La droga fue el detonante del crimen del barrio San Roque

La droga fue el detonante del crimen del barrio San Roque

El acusado del homicidio señaló que la víctima y su familia formarían parte de una red de narcomenudeo. El fiscal Sale consiguió que se enviara el caso a la Justicia Federal.

TRABAJO. En la escena del hecho, los peritos encontraron 39 vainas de proyectiles de distintos calibres.  TRABAJO. En la escena del hecho, los peritos encontraron 39 vainas de proyectiles de distintos calibres.

La audiencia sirvió para definir la situación procesal del acusado de un crimen, pero también terminó transformándose en el lugar donde se ventiló el tráfico de droga en el barrio San Roque, donde el narcomenudeo pareciera crecer sin pausa y sin que nadie lo detenga.

El martes a la madrugada se enfrentaron dos familias. En el choque murió Gonzalo Figueroa y resultaron heridos su hermano Julio y al vecino Cristian Mansilla. El fiscal Carlos Sale, a la hora de detallar como se había producido el hecho, explicó que Franco “Caco” Almirón junto a un tal “Manzanita” y otros parientes, se presentaron en el domicilio de Raúl Lobo para exigirle que se fueran del barrio. Como no lo hicieron, volvieron a las tres horas.

Sale detalló que “Caco” Almirón llegó por una esquina y “Manzanita”, por otra. Ambos comenzaron a disparar en contra de la vivienda de Lobo hiriendo mortalmente a Figueroa, lesionando de gravedad a su hermano y a un vecino. “Las declaraciones de los testigos fueron coincidentes en identificar las personas que participaron del ataque. Además, en el trabajo que realizaron los especialistas se encontraron 39 vainas de proyectiles que fueron disparados durante el hecho”, indicó.

El juez Rafael Macoritto, que presidió la audiencia, también pidió a la esposa de la víctima fatal que hablara sobre cómo se produjo el hecho. “A mi esposo lo mataron cuando pretendía ponerle llave al portón para que no ingresaran a la casa. Eran como 10 que entraron de ‘prepo’”; señaló Claudia Lobo. “Le tiraron cuando estaba totalmente indefenso. Después siguieron disparando contra nuestra casa. Les imploraba que pararan porque estoy embarazada de seis meses. Ni eso los detuvo. Después de haberlo matado se fueron del barrio. Dejaron sus pertenencias y no volvieron nunca más”, agregó la mujer en uno de los momentos más emotivos de la audiencia.

Mansilla también declaró. El herido indicó que él llegó cuando había pasado todo el incidente. “Cuando preguntaba qué había sucedido, ‘Manzanita’ me hirió. Pero no tuve nada que ver en el hecho y tampoco sé que pasó”, señaló.

La otra versión

Interrogado por su defensor Patricio Char, el acusado hizo uso de la palabra. “Todo fue por un problema de drogas. Fui a comprarle a ‘Lobizón’ (sería Raúl Lobo que es cuñado de la víctima) y discutimos por el regateo (una rebaja en el costo de la dosis) después ellos comenzaron con los disparos. No tenía arma”, declaró Almirón.

“Caco”, que reconoció ser adicto, dijo además que los Figueroa recibieron apoyo de al menos tres vehículos que le entregaron armas para que los atacaran. “El joven que murió también está metido en el tema de las drogas. No sé bien que pasó, pero ellos nos atacaron”, indicó.

El imputado por homicidio agravado también relató el origen del problema entre ambas familias. “Todo comenzó cuando un chico que es conocido como Bastian fue a venderle droga a un pariente a su casa. Lo hizo delante de su hija. Él fue a donde estaba ‘Lobizón’ y le recriminó esa actitud. A los pocos minutos aparecieron ellos y le balearon la casa”, contó.

La resolución

Char fracasó en su intento para que la imputación sea modificada de homicidio agravado por homicidio en riña. Finalmente, Macoritto terminó dictándole la prisión preventiva por dos meses.

Además, por pedido del fiscal Sale, se enviará la copia del expediente y de las declaraciones del imputado a la Justicia Federal para que investigue la posible existencia de una red de narcomenudeo en el barrio, planteo que fue aceptado por el magistrado.

Los vecinos de la zona se han refugiado detrás de un manto de silencio. Sale había advertido que la investigación estaba demorada porque los testigos no querían relatar qué era lo que había sucedido. El mismo problema tuvo LA GACETA al recorrer el barrio. “Nadie dirá una palabra porque todo el mundo conoce a los que están implicados. Se dice que la gente de los Figueroa está buscando por cielo y tierra a los que mataron al chango. Esto no quedará así, habrá más muertes”, dijo Luciano, un joven cadete.

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