Food Art: recetas para colorear el plato de los más chicos

Food Art: recetas para colorear el plato de los más chicos

La creatividad ayuda a “disfrazar” las verduras ypotenciar el valor nutricional de la comida. Ideas.

 FOTOS DE ARIADNA GUTIÉRREZ

Con la comida no se juega, es cierto, pero nadie dijo que el menú diario tuviera que estar sujeto a un aburrido deja vu de ensaladas con tomate y lechuga o rebozados. Durante estos meses quedó demostrado que la cocina también puede ser un espacio para ponernos creativos. En especial, si eso nos ayuda a negociar los platos con vegetales y frutas con los comensales más pequeños.

Desde hace años, la propuesta del food art (concepto en que la comida se presenta en forma atractiva y montada para crear imágenes) ha ganado como adeptos a familias que desean incentivar en sus hijos el consumo de ingredientes saludables.

“Se trata de otra forma de conectarse con la comida, las grandes escuelas de cocina siempre hacen hincapié en la presentación y esta es una alternativa atractiva para reconstruir nuestro paladar y cambiar el paradigma que nos impuso la industria alimenticia. El food art demuestra que un almuerzo o postre puede verse bien sin necesidad de contener cosas poco saludables. Y que no hace falta fechas especiales, como cumpleaños, para agasajarnos”, comenta la cocinera e instagrammer Ariadna Gutiérrez, quien publica en su cuenta sus obras con legumbres y toque veggie.

Allí las focaccias se convierten en jardines con flores de choclo o las papas y los hongos pasan a ser la piel de realistas elefantes que transitan por suelos desérticos de porotos con chauchas.

La historia de Ariadna y su paso por el food art se remonta a los conflictos con su primer hijo a la hora de sentarse en la mesa y pensar en algo más que no sea puré. “Cuando nació su hermana, él tenía dos años y estaba en el período típico de la neofobia y la selectividad. Solía comer todo el tiempo lo mismo, así que empecé por querer llamar su atención en las comidas y, al investigar en internet, descubrí esta idea”, agrega la food artist y licenciada en tecnología de alimentos.

En Europa incluso existen instalaciones interactivas o performances en las que los espectadores disfrutan de los cuadros comestibles. Lo penoso es que son obras efímeras, y a veces el estómago de los críticos -sumado a la tentación visual- impide que lleguen para las fotos. Acá algunas recetas para intentar el food art en casa.

Pandas de arroz

Un secreto para animar la comida en forma rápida es usar como base el arroz japonés, ya que es por demás maleable luego de su cocción.

Ingredientes: 2 tazas de arroz para sushi; 440 ml de agua (debe ser 10% más de agua que de arroz); 25 g de atún en lata; 20 g de arvejas; 20 g de zanahorias ralladas; mayonesa a gusto.

Paso a paso:

1. Verter el arroz en un bol y lavarlo reiteradas veces hasta que el agua salga clara y sin almidón.

2. Dejar reposar por 30 minutos.

3. Colocar el arroz en una olla y añadir la medida de líquido.

4. Tapar y cocer a fuego medio. Hay que dejarlo hervir durante 2 minutos.

5. Bajar el fuego a mínimo y seguir cocinando por 13 minutos. Luego, reservar el ingrediente por 10 minutos.

6. Mojar nuestras manos con un poco de agua y sal y tomar el arroz a puñados. Hay que moldear en forma cilíndrica.

7. Realizar un orificio en el centro e introducir el relleno de atún y verduras. Volver a tapar y continuar el armado.

8. Con una tijera o cuchillo cortar tres tiras delgadas de alga nori y proceder a la decoración.

Extra: con el paso de las horas, el arroz nos quedará seco. Para su reutilización hay que hidratarlo con vinagre de arroz.

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