“La ropa sin género es un verdadero cambio de paradigma”

“La ropa sin género es un verdadero cambio de paradigma”

La idea que avanza es que se difuminan las diferencias en el vestir, asegura una asesora de imagen. Cuidar el medio ambiente.

LAS MISMAS PRENDAS. Lo importante es que no haya diferencias. LAS MISMAS PRENDAS. Lo importante es que no haya diferencias.
03 Octubre 2020

La moda de la vestimenta sin género se destacó en los últimos años en las pasarelas de Milán a Nueva York y tuvo un nuevo impulso con la pandemia.

Sus orígenes se remontan a la década de 1920 cuando la revolucionaria Coco Chanel impuso el pantalón.

La década de los 40 consagró esta prenda, al igual que la chaqueta de corte masculino, como ropa femenina.

En los años 70, Yves Saint Laurent creó el esmoquin para mujer.

“La moda siempre estuvo ligado a transformaciones sociales. La vestimenta no es sólo para la pasarela; es un medio de comunicación. Si uno mira al pasado, sobran ejemplos para entender esto. Después de la Segunda Guerra Mundial se extendió entre las mujeres europeas el uso del pantalón; el mensaje era claro: había un lugar que ellas debían ocupar. En los 80, el uso de hombreras estuvo muy asociado al papel de la mujer en la sociedad: endurecían su parte alta del cuerpo para decir “aquí estoy””, analiza Ivana Fernández, asesora de imagen y productora de moda (@customizadorapersonal).

La moda sin género, según Fernández, no es una tendencia; es definitivamente un cambio de paradigma con el fin de ser inclusivos y poner el foco en las personas por delante de lo establecido culturalmente.

“No tiene que ver con esa idea de que unisex significa que la mujer puede usar ropa de hombre. El cambio que se está gestando y que muchas marcas internacionales lo están adoptando está asociado a que el género pierde importancia en la moda y se difuminan las diferencias en el vestir: está claro que en cualquier guardarropa pueden coexistir prendas más andróginas. El genderless rompe con la idea de que la moldería para la prenda femenina debe basarse en un cuerpo sensual, con curvas”, explica.

El mensaje es dejar afuera los estigmas de género y ser inclusivos. “La ropa tiene que hacerte sentir bien. No es su función decir quién sos”, resume.

Y añade que, sin dudas, otro de los impactos de la pandemia es que hoy se valoriza mucho el trabajo que hay detrás de una prenda y que los materiales que se usen sean amigables con el medio ambiente.

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