La lucha lejos de las aulas para no perder el año

La lucha lejos de las aulas para no perder el año

Los efectos más negativos de la educación a distancia se ven en los alumnos de hasta 12 años, explican los especialistas. La altísima carga que recayó sobre los docentes

La “nueva normalidad” impone burbujas y chicos distanciados para las clases presenciales. la gaceta / foto de ines quinteros orio - archivo La “nueva normalidad” impone burbujas y chicos distanciados para las clases presenciales. la gaceta / foto de ines quinteros orio - archivo

La pandemia llegó sorpresivamente al sector educativo, que anuló la presencialidad el viernes 13 de marzo de 2020. Alumnos, docentes y padres creyeron que el aislamiento sería por sólo 15 días, pero finalmente el regreso a las aulas durante el período lectivo del año pasado no se concretó.

Algunos especialistas en psicología observaron en terapia los efectos no deseados de la cuarentena y la pandemia: “chicos muy desanimados, echados, metidos en su cuarto, para adentro, sin buen humor, con horarios cambiados. Los más chiquitos estuvieron con mucho mal humor, no querían hacer cosas porque en ellos la depresión se ve en la conducta. Un niño no se deprime o, en realidad, cuando se deprime se porta mal. Vimos aumentados los miedos y muchísima ansiedad”, explicó a LA GACETA la psicóloga Maritchu Seitún.

Por su parte, Mario Carretero, psicólogo especializado en aprendizaje, indicó que la pandemia a nivel escolar dejó efectos negativos en todo el mundo. “Ningún país estaba preparado para esto. En el cono sur el efecto fue mayor porque la cuarentena comenzó en marzo y se perdió prácticamente todo el año lectivo. En el hemisferio norte el efecto fue menor porque se perdió la mitad del curso y, cuando en septiembre volvieron a las aulas ya habían tenido tiempo de generar recursos alternativos”, manifestó el investigador de Flacso.

A nivel global se perdieron adquisiciones cognitivas y disciplinares, en todos los niveles. “En los primeros niveles educativos hasta los 10, 12 años, los efectos han sido más negativos porque la interacción social, habilidades básicas y de lectoescritura tienen menos posibilidades de ser sustituidas por enseñanza online. A menor edad, es más difícil implementar la virtualidad”, explicó Carretero.

David Toledo, secretario General de Atep, destacó el desafío de los docentes de adaptarse a la virtualidad con pocos recursos. “Había que atender la educación de niños, adolescentes y jóvenes a través de internet. Eso significaba incursionar en un terreno desconocido para muchos de nosotros”, dijo y recordó: “allí comenzó un trabajo extraordinario de parte de los docentes que debieron trabajar con sus dispositivos técnicos y otros recursos que fueron escasos. Muchos de ellos los gestionamos a través del gremio ante las autoridades”.

Según el docente y gremialista, la virtualidad, las tareas por Zoom o Meet o las plataformas con las cuáles trabajaron en cada institución son herramientas importantes, que hay que perfeccionar día a día, pero no sustituyen a la presencialidad y al intercambio que se da en las aulas entre maestros y alumnos.

Quienes egresaron del secundario sufrieron la falta de contacto con sus compañeros. Quienes egresaron del secundario sufrieron la falta de contacto con sus compañeros.

Los más damnificados

Los especialistas coinciden en que los más perjudicados en el ámbito escolar fueron los alumnos de niveles socioeconómicos más bajos. Los chicos que no pudieron conectarse para aprender de manera remota, aquellos que realizaban educación física en la escuela y hasta se alimentaban allí.

“Los docentes también han sido los grandes damnificados. Al inicio de la cuarentena se los recargó de trabajo y realizaban jornadas extendidas. Luego se fue optimizando la tarea pero todavía faltan mejoras en las condiciones de trabajo”, sostuvo Toledo.

Clases “virtuales” por radio

En mayo de 2020 LA GACETA presentó la historia de Miriam Lera, una docente de Amaicha que, una vez llegado el aislamiento preventivo y obligatorio, decidió que la radio era la opción más adecuada para dictar las clases de lengua a sus alumnos de primero y segundo grado. “El inicio fue bastante difícil pero una vez que solicitamos el espacio en la radio comunitaria las clases continuaron”, recordó quien también es hoy candidata a cacique de la comunidad, de cara a las elecciones.

“Internet no tienen todos, no había muchos teléfonos en los hogares, instalar las aplicaciones para las clases no era fácil. La radio estaba en todas las casas y nos dio la posibilidad de que los chicos aprendan de sus maestras durante todo el año pasado”, relató. Agregó que, aunque no sabía locución ni el lenguaje de la radio, la experiencia fue exitosa.

Además, durante 2020 y en este verano, se mantuvo el comedor. El director de la escuela de Amaicha del Valle, Juan Carlos Ale, continuó con esta tarea y los chicos y familias fueron a buscar sus porciones de comida. “El vínculo entre la escuela y las familias se mantuvo”, destacó la docente.

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