El virus dispone y el humano solo puede adaptarse

El virus dispone y el humano solo puede adaptarse

El mundo deportivo cambió en varios aspectos y algunas de las prácticas nuevas podrían mantenerse luego de la pandemia.

VACÍO. Hasta que las autoridades lo consideren necesario, las tribunas no tendrán gente. VACÍO. Hasta que las autoridades lo consideren necesario, las tribunas no tendrán gente.

Las miradas de reojo no se produjeron apenas la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia. Aislarse, en Argentina, sigue siendo la recomendación por parte de las autoridades sanitarias, porque la vacuna para neutralizar la covid-19 no existe todavía como tal. Desde marzo y con el paso de los meses, ese mensaje pandémico empezó a comprenderse en todo el mundo, no sólo en el país. El deporte comenzó a sentirlo también. Entonces, en ese momento empezaron las citadas miradas de reojo. ¿Qué se puede hacer ante una realidad en la que la única certeza es que el virus impone sus reglas? Buscar respuestas se convirtió en el “deporte” más practicado por los atletas, dirigentes, organizadores de eventos, entre otros.

A siete meses de la drástica irrupción de la pandemia, los cambios se sucedieron. Primero, había que retomar la actividad en casa en vista de que los entrenamientos, tanto para la alta competencia individual como colectiva, eran muy riesgosos de hacer en los sitios habituales. Hoy, hay un gimnasio casero en más de un hogar de los atletas.

Después, sin generar un contacto presencial, tener un vínculo más cercano entre cuerpos técnicos y entrenadores con el deportista se volvió necesario. Los entrenamientos virtuales siguen siendo una opción que no sólo beneficia al cuerpo: también a la mente del deportista, que siente más cercanía a lo que era la realidad pasada.

La protocolización, luego, es lo que permitió que algunos deportes pudieran volver a practicarse. El objetivo es que pelotas, autos, caballos, bicicletas, etcétera, sigan moviéndose con los más estrictos cuidados para que el virus no se propague. En todo el mundo los entrenamientos se redujeron en número de participantes. En Tucumán, deportes de contacto como rugby, hockey o fútbol 5 se las ingeniaron para suprimir el roce y poder volver, por lo menos, a los entrenamientos.

La NBA tuvo su campeón en una burbuja, otro concepto nacido de la pandemia, que se armó en el Walt Disney Resort donde 22 equipos estuvieron confinados tres meses, hasta que se conoció a los finalistas. En tenis, el US Open y Roland Garros, con estrictos protocolos que no fueron infalibles al virus, también coronaron a sus campeones. Lo mismo sucedió con el Tour de Francia en ciclismo que pudo completarse, pero pese a los esfuerzos y a los cambios, sí hubo casos. De la misma manera concluirá hoy el Giro de Italia, en el que se registró la baja de dos equipos porque varios miembros dieron positivo en los tests.

OPTIMISTA. Si bien extraña algunas cosas, Muratore les da el visto bueno a varios cambios. OPTIMISTA. Si bien extraña algunas cosas, Muratore les da el visto bueno a varios cambios.

Hay melancolía por las épocas pasadas libres de la covid-19, pero también hay aspectos para rescatar que surgen de los cambios obligados. “Estamos convencidos que, cuando pase todo esto, lo vamos a seguir usando”, reconoció Horacio Muratore. El ex presidente de FIBA, el máximo organismo del básquet mundial, y actual titular de la Fundación FIBA, no dejó de atender ni un día sus compromisos. Desde Tucumán y gracias a la tecnología virtual, asegura que en ningún otro año concedió tantas entrevistas a diferentes medios del mundo.

Algo similar ocurrió con los encuentros que habitualmente se realizaban en Ginebra o en Miami con sus pares. “En agosto tuve casi 40 reuniones, en septiembre bajó un poco y este mes volvió a subir. Todo es un constante aprendizaje”, remarcó Muratore con respecto al uso de las herramientas virtuales.

En la preferencia de FIBA está la plataforma Zoom y según cuenta Muratore el costo económico que se elevó es el de los traductores, ya que por cada cita hay que disponer de seis intérpretes. “El desarrollo de los árbitros, técnicos y dirigentes también cambió. Se implementaron capacitaciones semanales. Antes mandábamos gente a algún país para que den las charlas, ahora todo lo estamos haciendo por Zoom y está saliendo perfectamente. Es la nueva vida”, analizó el contador público nacional.

Así como en su rol dirigencial Muratore pondera la virtualidad en post de evitar contagios, algo parecido sucede con las conferencias de prensa. La relación deportista-periodista está modificada, al menos, hasta que la vacuna aparezca. La esperanza de que la competencia retome con las prácticas habituales, incluidas las ruedas de prensa, se mantiene. Pero ya quedó demostrado que, por ejemplo, Marcelo Gallardo puede estar en una de las salas del River Camp en Ezeiza y los periodistas que quieran indagarlo sobre un entrenamiento, pueden estar en una redacción de diario o, incluso, desde sus hogares.

Sin ánimo de aconsejar, Muratore deja la reflexión que vale para todos los deportes y, por qué no, para la vida misma. “Hay cosas que antes no las hacíamos, pero las aprendimos a hacer por necesidad. La palabra clave en todo esto es ‘adaptación’. Nos hemos tenido que adaptar a la realidad”, estableció el directivo.

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