Ojo con los peligros del “skincare” casero

Ojo con los peligros del “skincare” casero

Es clave que médicos certificados armen planes para cada paciente. Lugares con habilitación.

06 Febrero 2021

La piel no es un traje que se puede cambiar cuando se gasta; ni pasa de moda ni me deshago de ella cada temporada. Es un órgano y, como tal, puede enfermarse. Por eso, ayer, en el Día del Dermatólogo, especialistas plantearon su preocupación porque el boom de influencies y recetas para cosmética “natural” hace perder el foco de la importancia de consultar a profesionales.

Muchos recurren a cosmética natural o casera que comercializan emprendedores también en las redes sociales -destacan-. Por un lado, algunos no son productos aprobados por ANMAT; y además no hay conocimiento sobre el origen de sus ingredientes activos ni la proporción exacta en la que se encuentran.

No por natural es bueno

“Se utiliza lo ‘natural’ porque se lo considera unívocamente bueno e incapaz de hacer daño. Pero por ejemplo, si bien son famosos por sus beneficios despigmentantes y por ser una importante fuente de vitamina C y con propiedades blanqueantes, cítricos como el limón son sensibles a la luz, con lo cual, en contacto con fuentes como el sol, pueden generar manchas y quemaduras”, explica la ingeniera biomédica Cecilia Molas, CEO de BTL Aesthetics, fabricante líder de equipamiento médico y estético.

Sucede lo mismo con el aceite de oliva, que está de moda pero es comedogénico, es decir, puede obstruir los poros.

“Hay que tener en cuenta que cada piel es única, y también atender el contexto de la persona: su rutina, su alimentación y varios factores más. Lo que le sirve a mi amiga puede no ser lo adecuado para mi tipo de piel, y habré gastado un montón de dinero en productos que no necesitaba o que no eran los indicados”, advierte Desiree Castelanich, especialista en dermatología.

Aparatos

Capítulo aparte merece el uso de la tecnología: desde máquinas que realizan radiofrecuencia hasta depiladoras láser suelen ser ofrecidas por muchos lugares que no están habilitados para brindar tratamientos estéticos ni cuentan con profesionales certificados para realizarlos.

“Tanto el centro como los equipos que se ofrecen tienen que contar con la certificación de la ANMAT correspondiente. Con el boom de los tratamientos que estamos viviendo, en muchos casos ingresa al país aparatología sin ninguna certificación”, destaca Molas.

“Y si son equipos importados, es relevante que tenga la certificación emitida por la FDA (el equivalente a la ANMAT en Estados Unidos), lo que significa que cuenta con una evidencia científica sólida que respaldan los resultados y la seguridad de los pacientes”, agrega la experta.

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