Arte en crisis: Yerba Buena quiere que vuelvan los shows

Arte en crisis: Yerba Buena quiere que vuelvan los shows

Autoridades municipales presentaron un protocolo que replica precauciones generales para evitar contagios. Aire libre antes que lugar cerrado.

BURBUJA SOCIAL. El público estaría diferenciado en grupos para evitar contacto, según la idea de Yerba Buena. BURBUJA SOCIAL. El público estaría diferenciado en grupos para evitar contacto, según la idea de Yerba Buena.

En todo el país se está avanzando en definir criterios para que la actividad artística regrese con público presente en vivo, en forma controlada y con pautas sanitarias que minimicen el riesgo de contagiarse de coronavirus.

El extremo de habilitar distintos emprendimientos en espacios abiertos y cerrados (como bares, restaurantes, gimnasios y templos) y mantener a los teatros sin posibilidad de abrir sus puertas, ni siquiera para el acceso a espacios al aire libre en patios internos, deriva en una situación considerada por los responsables artísticos de injusticia, que está generando repulsas en todo el país. Los movimientos reclamando protocolos de funcionamiento en vez de prohibiciones generan una presión sobre las autoridades, conscientes además de que el sector es uno de los más perjudicados en pandemia. Las quejas se dan tanto desde entidades empresariales como de grupos independientes.

Desde la Dirección de Cultura de Yerba Buena se elevó al Comité Operativo de Emergencia (COE) de la Provincia un protocolo para su aprobación, tendiente a “la reanudación de actividades culturales escénicas y presenciales del sector público y privado, en formato autoconcierto o burbujas sociales”, según el título elegido para el documento. Es que hay plena certeza de que una agenda de shows revitalizará la vida en esa ciudad, lo que implicará un aumento de ingresos (incluso de recaudación fiscal).

Las modalidades propuestas “se están desarrollando exitosamente en los países en los cuales la pandemia de covid-19 ha registrado mayores casos (que en Tucumán), como una alternativa que respeta el distanciamiento social y que se puede desarrollar”, se indica en la nota de elevación presentada por el director Fernando De la Orden y el intendente Mariano Campero.

Hay un antecedente en marcha: el autocine en el predio anexo a la Dirección de Cultura de la Municipalidad (Las Higueritas y Mariano Moreno), donde se realizan proyecciones todas las semanas. Grupos empresarios privados estudiaron (pero no prosperó hasta ahora) abrir otros autocines en La Hoya y en el estacionamiento del shopping Portal, ideas que podrían reactivarse con el aval del COE para shows.

La propuesta fue bien recibida por los responsables de la sala Nonino y del bar La Coupole (ver “Gestores...”), pero consideraron insuficientes las pautas propuestas.

Los objetivos declarados por las autoridades son: “recuperar el mayor grado de normalidad posible, bajo normas estrictas de control y responsabilidad; brindar a la población ofertas artísticas, culturales y recreativas cuidadas, y ofrecer a artistas posibilidades laborales genuinas y responsables”. Reivindican la necesidad de tener la máxima “normalidad posible en cuanto al funcionamiento económico y social, pero con los mayores cuidados, incluyendo las actividades artísticas, culturales, recreativas y lúdicas imprescindibles para la salud psicoemocional de la población”.

Puntualmente, desde el municipio se mocionan dos posibilidades concretas “comprobadas mundialmente”, ambas al aire libre (aunque en el texto, al hablar de los músicos, se introduce la idea de “preferentemente” en espacios abiertos y no excluye los cerrados): las “burbujas sociales de sujetos convivientes” y el “auto concierto”, para seguir los posibles espectáculos desde dentro de un vehículo, siempre limitado a personas que deben demostrar que viven en la misma casa mediante el DNI de cada uno. La idea confesa es evitar “el uso de ventilación por acondicionadores de aire, como así también ventiladores de techo y/o de pared” de salas confinadas.

Pautas conocidas

Dos observaciones figuran desdel comienzo mismo en el escrito: se precisa que la implementación se dará “cuando una próxima fase epidemiológica lo permita” y que “no es un protocolo de actuación definitivo, sino un conjunto de pautas a considerar al momento de reformular la reapertura de la actividad cultural”. “Se pretende tener en cuenta y respetar todas las recomendaciones y medidas de protección y prevención emanadas desde la Organización Mundial de la Salud y del Ministerio de Salud de la Nación”, se resalta en el documento, y se asume que toda realización de espectáculos será hecha “bajo estricto control y supervisión de las autoridades gubernamentales pertinentes (Provincia/Municipio)”.

Las medidas de higiene y sanitarias propuestas no difieren en general de las vigentes para otras actividades ya permitidas, lo que refuerza la sensación del sector artístico (incluyendo a los productores de shows) de que se deja para último momento lo referico a la actividad cultural.

“Respeto de la distancia social, desinfección de salas en todas sus áreas, provisión de elementos de higiene, definición de uso de elementos y normas de protección para público, personal técnico, de producción y artístico”, es el enunciado de presentación del tema, seguido del acondicionamiento de espacios y habilitación de permisos de trabajo y de los indispensables traslados a artistas y colaboradores.

Como es obvio, nadie que tenga algún síntoma coincidente con contagio (temperatura superior a 37°, tos, dolor de garganta, cansancio o falta de aire, pérdida del gusto y/o del olfato, entre otros) podrá particular del hecho artístico, como protagonista, auxiliar o público. “Los eventos presenciales se implementarán siempre y cuando los artistas, público y/o familiares convivientes no se encuentren comprendidos en grupos de riesgo ni presenten síntomas”, es una de las pautas.

El uso de tapaboca será permanente y obligatorio durante todo el tiempo que dure la función o recital, y artistas y espectadores deberán llevar o tener al alcance alcohol en gel para limpiarse las manos y las superficies que toquen.

Mantener una distancia de dos metros entre las personas; no compartir mate, vajilla ni utensilios; toser o estornudar en el pliegue del codo o utilizar pañuelos descartables y evitar el uso de aros, anillos, collares, pulseras y relojes figuran entre las pautas.

“Las funciones serán de corta duración y antes y después se deberán ventilar los ambientes. Se promueve evitar la circulación y el desplazamiento de las personas y así limitar la posible transmisión viral”, se menciona expresamente.

Las medidas abarcarán a representaciones teatrales (en formato monólogo o de pequeños grupos), recitales de músicos (en especial solistas, dúos o tríos), poetas, literatos, cineastas, artistas visuales, bailarines, coreógrafos, directores de orquesta o de bandas musicales, trabajadores del sector, y personal afectado a los espacios escénicos y contratado.

Se establece una especial desinfección de instrumentos musicales (por ejemplo, los vientos no podrán compartirse), micrófonos, equipos de sonido, fuentes y hasta cables, según sugerencias de distintas organizaciones nacionales de músicos. También se prevén “equipos mínimos de trabajo”, desinfección especial de elementos de trabajo y utilería y no compartir camarines. Los tapabocas deberán usarse constantemente también en los artistas, salvo cuando se esté en escena, ensayando o grabando, con una distancia entre ellos de 1,5 metro. Esto complica particularmente el desarrollo de ciertas escenas teatrales, en las que la cercanía es indispensable para el sostenimiento de la trama.

Hasta tanto se apruebe el protocolo, Yerba Buena está organizando una cartelera virtual con músicos locales (ya están confirmados el dúo La Yunta, Pablo Pacífico, el grupo de jazz Demodeé, Valeria Gepner, Tangueando Altaneros y la Orquesta Municipal, entre otros), en una convocatoria que está abierta y que comenzará el próximo mes hasta fin de año por las redes sociales del municipio. “Nos estamos regenerando y reformulamos las posibilidades de hacer arte y cultura”, destacó De la Orden.

Gestores culturales: reacciones de responsables de salas

La posibilidad de que se habilite la realización de espectáculos en Yerba Buena fue bien recibida por gestores culturales de esa ciudad, aunque con sabor a poco. La movida artística ya recomenzó en el bar La Coupole, donde todos los fines de semana hay shows al aire libre. “Me parece buena la iniciativa de retomar con la actividad cultural, pero no creo sea correcto hacer un único protocolo general -advierte su responsable, Néstor González Cei-. Lo que considero que se debería hacer es una propuesta específica para cada sala o instalación y con el asesoramiento de los distintos referentes tucumanos en la materia, para que desde cada experiencia se aporte sus conocimentos”. Desde la sala Nonino, su administrador Carlos Podazza (hijo) considera que es perfecto que se presente un pedido de reapertura de espacios al COE: “es hora de que se empiecen a mover las cosas, que se vean las mil y una formas para que vuelva a la vida esta actividad, con todos los cuidados y precauciones que correspondan”. “Además, las autoridades tendrían que dar alguna ayuda o ver la manera de apoyar a las salas que no cuentan con las posibilidades, infraestructura o asistencia técnica de la Casa de la Cultura Municipal. Los que somos dueños de espacios estamos peleándola solos para no cerrar; y en lo personal, como músico, también estoy totalmente parado, reinventándome en otras opciones porque la situación es muy compleja”, concluye.

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