Mujeres de nuestra provincia: Rosita Ávila

Mujeres de nuestra provincia: Rosita Ávila

“Empecé a ser actriz en 1950”. Contaba que había sido maestra rural en Simoca, para luego ser discípula de Orestes Caviglia y codearse con una generación de artistas del teatro que cambiaron la escena: “Me dirigió ese titán de la cultura en Tucumán, Guido Parpagnoli”, quien fue propulsor del grupo Nuestro Teatro, que formó junto a Oscar Quiroga. Su personaje de la María Superchou fue antológico y, como pocos, extrajo el alma y la gracia de un personaje con todos los recursos de la sabiduría popular. Lo contaba así: “Nació sin querer. Me gustaba imitar los modos de una chica del interior que viene a trabajar en el servicio doméstico y jugábamos con diálogos improvisados en rueda de amigos (…) entonces a Oscar Quiroga se le ocurrió darle forma al personaje y a sus compañeros de aventuras, el Gamuza y el Uñudo. Son nuestros esos personajes, tucumanísimos como yo”.

Sostuvo por años ese personaje.

En 1986 el Instituto Nacional del Teatro le dio el Premio a la Trayectoria. El Teatro municipal instalado en el ex Mercado de Abasto hace unos años, lleva su nombre. Falleció a los 86 años, el 9 de diciembre de 2019. Fuera de sus personajes, que sin dudas enriquecieron su vida, la caracterizaba su humor filoso e inteligente. En 2001 le preguntaron: ¿A dónde iría de juerga con Shakespeare? Y respondió: a la Feria de Simoca.

-¿Puede la voluntad torcer la historia?

-¿y no la ve medio torcida ya?

-¿Cuál fue su trabajo más fugaz?

-Poner la leche a hervir ¡se derrama tan rápido!

-¿Cuál es el método actoral que más le cuadra?

-Sudar la camiseta.

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