¿Sabías que...?: sandwiches populares con nombres de políticos

Si los tucumanos tenemos comidas que nos identifican, como el famoso “sánguche” de milanesa, la extraordinaria y legendaria “milanga” que genera pasiones en otros lugares, también hay alimentos que dejan su marca. En el “Jardín de la República” al sándwich de carne se le dice lomito o radical, denominación que no sabemos su origen pero que quizás estaría asociada a militantes del partido radical. Este emparedado que tiene similitudes con la “milanga” en cuanto a pan y acompañamiento como lechuga, tomate y aderezos se diferencia en que el interior lleva un buen pedazo de carne cocinado que hace las delicias de todos. Como vemos, nombres clave para entendernos con tucumanos hechos y derechos. Pero esos manjares, sin poner en valor cuáles son mejores, reciben algunos nombre diferentes más allá de la cordillera de Los Andes. Sí, en Chile. Quienes cruzaron el cordón montañoso y se acercaron a algún bar para comer algo fueron tentados con “un Barros Luco” o “un Barros Jarpa”. Definamos cada uno de ellos. El Barros Luco es un sándwich caliente hecho a base de un bistec de carne de ternera a la plancha y acompañado de queso cremoso. La carne más usada es el filet o el lomo y el tipo de pan más común es el de hamburguesa, aunque hay quienes usan pan amasado e incluso pan de molde. O sea, tiene cierta similitud, sólo cierta, con nuestro lomito. El Barros Jarpa es lo que la mayoría conoce como el sándwich mixto caliente, dos rodajas de pan de molde blanco tostado rellenos de jamón y queso. De tal manera, el que pedimos como: “mozo tráigame un tostado de jamón y queso” ya que si decimos sólo “mixto” el mozo no preguntará “¿de qué?” pensando en ternera u otro fiambre. Pero volvamos a Chile para conocer el porqué de los nombres para esos dos manjares populares. Entre 1910 y 1915 el presidente de Chile fue Ramón Barros Luco, no vamos a decir nada de su accionar de gobierno ni político, pero su nombre quedó en la historia inmortalizado en uno de los sándwiches más populares del país. La historia cuenta que el presidente era asiduo concurrente a la confitería Torres de Santiago donde pedía un sándwich de carne especial, al que le gustaba que le colocaran queso que era calentado y se derretía. Los parroquianos comenzaron a imitarlo y pedían “el sándwich de Barros Luco”. Por otro lado el “barros jarpa” también se relaciona con un político, Ernesto Barros Jarpa, que en la década de 1920 jugó un papel decisivo en las relaciones limítrofes entre Perú y Chile y fue ministro de Relaciones Exteriores. Este nombre fue impuesto desde el Club de la Unión en honor al mencionado y era una sustitución del lomo por el jamón cuando hubo veda en el vecino país, según algunos. Otros dicen que el mismo Barros Jarpa pedía que le pongan jamón porque la carne le caía pesada. Los cocineros, al verlo llegar al club gritaban: “uno de Barros Jarpa”, naciendo así el segundo sándwich más popular de aquel país.