El duro camino del referato: en la piel de una pionera

El duro camino del referato: en la piel de una pionera

Mañana se cumplen 23 años del primer partido que dirigió Florencia Romano en la AFA, luego de luchar por sus derechos.

ABRIÓ UN CAMINO. Florencia Raquel Romano dirigió desde 1998 hasta 2017. Se retiró en partidos de Reserva de la AFA. ABRIÓ UN CAMINO. Florencia Raquel Romano dirigió desde 1998 hasta 2017. Se retiró en partidos de Reserva de la AFA.
03 Abril 2021

“En aquellos tiempos era un tabú que una mujer pueda ser árbitro. Era algo prohibido, sería la palabra. Ella fue la primera que ingresó en la escuela del Sadra. No había ningún reglamento para no aceptarla. Pero Julio Grondona decidió que una mujer no podía dirigir a los varones. Y ella comenzó una lucha: con el apoyo de los medios de comunicación se encadenó frente a AFA. Su reclamo llegó al Congreso y Grondona tuvo que ir a dar explicaciones. Cambió su postura y posibilitó que dirija”.

Las palabras de Guillermo Marconi, el secretario general del Sindicato de Árbitros de la República Argentina, son una síntesis de una historia que comenzó en los 90 y que tuvo un capítulo poderoso el 4 de abril de 1998. Ese día debutó como árbitra en partidos de la AFA, Florencia Raquel Romano. Fue en un juego de la Primera D, entre Victoriano Arenas (cuya hinchada le dedicó denostables cánticos sexistas, mientras la dirigencia le regaló flores) y Muñiz.

Marconi, casi tanto como Julio César Gutiérrez (director de la escuela de árbitros de Tucumán, que fue su profesor), cumplió con un rol en la carrera de Romano, que hace casi 23 años (mañana se cumple otro aniversario) abrió un camino en el fútbol que hoy muchas mujeres transitan. En ese entonces, avivó temas como la discriminación y la igualdad de género, protagónicos en la sociedad actual.

Florencia tuvo que luchar contra muchos prejuicios desde su infancia. Su padre le enseñó a jugar al fútbol y su madre quería que sea modelo. Hasta la anotó en una escuela de modelaje. Pero ella se decidió por la pelota. Una anécdota le da colores a su pasión: de pequeña se cortaba el pelo y presentaba un DNI falso para poder jugar como arquera en Tucumán Central. Otra: cuentan que el acercamiento de Florencia al arbitraje se debe a su mamá, Dora, que vio una publicación en LA GACETA sobre la apertura de un curso de árbitro. Un largo y duro camino recorrió desde entonces esta tucumana, hoy de 50 años y alejada de los medios. “El fútbol no es lo único que hago en mi vida. Pinto, escribo, juego al ajedrez, estudio idiomas y dirección de cine”, aseguró, en una breve comunicación con LG Deportiva, vía WhatsApp.

Cuando ya llevaba dirigiendo unos 450 partidos en divisiones amateurs de Tucumán, emprendió su viaje a Buenos Aires. Ingresó a la escuela del Sadra y egresó con el segundo mejor promedio. Grondona sentó posición (“no es sensato que una mujer dirija un partido de fútbol”), pero ella no dejó de pelear por su sueño. Y encabezó un reclamo que llegó al Congreso de la Nación. Y la huelga de hambre que inició en Viamonte 1.366, en la entrada de la la AFA, generó una denuncia por discriminación laboral contra su presidente. Luego de la intervención política, Grondona debió cambiar su postura. “Todos van a tener la posibilidad, no va haber inconvenientes. Las mujeres podrán arbitrar igual o mejor que los hombres”, dijo.

LA TERNA. La imagen corresponde al partido Atlanta-Argentino de Quilmes, que dirigieron Romano, Cercato y Maldonado. LA TERNA. La imagen corresponde al partido Atlanta-Argentino de Quilmes, que dirigieron Romano, Cercato y Maldonado.

Romano estuvo dirigiendo hasta 2017 partidos de Reserva. A pesar de ser jueza internacional, nunca pudo dirigir en Primera división. Sí lo hizo en la Primera B Metropolitana, como en aquel partido Atlanta-Argentino de Quilmes del 18 de marzo de 2000, en el que tuvo como asistentes a Alejandra Cercato y Elvia Maldonado.

Los años pasaron, los pasos dados por las mujeres en el fútbol fueron firmes, pero hoy hay una cuenta pendiente, un hecho que todavía no se dio en el país, como ya sucedió en otros: a la fecha, ninguna controló partidos de Primera división. Sí lo hicieron como asistentes o cuarto árbitro. En 2009 se acercó bastante la misionera Estela Mary Álvarez de Oliveira, al dirigir en la B Nacional.

A la espera de que este incomprensible e inexplicable muro caiga, una reflexión de Leila Argañaraz, la tucumana que hoy es asistente en la Primera Nacional. “Como árbitra tengo mis sueños. Me inspira la gran lucha de esta mujer llamada Florencia Romano. Si hoy sueño, ¡es gracias a ella!”

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