Los ocho miembros de una familia de Aguilares se reencontraron después de haber contraído coronavirus

Los ocho miembros de una familia de Aguilares se reencontraron después de haber contraído coronavirus

Estuvieron más de dos semanas aislados. La abuela de 84 años también se contagió y se recuperó.

Los ocho miembros de una familia de Aguilares se reencontraron después de haber contraído coronavirus

En medio de la angustia y de la incertidumbre que genera la pandemia de covid-19, aparecen también brotes de felicidad. Ayer fueron dados de alta en el hospital de Aguilares ocho miembros  de una familia de esa ciudad que permanecieron aislados durante más de dos semanas en ese centro asistencial. Todos resultaron positivos de coronavirus, entre ellos la abuela de 84 años, quien en ningún momento acusó síntomas de la patología. 

Se recuperaron perfectamente del contagio y este lunes estallaron de alegría al volver a encontrarse en el hogar que comparten. La historia fue revelada por Lucas Issa (32 años) a través de su cuenta de Facebook. Se trata de un comerciante que el 27 de agosto pasado dio positivo para coronavirus. Fue el primero de la familia en contraer el virus. Antes de éste diagnóstico y al desconocer que estaba infectado, contagió a su esposa, a sus tres hijos, a sus padres y a la abuela. Lucas contó que se relacionó normalmente con todos sus seres queridos porque no tenía indicios de que tenía el virus. 

“Después comencé a tener dolor de cabeza y sospeché que podía ser coronavirus. Me hice el hisopado y dio positivo. Cuando me enteré casi me caigo de espaldas”, relató. Issa fue internado en el hospital local y ahí permaneció un poco más de dos semanas. Confesó que los primeros días la pasó muy mal al acusar dolores de cabeza, vómito y fiebre. Después se le declaró una neumonía. Pese a todo superó ese cuadro y comenzó a sentirse mucho mejor. Fue entonces que se enteró que en otra sala, a solo metros de su cama,  estaba su padre. “Fue muy angustiante enterarme que mi viejo también estaba internado. Ninguno podía hacer nada por cada uno. Los únicos sostenes y contactos fueron los enfermeros, el personal de limpieza y de cocina. Ellos me daban el aliento que necesitaba”, comentó. 

Sus preocupaciones se profundizaron en la segunda semana cuando le revelaron que traían a internación a su esposa e hijos porque presentaban síntomas. Los médicos le dijeron que era preferible que permanecieran en el centro asistencial para un mejor control de los chicos.  Los malos momentos de Lucas comenzaron a quedar atrás cuando el lunes le dieron de alta. Y éste miércoles  su alegría fue mayor cuando le informaron que  su esposa, hijos, padres y la abuela, estaban recuperados y que regresaban a casa.

“Mi abuelita de 84 años contrajo el virus, pero increíblemente no tuvo ningún síntoma”, remarcó Lucas. El hombre es comerciante de ropa y cree que pudo haberse contagiado en su negocio pese a las prevenciones que había adoptado. Tampoco descarta que haya sido cuando fue a la capital para un turno médico. Ahí tuvo contacto con varias personas. Lucas, finalmente, repartió agradecimientos a los médicos, enfermeros y otros trabajadores que “arriesgan su salud para cuidarnos y contenernos emocionalmente”.

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