27 Marzo 2021
Alberto Fernández.
La Cumbre de Presidentes del Mercosur celebrada ayer, de manera virtual, para celebrar los 30 años del bloque, no fue ninguna fiesta. Por el contrario, Brasil, Paraguay y Uruguay terminaron enfrentados con la Argentina en torno de dos temas fundamentales. Por un lago, la intención de los primeros tres días de que se autorice a cada Estado integrante a celebrar acuerdos comerciales internacionales de manera individual y por afuera del Mercosur. Por otro lado, la revisión y disminución del Arancel Externo Común que pagan los miembros.
El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, presentó la discusión sin ambages. Manifestó que quería el apoyo de los socios del Cono Sur para ampliar la red de negocios comerciales internacionales y para actualizar el arancel externo, a fin de compensar los reveses económicos provocados por la pandemia.
El paraguayo Miguel Abdo Benítez se sumó a la postura de que no está en contra de negociaciones conjuntas dentro del mercado común, las cuales deben ser coordinadas -reafirmó-, pero también advirtió que no deben ser un obstáculo para el desarrollo de Paraguay ni de ningún país miembro. “Que las ideologías no contaminen”, aseveró el jefe de Estado.
Las tensiones alcanzaron su punto culminante cuando fue el turno del uruguayo Luis Lacalle Pou. “Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre”, sentenció el presidente del país vecino, según reprodujo La Nación.
Alberto Fernández, sobre quien recae la presidencia pro témpore del Mercosur por seis meses, terminó de escuchar al resto de los jefes de Estado y en el cierre se quitó el barbijo y le respondió directamente al uruguayo, con gesto adusto. “No queremos ser un lastre para nadie. Si somos un lastre, tomen otro barco. Pero lastre no somos de nadie”, respondió secamente el argentino.
Según el diario porteño, el hecho generó incomidad, pero no pasó de un momento tenso. El diario puntualiza que, luego, el jefe de la diplomacia argentina, Felipe Solá, almorzó con sus pares Brasil, Uruguay, Bolivia y China, en un “encuentro amable”. La próxima cita, justamente, será la cumbre de cancilleres que se celebrará en Buenos Aires el próximo 22 de abril.
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