11 Enero 2021
Durante su primer año de gestión (se cumplió el pasado 10 de diciembre), la imagen presidencial no logró repuntar y se mantuvo mayormente negativa desde hace cuatro meses consecutivos. El 55% de los argentinos consultados califica su gestión como mala o muy mala, mientras que sólo el 42% lo hace favorablemente.
Alberto Fernández inició a finales de 2019 su presidencia con márgenes de entre un 49% a un 52% de aceptación, según las encuestas que se consultaran. Entre marzo y mayo pasados (al comienzo de la pandemia) consiguió su nivel más alto de aceptación: la imagen positiva ascendió al 60% de pulgares elevados.
Pero a partir de mayo, y sobre todo durante el segundo semestre, su imagen pública empezó a desplomarse. Perdió dos puntos en el bimestre noviembre / diciembre. El acumulado arroja 14 puntos si se analiza entre mayo y diciembre.
Aún dentro de los votantes del oficialismo, el nivel de aceptación fue decayendo: unos 10 puntos entre diciembre de 2019 y diciembre del año pasado. Esta tendencia es lógicamente más fuerte entre los opositores: para los que votaron a Juntos por el Cambio la imagen negativa ascendió 13 puntos en igual período.
En cuanto a su compañera de fórmula, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no cayó tanto como el jefe de Estado. Se mantuvo más bien estable. La titular dle Senado inició enero de 2020 con 58 puntos de imagen negativa contra 39 positivos, y terminó el año con un 60 negativo y 37 positivo: sólo 2 puntos de variación. Nada, comparado con el desplome presidencial.
Según las mediciones brindadas por las consultoras (de 2017 en adelante), la peor imagen registrada de Cristina Fernández fue en mayo de 2018, con 75 puntos negativos, y logró reducirlos al 57% cuando asumió como vice en diciembre de 2019.
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