Caso Fátima Elva Aparicio: “Yo gritaba del pánico: ¡La está matando!”

Caso Fátima Elva Aparicio: “Yo gritaba del pánico: ¡La está matando!”

Comenzó el juicio de la mujer que fue salvada por los vecinos de ser muerta a martillazos por su agresor. Los testigos complicaron al procesado.

EL ACUSADO. Luís Rondón no declaró; se le imputa haber atacado a martillazos a su ex pareja en 2019.  EL ACUSADO. Luís Rondón no declaró; se le imputa haber atacado a martillazos a su ex pareja en 2019.

“Volví de dejar a los chicos en el colegio y quise darme una ducha. Me siento en el baño y veo que Rondón sale de atrás de las cortinas y me dice ‘¡Bú!’ para asustarme. Lo veo que tenía guantes puestos y entonces imaginé que algo malo iba a ocurrir. Salí corriendo”, comenzó relatando Fátima Elva Aparicio, la mujer que sobrevivió a por lo menos 11 martillazos en la cabeza tras el ataque de su ex marido, Luis Ernesto Rondón.

La víctima señaló que la pareja ya se había separado hacía tiempo, pero que el 10 de mayo de 2019 el procesado había llegado desde Salta, luego de varias amenazas, y había irrumpido prepotentemente en su departamento. Según dijo, Rondón le propuso que pasaran el fin de semana en familia pero ella se negó a quedarse y simplemente abandonó su vivienda y se alojó con su hermana. El 15 de mayo regresó al domicilio de Bernabé Aráoz al 100 solo luego de que el imputado le escribiera mintiéndole que ya había regresado a su provincia.

“Me tomó del hombro y me derribó, se subió encima y empezó a asfixiarme con las manos, pero como no pudo agarró un martillo que había cubierto con cinta de embalar y empezó a golpearme en la cabeza”, describió la denunciante.

Salvada por los vecinos

Los gritos de la víctima y los ladridos del perro alertaron a los residentes del edificio que fueron a ver quá pasaba. Dos bicipolicías y el servicio de emergencia 107 llegaron a tiempo gracias a la rápida reacción de los consorcistas. Luciana Sastre fue una de las primeras en acudir al grito de socorro. Según declaró ante el tribunal, intentó abrir la puerta pero el acusado se la trancó y le respondió que todo estaba bien. En ese momento vio que brotaba sangre desde abajo de la puerta del departamento.

“Yo gritaba: ‘¡la está matando! ¡La está matando!’”, relató la testigo sin darse cuenta que también gritaba esos dichos en su declaración. Revivió la traumatizante escena y volvió a sufrir el mismo ataque de nervios que entonces. Las lágrimas la invadieron, pero no pudieron vencerla. El dolor no evitó que concluyera su versión ni que señalara al procesado, a quien tenía sentado a pocos metros.

TESTIGOS. Los policías que asistieron a la víctima durante su declaración. TESTIGOS. Los policías que asistieron a la víctima durante su declaración.

“Se reía el desgraciado mientras le decíamos que ya venía la Policía. En el pasillo se veía la mancha de sangre de cómo había arrastrado a Fátima, que estaba irreconocible, con los cabellos ensangrentados sobre el rostro”, completó Sastre.

Los médicos asistieron a la víctima y la llevaron al hospital Padilla donde fue internada en terapia intensiva. Los profesionales de la salud citados a declarar coincidieron en que la vida de Aparicio había corrido grave peligro.

Sobre el acusado pesa la imputación de tentativa de homicidio agravado. Además ya había sido denunciado anteriormente por agresiones a la víctima cuando ella decidió separarse. La fiscala Estela Giffoniello y la abogada querellante Mónica Pérez formulan esos cargos ante los jueces Alicia Freidenberg, Stella Maris Arce y Eduardo Romero Lascano.

No declaró

Ayer Rondón prefirió abstenerse de ser sometido a preguntas. En su lugar se leyeron las declaraciones que plasmó en 2019.

Según dijo a los días de ser detenido, y luego en otra declaración de septiembre, llegó el 10 de mayo en colectivo a Tucumán con el fin de festejar su cumpleaños y el de Aparicio (nacieron un 10 y un 11 de mayo) junto a dos de sus hijos que viven en nuestra provincia. Argumentó que él estaba por tomar una ducha cuando su esposa volvió y entró al baño sin darse cuenta de que él estaba tras las cortinas. Planteó que empezaron a discutir porque él sospechaba que ella tenía un amante.

Una imagen de la víctima

Tras nueve horas de juicio, el público y la prensa debieron abandonar la audiencia virtual por decisión del tribunal. La decisión se debió a que un usuario compartió una imagen de la víctima en el hospital y escribió: “queremos justicia por Fátima”.

Hubo riesgo de muerte: médicos, peritos y policías declararon en el juicio y comprometieron al acusado

“El señor Rondón estaba en el departamento. Estaba en estado de shock y me dijo: ‘se me fue la mano’”, relató el policía Santiago Santillán, el primero en llegar a la escena.
Testificaron además los profesionales de la salud que atendieron a la víctima luego del brutal ataque. La médica Eugenia Ovejero detalló que Fátima Aparicio padeció un traumatismo encéfalo craneano grave y que debió ser atendida en terapia intensiva, con respiración artificial y coma inducido para que resistiera el tratamiento. Indicó que la vida de la paciente corrió peligro y que pueden haber quedado secuelas. Sobre el riesgo de muerte coincidió la médica del servicio 107, María Beatriz Alcocer, que señaló que debió proceder rápido a limpiar las vías respiratorias y a dar aviso al hospital. Un forense de la Policía aseveró que las lesiones sólo respondían a sucesivos golpes.

“Vi una masacre”: la hermana de la víctima temió por la vida de Aparicio y de sus sobrinos

María Eugenia Aparicio declaró como testigo. La hermana de la víctima contó que se enteró del hecho por Daniel Pacheco, actual pareja de su hermana Fátima. “Sabíamos que había pasado algo horrible. Llegamos al edificio y nos dejaron pasar, subimos las escaleras y vimos a los vecinos, a la Policía y al charco de sangre que salía hasta el pasillo”, describió la mujer antes de romper en llanto. “Pensé que estaba viendo una masacre, pensé que este tipo había matado a mi hermana y a mis sobrinos, porque también a ellos les pegaba”, añadió la familiar de la víctima. María Eugenia contó que la noche anterior había recibido a su hermana en su casa porque el imputado Luis Rondón había encontrado el domicilio donde Fátima alquilaba y se había presentado de sorpresa. “No le avisó a la Policía ese día porque temía de que fuera peor. Estaba amenazada”, cerró.

“Le dije que comprendiera”: la pareja de Aparicio dijo que Rondón lo amenazaba y que se presentó en su trabajo

Daniel Fernando Pacheco contó que se conocieron con Fátima Aparicio luego de que ella se separara. “Rondón primero me escribió diciéndome que dejara de molestarla, que él era el marido cuando ya no eran pareja”, indicó el declarante ante el tribunal. “Averiguó donde trabajaba yo y vino una noche a buscarme. Le dije que no hablaría con él, pero a los días me estaba esperando temprano en el lugar y hablamos bien. Me dijo que él era el marido y que no aceptaba nuestra relación. Yo le dije que Fátima había decidido otra cosa, que lo comprendiera y siguiera su vida”, describió el joven. Pacheco dijo que tras eso comenzó a recibir amenazas de muerte hacia él, sus padres, sus hijas y a Fátima. Contó que sabía que cuando su pareja se separó, Rondón ya la había agredido a golpes y le había roto el celular antes de que pudiera denunciarlo y escapar de Salta.

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