“El barbijo y la distancia siguen siendo fundamentales”

Un médico tucumano que trabaja en Estados Unidos dice que la cuarentena en Argentina salvó muchas vidas. La llegada de la vacuna.

ORGULLOSO. Neme egresó de la UNT y hoy está al frente de unos de los hospitales más prestigiosos de Seattle. foto Gentileza santiago neme ORGULLOSO. Neme egresó de la UNT y hoy está al frente de unos de los hospitales más prestigiosos de Seattle. foto Gentileza santiago neme

Estados Unidos es, quién lo duda, primera potencia mundial. Sin embargo, actualmente atraviesa una segunda ola de coronavirus más virulenta aún que la primera. Con 263.000 personas fallecidas y mas de 13 millones de contagiados está a la espera, como el resto del mundo, de una vacuna que colabore para detener esta pandemia. Y es allí donde un tucumano combate este virus desde la dirección del University of Washington Medical Center, Northwest Campus, en Seattle. Santiago Neme se fue de su Tucumán natal hace más de 20 años luego de haberse graduado en la UNT y hoy, a través del teléfono, le confirma a LA GACETA su preocupación: “esta pandemia de coronavirus va a ser detenida, pero va a haber más pandemias, más epidemias y nuevos virus, y debemos elevar cuanto antes nuestro nivel de preparación para combatir esto. Debemos estar preparados para organismos emergentes y para eso debemos cambiar muchos hábitos, no sólo a nivel personal, sino como sociedad”.

El diálogo fue como sigue:

¿Cuál es la situación actual del Covid en EEUU?

- Esta bastante complicado. Con números que suben en vez de bajar. Creo que la mayor parte de la barrera que tenemos es principalmente el tema de que la gente está bastante cansada del aislamiento, quiere estar con las familias y entonces sale del núcleo de la casa y se expande el virus. Las reuniones con amigos son principales fuentes de contagios a lo que hay que sumarle que más de 50 % de las personas infectadas no tienen síntomas. Para peor las temperaturas cayeron, por lo que la gente está toda dentro de las casas, donde no circula el aire y el riesgo de contagio es mayor. Además muchos no tomaron la Covid seriamente y circuló muchísima desinformación. Hay 50 Estados y en algunos no hay mandatos de usar barbijo, por lo cual es un desafío muy grande. Y cada Estado maneja su sistema de salud, pero se demostró que cuando se responde en forma simultánea hay más éxito.

¿Qué se sabe de la vacuna y de sus resultados?

- Tenemos dos vacunas americanas, las de Pfizer y la de Moderna, que hasta aquí tienen una eficacia de más de 95 %, que es muy alta. Las dos vacunas usaron tecnología de ARN mensajero, es decir un código genético en lugar de un virus atenuado o inactivado que también va a permitir el desarrollo de vacunas más rápidas. La eficacia, que fue probada, es del 95, pero tenemos que ver que eficacia no es lo mismo que la efectividad. Creemos que el 11 de diciembre vamos a poder administrar las primeras dosis.

¿Cuándo cree usted que se podrá volver a la normalidad, si es que se puede pensar en algo así?

- La gente está focalizada en la llegada de la vacuna, pero hay que entender que nos va a ayudar ya mismo. Pienso que podremos tener una vida más normal el año que viene, entre junio o julio del año que viene. Hay que entender que hay un tiempo entre que uno toma la vacuna y el tener en efecto buscado. Estas vacunas, o al menos las tres principales, son de dos dosis. Debemos tener en cuenta que todos los días se mueren personas de coronavirus. Todos los días hay nuevos casos. En los próximos tres o cuatro meses hay que seguir cuidándose y siguiendo las recomendaciones. Vamos a tener buenas sensaciones si más del 70% de la población se vacuna. Argentina es un país donde se priorizan las campañas de vacunación, pero en muchos lugares del mundo hay desinformación sobre esto.

A pesar de que ya pasaron ocho meses desde que se declaró la pandemia, aún hay gente que reniega de los cuidados. ¿Cuáles son las principales medidas de prevención?

- Lo fundamental es el tema del barbijo, la distancia física y la ventilación del lugar. Cuando hay circulación de aire es menor la probabilidad de transmitir el virus. En lugares cerrados el aire está saturado, por eso es muy importante también la duración de una reunión. Ninguna medida es perfecta, la distancia y el barbijo o la ventilación no son infalibles, pero la suma de las medidas es lo único que nos puede ayudar a evitar nuevos contagios.

En Argentina hubo muchas críticas con respecto a la duración de la cuarentena. ¿Qué opina usted?

- La cuarentena fue muy exitosa, y salvó mucha vidas. El problema, mirando en forma retrospectiva, fue cuando se decidió abrir de una manera binaria, es decir todo o nada. Hubiera sido mejor abrir o cerrar, pero se abrió de una forma súbita. Es un problema muy común en la mayoría de los países. Todos tuvimos este problema. También soy un convencido de que debería haber más testeos, como una forma eficaz de descubrir a los transmisores del virus. Pero cada uno hace lo que puede. En Estados Unidos hay recomendaciones, pero es complicado evitar la socialización física. Tenemos que tener en claro, digo otra vez, que lo mejor es tratar de estar en espacios abiertos, con reuniones que duren lo menos posible y utilizando todo el tiempo que se pueda los barbijos. Todo tiene que ver con el contacto de una persona con otra persona.

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