La tarjeta Alimentar tendrá una suba del 50% desde febrero

Garantizar que no haya hambre en el país. Que haya una buena nutrición. Y más trabajo, para revertir los índices de pobreza. Ese fue el mensaje que trajo el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, en su visita por la provincia.

El funcionario firmó ayer convenios de obras para remodelar 20 Centros de Desarrollo Infantil y para construir otros 20 centros de primera infancia en San Miguel de Tucumán y en Yerba Buena, por una inversión de $ 400 millones. En las pausas de su agenda, entre la reunión en Casa de Gobierno con el gobernador Juan Manzur, su visita al Hogar Eva Perón, al Ingenio Cultural y a una ensachetadora de leche fluida en Trancas, Arroyo atendió a la prensa, siempre acompañado por su colega local, Gabriel Yedlin y su gabinete. Aclaró que su trabajo sigue tres líneas centrales.

“La primera línea es la seguridad alimentaria y hay un anuncio: la tarjeta Alimentar, que más de 70.000 madres tucumanas cobran, recibirá a partir de este mes un aumento del 50%. El 19 de febrero, como cada tercer viernes del mes, se acreditarán $ 6.000 para quienes tienen hasta un hijo menor de seis años y $ 9.000 para quienes tengan dos o más hijos menores de seis años. El incremento es para garantizar el poder adquisitivo de la medida y lograr un tema central: el consumo de carnes, leche, frutas y verduras, necesitamos recuperar la buena nutrición. La segunda línea es para la primera infancia, por eso avanzamos con remodelación y obras en Centros de Desarrollo Infantil o jardines maternales. La tercera es el trabajo, apostamos al trabajo a través de programas y emprendimientos por distintas líneas: construcción, textil, tareas de cuidado, alimentos y el reciclado. Damos asistencia alimentaria para que no haya hambre pero la salida es el trabajo. Los beneficiarios de planes sociales trabajan”, afirmó.

Arroyo comentó que antes de la pandemia, en el país había 8 millones de personas que recibían asistencia alimentaria y que la crisis por la pandemia lo llevó a 11 millones. “Argentina tiene varias situaciones críticas: tiene 44% de pobreza general, más de 50% de pobreza en niños y 1,5 millón de jóvenes que no estudian ni trabajan. Esos son los datos mas duros. El dato clave para las infancias es que puedan ir todos al jardín, cuando un niño o niña va a una sala de 2 y otro no, comienza la desigualdad. Nuestro objetivo es que todos tengan vacantes, que todos vayan al jardín. La tarjeta Alimentaria también es para la primera infancia. Tenemos que lograr garantizar la buena alimentación. El año pasado el presupuesto para todos estos programas era de $ 84.000 millones, y gastamos tres veces más: $ 240.000 millones. Para este año el presupuesto es de $ 360.000 millones, incorporando obras para urbanización de barrios populares”, explicó.

Apuesta por programas de trabajo

El ministro de Desarrollo Social de la Nación valoró el impacto que tuvieron las políticas sociales para contener la crisis social aparejada a la pandemia. “En Argentina en el primer trimestre del año antes de la pandemia, habíamos comenzado a bajar la pobreza y estaba en el 34%. El segundo trimestre, durante abril, mayo y junio que fue el momento más crítico y de peor situación económica, subió al 47%. La pobreza hoy, como marca la UCA, es del 44%. Los índices mejorarán con el trabajo. Hay cinco rubros productivos que van a comenzar a reconstruir el tejido social: construcción, producción de alimentos en pequeña escala, rubro textil, las personas que cuidan personas y el reciclado. Esos cinco sectores son mano de obra intensivo y esperamos que comience a moverse, pese al contexto difícil”, explicó.