¿Son los pochoclos un buen snack saludable?

¿Son los pochoclos un buen snack saludable?

Nutricionistas explican los pro y los contras de esta golosina natural. También recomiendan en qué cantidades y de qué manera es mejor consumirlos.

UNA OPCIÓN. Por su rápida cocción, los pochoclos se presentan como un buen alimento para todas horas. UNA OPCIÓN. Por su rápida cocción, los pochoclos se presentan como un buen alimento para todas horas.
05 Mayo 2021

En el cine viendo una película, en la mesa de un bar mientras se toma alguna cerveza o trago o simplemente en casa por placer, los pochoclos se convirtieron en una gran compañía en lo que a alimentación respecta. Su único y suave sabor permite combinarlos de diversas maneras: azúcar o sal son las más conocidas y, por supuesto, una discusión que divide aguas.

Lo cierto es que, frente a los tradicionales snacks o “comidas para picar”, este maíz se presenta como una opción diferente y, a simple vista, más saludable. ¿Es el pochoclo el snack perfecto?

“No hay alimentos que sean saludables o no. Todo se basa en las proporciones que uno aporta y el contexto en qué se utiliza. Eso quiere decir que a alimentos que tal vez no tienen el mejor valor nutricional, siempre se les puede encontrar un aspecto positivo. Entonces sí, puede ser una opción sana, pero lógicamente si lo ponés en un contexto en el que tiene mucha azúcar o mucha sal o se consume en exceso, deja de ser sano”, explica Juan Manuel Lobo, licenciado en Nutrición y diplomado en Ciencias de la Salud y el Deporte.

“Muchas veces se le pone azúcar o sal que son dos ingredientes nocivos para la salud y aumentan calorías. Mientras sea natural, podría pasar por un snack”, comenta la nutricionista María Fernanda Beltrán, que por “natural” hace referencia a comerlos sin agregados o condimentos. “Siempre es mejor esa opción a unas papas fritas o un snack lleno de azucares. Siempre va a ser más recomendable una palomita, que es más natural”, añade.

Como alternativa

Lobo asegura que puede ser utilizado como un buen snack en momentos estratégicos del día, como media mañana o media tarde, siempre controlando frecuencia y cantidad. Por su parte, Beltrán admite que es una buena alternativa para quienes no consumen granos.

“Los macronutrientes que necesitamos para cumplir los requerimientos diarios son carbohidratos, proteínas y grasas. Carbohidratos es lo que más necesitamos; el maíz es un buen grano y un buen carbohidrato y se lo prefiere a las harinas refinadas o blancas”.

Beneficios

El pochoclo, como tal, puede ser condimentado de cientos de maneras y, aunque ya hemos leído que con esto deja de ser 100% saludable, continúa siendo una mejor opción, sobre todo para niños. “Al comer un cono de pochoclos no va a ser tanta la cantidad de azúcares simples (que ingieran) y la curva de la glucemia no va a subir tanto como al comer un dulce. Siempre va a ser un poco más saludable un grano natural”, sostiene Beltrán.

Rosario Castellini, también licenciada en Nutrición, cuenta que los pochoclos son un alimento elaborado en base al grano entero de maíz, por lo tanto conservan y aportan todos los nutrientes del grano original.

“Son una buena fuente de fibras, vitaminas del complejo B, antioxidantes y minerales”, remarca. “Estos nos ayudarán a prevenir enfermedades degenerativas, a regular niveles de azúcar y colesterol, a facilitar el tránsito intestinal y a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento celular”, indica.

Cantidades

Si todo depende del consumo. ¿Que cantidad sería correcto diariamente comer?

La especialista aclara: “siempre hay que tener en cuenta que todo alimento debe ser consumido en las cantidades adecuadas a la situación individual, objetivo de peso, gasto calórico diario y patología existente, para así poder aprovechar los beneficios nutricionales que puede brindar.”

Castellini diferencia los pochoclos hechos en casa de los comerciales. “Los de elaboración casera son una buena opción para reemplazar otro tipo de snacks ultra procesados, con elevado contenido de grasa y sodio”, afirma la especialista.

“Pueden usarse en personas que busquen bajar de peso si se consumen en porciones adecuadas al requerimiento individual. Se podrían consumir entre una y tres tazas por día, dependiendo de cada caso”, agrega.

Beltrán aconseja no más de 50 gramos por día. De hecho, ella lo recomienda como snack sólo en pequeñas cantidades y en reemplazo de otros. “No debe ser (algo) de todos los días, si no esporádicamente, como una opción”, afirma Lobo.

Diferencias

Castellini explica que los pochoclos comerciales pueden contener elevadas cantidades de grasa, sodio y azúcares, por lo cual no estarían recomendados para consumo frecuente. “Los de elaboración casera pueden endulzarse con stevia, agregarles una pizca de sal, o consumirlos con su sabor natural”, finaliza.

(Por Nicolás Sánchez Picón)

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