27 Octubre 2020
Carlos Petón Vinciguerra.
La cercanía de la temporada de verano disparó una nueva polémica entre autoridades, empresarios del espectáculo y artistas independientes. Las idas y vueltas en Provincia de Buenos Aires para habilitar salas y teatros son la demostración de un combo de intereses políticos y económicos, necesidades culturales insatisfechas de la sociedad y urgencias de músicos y teatristas para su subsistencia.
Hay niveles de adecuación de espacios que son afrontados con nuevas inversiones, como lo reconoció a la agencia Télam el propietario del Teatro Victoria de Mar del Plata, Carlos Petón Vinciguerra: “las ganas de la vuelta son tales que nos encontramos trabajando sobre los planos del teatro, sus sistemas de ventilaciones y otras cuestiones; un trabajo a realizar que será arduo y con mucha conciencia para cuidar al público en su salud física y también espiritual”.
A su vez, la Red de Salas Independientes marplatenses lanzaron el reclamo “Tenemos derecho a trabajar”, desde su propia realidad. Viviana Ruiz, cabeza de El Séptimo Fuego, remarcó que los teatros “no son espacios de contagios” y que su reapertura permitirá “romper con la estigmatización”. Pero la agobiante situación económica, luego de estar cerradas desde marzo, es compleja: puede haber salas que no tengan recursos para readecuar su espacio, y sus elencos tendrían la opción de trabajar en otros teatros oficiales o comerciales. Por lo pronto, el municipio bonaerense de Escobar se adelantó y el 7 de noviembre reabrirá su sala comunal a público.
La Asociación Argentina de Actores, a su vez, pidió que “la reapertura del sector teatral se lleve a cabo de manera segura, con todas las garantías sanitarias que exige el actual y complicado contexto”. “El Estado debe declarar esencial la praxis presencial del arte porque es el único alimento que satisface una suerte de hambre que, de otro modo, no se saciará más que con violencia (entendiendo el consumismo como una de las formas de la violencia)”, sostuvo el director y dramaturgo Javier Daulte.
En la Capital Federal todavía no hay una definición sobre la apertura de la temporada teatral, sino una mesa de trabajo entre empresarios y funcionarios para tratar de consensuar protocolos, aclaró Carlos Rottemberg. “No hay una respuesta por sí o por no, pero sí la voluntad de intentar, lo antes posible, poder llegar a recibir público en las salas, con muy buena predisposición en el contexto de la pandemia”, dijo.
El mismo nivel de incertidumbre existe en Córdoba, donde los teatro de Carlos Paz reclaman una definición oficial sobre si podrán funcionar entre diciembre y marzo para realizar las reformas indispensables.
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