El eclipse provocó un estallido de emociones

El eclipse provocó un estallido de emociones

Una breve noche de dos minutos cayó sobre las tierras del fin del mundo. Testimonios desde Pailanú, Río Negro.

El eclipse provocó un estallido de emociones

Cuando Gladys Segovia vio que la Luna ocultó el Sol, se sobrecogió. Lo primero que vino a su mente fue la pandémica y oscura noche de 2020; luego pensó en Maira, su hija, el “sol de su vida”; pero lo que más la impactó es sentir que la naturaleza es capaz de iluminar con otra luz la conciencia de los hombres: “yo vine sin mucho interés por todo esto, pero cuando lo viví sentí un estallido de emociones”, dice convencida. “Fue un año muy duro para todos por el coronavirus y no dejo de pensar que finalizarlo siendo testigos de esto es una bendición. Ojalá pudiéramos conectar más con la sabiduría del universo para poder ser cada vez mejores personas”, agrega.

Gladys forma parte del grupo de expedicionarios que liderados por expertos del Observatorio Astronómico de Ampimpa se trasladaron a la Patagonia para ver el fenómeno en su totalidad. Eligieron como zona de observación el paraje desértico de San Francisco de Pailanú, a unos 170 kilómetros de la localidad ríonegrina de General Roca.

Llegaron al lugar a las 8.45 de la mañana. Desplegaron sus cámaras y telescopios sobre la tierra semiarenosa de la estepa azotada por fuertes vientos. A las 11.50 horas, cuando la luna dio su primera “mordida” al sol, fueron testigos de los cambios que operaron en la naturaleza camino al eclipse total: la iluminación se volvió tenue, opaca; las tonalidades de la estepa comenzaron a adquirir colores fríos, fueron perdiendo saturación hasta igualarse en un paisaje ceniza.

Una bandada de loros barranqueros sobrevoló confundida sobre el grupo de personas. Todo esto hasta segundos antes de la totalidad. “Desde el principio la sensación fue conmovedora”, dice Mirtha Otaño, ingeniera y artista plástica. “Uniendo mis dos profesiones te diría que fue un hecho inolvidable científica y poéticamente”, añade.

A las 13.12 horas se vio el último destello de sol antes de la totalidad, llamado “anillo de diamante”. La breve noche del eclipse cayó sobre los conmovidos expedicionarios. El cielo de un color cobalto se fue oscureciendo hasta que se vieron estrellas y planetas: Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno. La temperatura descendió cuatro grados. Los vientos se volvieron más intensos. Una franja de luz rosada, como la del amanecer, se instaló en los 360 grados del horizonte del desierto. En el haz de luz alrededor de la luna, las llamaradas solares parecían pequeños tentáculos: “Fue increíble, había un agujero en el cielo”, dice el aficionado a la astrofotógrafía Facundo Jauri. “Se siente algo emocional muy intenso porque es una imagen nunca antes vista, que el cerebro no está listo para procesar”.

Hubo muy pocas nubes en el cielo y no obstaculizaron la observación. El eclipse en su totalidad duró dos minutos y diez segundos. Tras otro destello similar al inicial, el día volvió a la Patagonia iluminando los rostros conmovidos, muchos aún con lágrimas en los ojos. Las miradas se buscaban entre sí, hermanadas. Prevalecía en los comentarios una clave ancestral: “uno se pregunta cómo vivirían el fenómeno las civilizaciones antiguas si aún hoy, con todo el conocimiento científico que tenemos, nos impacta internamente de esta manera”, reflexiona Susana Denner, bioquímica.

“Es conmovedor porque superamos muchos obstáculos para poder llevar a cabo la expedición en un año tan particular”, dice Alberto Mansilla, director del OAA y líder de la travesía. “Y también porque en muy poco tiempo el espíritu humano pasa de la opresión de la noche a la alegría de la luz y eso es movilizador”.

Luego del estremecimiento, un final inesperado: personal del OAA propuso un brindis, con copas y champagne, en medio del hostil paraje. Los festejos seguirían con un asado de cordero patagónico y música de acordeón gracias a la hospitalidad de puesteros de la zona. Locales y visitantes se unieron en el entusiasmo de saberse testigos de un eclipse total de sol único e histórico para nuestro país.

Comentarios