Trump y Biden, a 60 años del debate de Nixon contra Kennedy

Trump y Biden, a 60 años del debate de Nixon contra Kennedy

En 1960, el joven candidato demócrata exhibió una mejor imagen durante la primera reunión televisada, que vieron 70 millones de personas.

CARA A CARA. Se dijo que Kennedy le sacó una leve ventaja a su rival. CARA A CARA. Se dijo que Kennedy le sacó una leve ventaja a su rival.

Desde hace 60 años, cada cuatro, millones de estadounidenses miran por televisión los debates entre los candidatos a la presidencia de su país. La primera discusión electoral televisada aconteció el 26 de septiembre de 1960, cuando Richard Nixon y John F. Kennedy se enfrentaron en los estudios de la cadena CBS, en Chicago; la próxima sucederá el martes en la Universidad Case de Cleveland, adonde acudirán Donald Trump y Joe Biden para cumplir con la tradición norteamericana. Y para simpatizar con los votantes que elegirán entre ellos dos el 3 de noviembre.

Si bien ni los colores ni la alta resolución eran características de los televisores de hace seis décadas, los 70 millones de norteamericanos que encendieron los suyos para ver aquel primer debate notaron muy bien el traje oscuro y la piel tostada y maquillada de Kennedy, quien contrastaba así con un Nixon de traje gris y aspecto cansado (acababa de salir de una internación, se secó varias veces el sudor de la frente y no usó maquillaje).

“Pero más allá de la estética de Kennedy -aclara Lorena Sarverry, docente de Política y Comunicación de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta)-, lo verdaderamente innovador fue que por primera vez la ciudadanía tuvo la posibilidad de conocer las propuestas en vivo. La audiencia fue extraordinaria. Y aunque los dos mostraron buena capacidad de argumentar, un demócrata joven y moderado resultó mucho más simpático que un republicano experimentado pero demasiado duro”.

EL DEMÓCRATA Y EL REPUBLICANO. Kennedy y Nixon, el primero sonriente, el otro más preocupado. EL DEMÓCRATA Y EL REPUBLICANO. Kennedy y Nixon, el primero sonriente, el otro más preocupado.

Después del debate, la empresa Sindlinger and Company les preguntó a 1.856 televidentes quién había ganado y encontró que, de hecho, una pequeña mayoría había visto mejor a Kennedy, de 43 años: el 30,2% votó por él, mientras que el 28,6% lo hizo por Nixon, de 47. Un mes y medio después, el 8 de noviembre, una mayoría aún más acotada (0,17%) puso al candidato demócrata en la Casa Blanca, aunque la distancia en el Colegio Electoral fue mayor: 303 contra 219 votos.

La sociedad opulenta

Por entonces Nixon se desempeñaba como vicepresidente de Dwight Eisenhower, que iba a dejar el Gobierno en medio de un ciclo de crecimiento económico. De hecho, Patricia Kreibohm, profesora de Historia Moderna y Contemporánea de la Unsta, observa que en el 60 Estados Unidos transita su edad de la opulencia: “los norteamericanos todavía traen el viento de cola de la posguerra y ya han alcanzado el punto de mayor confort del Estado de bienestar. Están entrando en la última década de una sociedad que, apoyándose siempre en los valores del mercado y la libertad, ha progresado y desarrollado la salud, la educación, la vivienda y el complejo militar-industrial”.

Pero si esa era la situación económica, ¿por qué perdió el vicepresidente Nixon? Aunque en alguna ocasión él atribuyó su derrota a no haber usado maquillaje en el primer debate contra Kennedy, para Kreibohm la demanda de derechos civiles para los negros es una de las causas que mejor explica la victoria demócrata.

“El de la segregación negra era un tema no resuelto y arrastrado desde tiempo atrás, y Kennedy representaba a quienes querían integrar a la parte de la población que todavía sufría la marginalidad. Además de que ni siquiera entonces Nixon era un político inmaculado, porque ya había tenido algunos conflictos y sufrido objeciones, uno de los factores clave fue que Kennedy recibió el voto de los negros”, explica.

El papel de la TV

Pero aparte de tener buena ponderación entre la población negra, Kennedy sí se destacaba por cuidar su imagen. “El clan Kennedy -recuerda Kreibohm- puso a disposición de los medios de comunicación la intimidad de la vida familiar y él se convirtió en la encarnación del sueño americano: se había casado con una mujer hermosa e inteligente, era un héroe de guerra y tenía una familia con trayectoria. Los norteamericanos prendían el televisor y a su lado Nixon quedaba bastante opacado”.

Por su parte, Sarverry destaca que la adaptación de la política democrática a los códigos de la televisión se profundizó a partir del debate entre Nixon y Kennedy: “el primer spot disruptivo había aparecido ya en la primera campaña de Eisenhower, pero recién en los 60 surge la figura del consultor político como un profesional que hace un diagnóstico para potenciar las fortalezas y trabajar las debilidades de un candidato.

Entre otros motivos, estas innovaciones políticas aparecen en Estados Unidos porque el voto no es obligatorio. Es en el debate donde quizá los indecisos terminan definiendo si votan y a quién votan, porque al votante partidario el candidato le habla en la convención, el mitin o las primarias”.

Así como, según enseña Kreibohm, la demanda por los derechos civiles de los negros fue determinante en la elección de 1960, la tensión racial actual será uno de los temas que Biden, de 77 años, y Trump, de 74, abordarán en el debate del próximo martes. Aunque algo menos jóvenes que Kennedy en 1960, tanto el ex vicepresidente como el actual mandatario quizá se probarían con gusto el elegante traje negro que el presidente demócrata llevó a la televisión en su primer encuentro con Nixon.

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