19 Octubre 2020
UN AVANCE. Las mujeres argentinas acceden a los celulares en la misma proporción que los hombres.
Argentina ha logrado casi la paridad de género en la propiedad de teléfonos móviles desde 2010, y se destaca por ser la excepción. Así se afirma en un estudio de organismos internacionales que se presentó recientemente y que determinó que la exclusión digital es una barrera que golpea el trabajo, especialmente, de las mujeres rurales latinoamericanas.
Según el estudio “Desigualdad digital de género en América Latina y el Caribe”, de 23 países de América Latina y el Caribe analizados, en 17 es menor la proporción de mujeres que declaran tener teléfono celular.
La excepción son Argentina y Brasil que han logrado casi la paridad de género en cuanto a posesión de telefonía celular.
La iniciativa se presentó con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Rurales, fecha elegida por Naciones Unidas.
“Cuanto mayor es la brecha de género en la posesión de teléfono, peor es la inserción laboral, y las mujeres rurales son las menos conectadas”, concluyó la investigación realizada por la Universidad de Oxford con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
“El tema estudiado adquiere especial relevancia en tiempos de pandemia de covid-19, que aceleró cambios en las formas de producción y en las redes de comercialización de todo tipo de productos, como alimentos y otros bienes suministrados por el campo”, destacó el documento, que fue coordinado por la científica social italiana Valentina Rotondi.
El estudio “revela que el acceso reducido a teléfonos celulares y a internet se suma a diversos problemas enfrentados por las mujeres en el campo, como las barreras a la obtención de financiamiento, a capacitación, empleo formal y propiedad de la tierra”, dijo el director general del IICA, Manuel Otero.
Por su parte, el presidente del FIDA, Gilbert F. Houngboel, aseguró que las mujeres rurales siguen estando marginadas. “La falta de acceso equitativo a la telefonía móvil amenaza con exacerbar las desigualdades que ya experimentan. Si no ponemos solución a este problema, esta brecha podría revertir los logros obtenidos con tanto esfuerzo en materia de igualdad de género en las áreas rurales, lo que iría en detrimento del desarrollo rural en su conjunto”, advirtió.
Pese a que en la mayor parte de los países hay brechas de género, el estudio mostró excepciones.
Mientras Argentina y Brasil tienen casi una situación de paridad, Guatemala y Perú son ejemplos de naciones en las que la brecha de género es mayor, en tanto que en Chile y en Uruguay la proporción tiende a favorecer a las mujeres, sintetizó el informe.
“La rápida difusión de los teléfonos celulares ha mostrado potencial para reducir la exclusión digital y afectar positivamente la economía y el desarrollo social. Para muchas personas, los dispositivos móviles son computadoras baratas, fáciles de usar y eficaces, que permiten comunicarse, acceder a información y obtener acceso a servicios vitales vinculados a la salud, la educación y la economía o a vender su producción”, destacó Rotondi.
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