Ale Lahitte: “El mejor vino es el que te gusta a vos”

Ale Lahitte: “El mejor vino es el que te gusta a vos”

Probar vinos y hablar sobre ellos es su pasión. Su objetivo es claro: acercar más gente a esta bebida. Este especialista volcó su hobby a las redes sociales con éxito. Enterate cómo lo hace.

SABORES DEL LUGAR. Ale Lahitte afirma que los mejores maridajes son los que combinan las comidas y las bebidas regionales de cada sitio. SABORES DEL LUGAR. Ale Lahitte afirma que los mejores maridajes son los que combinan las comidas y las bebidas regionales de cada sitio.

Alejandro Lahitte tiene 50 años y sabe muy bien lo que le gusta: acercar a la gente al vino. “Mi vida está atravesada por el vino”, le cuenta a LA GACETA quien además trabaja en el área de Recursos Humanos de una empresa: “no oculto lo que hago y mucha gente que me conoce de otros ámbitos me piden consejos”.

Su historia con redes sociales comenzó hace mucho tiempo con Twitter y Facebook: “Apenas incursioné en el vino abrí una cuenta alternativa a la personal enfocada en los vinos con precios accesibles. Mi idea era que, quien vaya a un supermercado pueda conocer otras opciones”.

La cuenta se llamó @tobarawines -de barato- pero al tiempo sintió que no podía hablar de otros productos más “personales”, que eran los que verdaderamente consumía y disfrutaba. Así llegó la idea de hablarle a un público amplio: a quienes son curiosos y tienen ganas de descubrir algo nuevo.

“En una vinoteca tenés la misma diversidad o más que en un supermercado chino y además el plus de que venden vinos de bodegas o productores chicos, elaborados de manera más cuidada o personal. Ese era el universo que quería mostrarle a mis seguidores. Que si uno está por comprar un vino de $400, quizás poniendo unos pesos más, puede obtener un mejor producto o diferente”, explica.

Y su vida virtual se multiplica en distintas cuentas: se lo encuentra en Twitter y en Facebook como @alelahitte y @acercatealvino_; en Instagram como @alelahitte y @acercatealvino_, y en el sitio acercatealvino.com.ar, un blog en donde habla sobre algo que también rodea a este universo: la gastronomía, los viajes y los amigos.

En los posteos que replica en las redes sociales no describe técnicamente a los vinos que prueba o promociona. “Describo emociones, sensaciones. El vino es algo muy subjetivo, hay uno para cada consumidor”, repite e insiste en que esta bebida se disfruta más cuando se toma acompañado: “el vino libera las palabras, genera diálogo y hasta es una excusa para conversar”.

Las publicaciones de Lahitte tienen una premisa: hablar como un consumidor más, solo de lo positivo. “Tengo mucha libertad en mis publicaciones porque no hay rédito económico. Yo me pago mis viajes a Mendoza, Salta y otros lugares del país, no hay canje ni nada de eso. Y, como consigna, hablo solo de lo que me gusta y me parece que está bien. No soy crítico de vinos ni de gastronomía. Si tomo un vino que no me gustó y tengo confianza con quien lo hizo, lo llamo y le cuento qué me pareció. Pero no posteo desde ese lado, soy un simple consumidor”.

Ese, quizás, sea uno de los grandes valores de lo que muestra en redes sociales: no busca ingresos, sino transmitir su conocimiento y las historias que hay detrás de cada producción de vino argentino. “Esto es 100% hobby y pasión”, afirma y un repaso por sus publicaciones virtuales lo confirma: “así como otros ‘maratonean’ una serie yo le dedico a tiempo a esto”.

Con respecto al maridaje del vino con la gastronomía, para Lahitte la regla es básica: “existen los conocidos por todos, que carnes rojas van con vino tinto y blancas o postres con vino blanco, pero mí el mejor vino es el que te gusta a vos. El maridaje va de la mano del gusto del consumidor”. Uno de los conceptos más simples que resalta es destacar el maridaje regional: “no le podes pifiar, a dónde vayas comé lo que se come y tomá lo que se bebe”, explica.

Amigos y embajadores

Con su grupo de amigos de toda la vida comparte la pasión del vino. Se reúnen periódicamente, comen asados, comparten botellas y charlas. Hasta ahí, son una reunión más de amigos como los de cualquier rincón del país.

Pero un día se amplió: “leía una conversación en Twitter del embajador del Reino Unido en Argentina, Mark Kent, en donde defendía el malbec luego de que otro diplomático posteara que estaba probando la cepa uruguaya tannat y que era el mejor que había tomado. Mark le respondió: ‘porque no probaste un malbec’. Y ahí me sumé a la conversación, de caradura, y le dije: ‘Mr. Kent si quiere comer un asado de verdad -no como los de los restaurantes- y probar buenos vinos, lo espero en mi casa’. Y ahí, por privado le dije que la invitación estaba en pie, pero que era sin protocolos porque en mi casa había platos y cubiertos de diferentes colores. Al poco tiempo fue con su esposa e hicimos un asado con mis amigos. La pasamos tan bien que la invitación se replicó, conocimos la Embajada y a otros diplomáticos y hasta el día de hoy, puedo decir que somos amigos”, cuenta casi incrédulo por el vínculo que construyó. “El vino me ha acercado a muchísima gente que hoy son amigos de todo el país. Gente impensada, por eso creo que también intento acercar a la gente al vino”, asevera.

Los vinos argentinos

“Nosotros tenemos los mejores vinos del mundo y lo puedo afirmar -dice luego de recorrer durante varios años las zonas vitivinícolas de todo el país- por diferentes cuestiones: tenemos diversidad de suelo, climas, razas, cepas. Hay una generación de enólogos y agrónomos que están llevando la bandera del vino argentino por todo el mundo y son hípertalentosos, no tienen nada que envidiarle al resto del mundo”.

Respecto a Tucumán, el bloguero destaca: “ha evolucionado de una forma tremenda, hay una combinación de lo ancestral con la modernidad que me encanta. Los productores de Amaicha del Valle tienen un potencial enorme y lo vienen explotando muy bien”.

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