan primero en hojas viejas; y en casos más severos la planta puede perder estas hojas y además reducir su brotación, floración y cuaje de fruta”, precisó.

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