Tras la decisión del Papa, ¿qué podrán hacer las mujeres en la misa?

Tras la decisión del Papa, ¿qué podrán hacer las mujeres en la misa?

La postura del Sumo Pontífice oficializa lo que ya hacía la Iiglesia tucumana, de acuerdo con lo que informaron dos sacerdotes y una religiosa.

Tras la decisión del Papa, ¿qué podrán hacer las mujeres en la misa?

Religiosos tucumanos aseguran que la participación femenina en la lectura de pasajes bíblicos y en el altar ya es un hecho en la provincia. Con la modificación que hizo el papa Francisco en el código de Derecho Canónico, no habrá grandes cambios en Tucumán, puesto que la actividad ya se realiza. Ahora se le brindará un marco de institucionalidad.

A través de un motu proprio (documento pontificio), Francisco ofreció a los laicos de ambos sexos la posibilidad de acceder a los ministerios del Acolitado y del Lectorado. En otras palabras, permite que las mujeres hagan la lectura de los Evangelios durante la misa y también que puedan dar la comunión. Estos ministerios estaban reservados sólo para quienes se formaban para ser sacerdotes. A partir del Concilio Vaticano II perdieron su carácter clerical y se amplió a los laicos, pero sólo para varones.

“El lector es el que proclama la Palabra y la explica a modo de catequesis a la comunidad. El acólito es aquel que sirve al altar y tiene acceso al sagrario para sacar la comunión y darla según el sacerdote se lo pida tanto a los fieles en la misa como a fieles enfermos”, explicó monseñor José Melitón Chávez, obispo de Concepción,

Agregó que en nuestro país que estos ministerios sean brindados por mujeres ya es algo común desde hace décadas: “En Tucumán, tanto en la arquidiócesis como aquí en Concepción, hay cientos de mujeres que colaboran en cada una de sus comunidades ayudando al sacerdote en la comunión, tanto a los enfermos en sus casas u hospitales como también dentro de la celebración de la misa. El sacerdote las llama y las autoriza”, remarcó.

Aclaró que un cambio de estas características no toca para nada la doctrina de la Iglesia y pone énfasis en la importancia de la preparación para estos cargos.

El vicario de la arquidiócesis, padre José Abuin, coincidió en que no es novedoso este tema. “El mismo Papa dice que ya se viene practicando en la mayoría de las iglesias. Se hace de manera informal. Muchas mujeres ya vienen realizando el oficio de lectoras en la misa y cumplen el rol de acólito”, dijo.

“El cambio -comenta- es que se brinda un marco de legalidad. Todos somos bautizados y, por lo tanto, se nos confiere a varones como a mujeres, la posibilidad de acceder al ministerio de acólito o lector”.

El rol de la mujer en la fe

Tanto monseñor Chávez como el padre Abuin sostienen que el rol de la mujer en la religión católica ha sido siempre importante. “La mujer siempre ha estado presente en la misión de la Iglesia. Son las primeras anunciadoras del Evangelio, las primeras que transmiten la Buena Noticia. La mujer siempre ha sido educadora de la fe, la que enseña la Palabra en la casa”, asevera.

“En la vida de las parroquias la mujer viene jugando un papel muy importante y no sólo dentro de la celebración litúrgica. En estos tiempos de pandemia son ellas las que han estado sosteniendo los merenderos, comedores y los hogares de Cristo. Han hecho un trabajo muy duro de acompañar y sostener la obra social y caritativa de la Iglesia”, subrayó Abuin.

La hermana Cynthia Folquer, priora de las dominicas de Tucumán opinó que, con esta modificación el Papa adecuó la norma a una práctica que ya se realizaba.

Francisco, en su carta, explicó que el cambio permite que las mujeres tengan más incidencia en la organización y en las decisiones. Sobre este tema, la religiosa considera que es cierto que las mujeres, a nivel jerárquico, no tienen tantas posibilidades, pero entiende que sí las tienen en otros ámbitos que también son destacables. “A lo largo de la historia ha habido mujeres muy importantes en la Iglesia. Abadesas, místicas, escritoras, que han hecho un camino interesantísimo”, comentó.

“Actualmente -agrega- el papa Francisco ya ha abierto más vías de participación a las mujeres en la jerarquía de la Iglesia. De hecho, ha nombrado muchas mujeres, religiosas y laicas, a cargo de oficinas del Vaticano, a las que antes sólo podían acceder sacerdotes u obispos”.

Sacerdocio femenino

Hay quienes suponen que permitir que las mujeres accedan a los ministerios del lector y del acólito podría abrir la puerta al sacerdocio femenino.

Folquer aclara: “no es que estos ministerios son una escala para ser sacerdotisa. Cualquier bautizado consciente y formado en fe y tradición puede predicar y enseñar el evangelio a otros”.

La religiosa cuenta que la exclusión de la mujer del sacerdocio tiene que ver con una cuestión de tradición histórica, de lo que se ha ido interpretando a lo largo del tiempo, y adelanta que el Papa ha conformado una comisión para investigar si en la tradición de la Iglesia hay mujeres que hayan sido ordenadas sacerdotisas.

Sobre la posibilidad del sacerdocio femenino, ella opina: “para una institución de tantos años, cambiar una tradición es fuerte. Tiene que haber un sustento histórico”, y adelanta: “no todas las mujeres desean el sacerdocio ni pertenecer a la jerarquía; es un peso muy grande”.

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