Por Julio Marengo
04 Septiembre 2020
EN FAMILIA. En la unión con Amelia, Agustín adoptó hijos, nietos y bisnietos como propios.
“¿Solamente por teléfono? ¿No va a ser videollamada?”
Suena el celular y Agustín Navarro está sentado en el comedor de su casa, en Villa Luján, esperando la llamada de LA GACETA. En realidad, él esperaba una visita, con fotos y todo, pero a su médico de cabecera le pareció una locura en medio de la pandemia. Agustín ha superado ampliamente la barrera de la edad de riesgo para el covid-19: acaba de cumplir 108 años. Pero si no hay visita, al menos pide que sea una videollamada. La cuarentena lo amigó con la tecnología, definitivamente.
No hay certezas pero tampoco quedan casi dudas: Agustín sería el vecino más antiguo de la ciudad. En su siglo y casi una década ha visto dos guerras mundiales y dos pandemias, como militar ha defendido las ideas del general Perón y también ha integrado gobiernos municipales: ha sido director de Tránsito en la ciudad durante la gestión de Carlos María Torres y luego secretario de Gobierno en la ciudad de Santa Fe. Trabajó hasta los 80 años y se casó por segunda vez... a los 93.
“Pero 93 muy bien puestos, bien parado, es un hombre que nunca aparentó la edad que tenía”, sale al cruce Amelia Rodríguez, su actual esposa, una mujer 35 años menor. “Yo lo conozco del barrio desde que era chica. Siempre dije: ‘¡qué viejito mirón!’. Y bueno, quedó viudo, yo también, y me conquistó”, remata Amelia.
EN FAMILIA. En la unión con Amelia, Agustín adoptó hijos, nietos y bisnietos como propios.
Ella se ha convertido en la traductora y en la persona que mejor lo entiende. Agustín tiene una salud de hierro, pero algunos achaques propios de la edad. “No escucha bien... cuando no quiere escuchar, se hace el distraído”, cuenta Amelia. Pero en estos 15 años juntos ella ha aprendido a llamarle la atención: “cuando lo quiero hacer renegar, solamente para pelearle porque hay que mantenerlo activo si no nos aburrimos los dos solos, le digo que soy radical. Y sí, funciona, se enoja y me dice ‘gorila’”, confiesa y larga una carcajada.
“¿Que qué pensé? No tuve tiempo de pensar nada. Me enteré cuando ya estaban casados, recién ahí me avisaron”, responde Mario Véliz, hijo de Amelia, cuando se le pregunta acerca de su reacción al enterarse de que su madre se casaría en segundas nupcias con un candidato de 93 años. Está claro que Amelia no es de esas personas que acostumbran consultar antes de dar algún paso importante. Funcionario municipal, Véliz comparte con Agustín la pasión por la camiseta del peronismo.
Buen carácter
Agustín nació el 28 de agosto de 1912, cuando LA GACETA llevaba apenas 3 ediciones (la primera fue el 4 de agosto de ese año). “Toda su vida leyó el diario, de punta a punta, hasta principios de este año que, por su catarata, dejó de darle la vista para leerla. No lo pueden operar por el riesgo que implica”, detalla la esposa.
Leer, llevar una vida sana sin excesos, nunca un cigarrillo y el buen carácter parecen ser los secretos de la longevidad de Agustín. “Pero mujeres, de a montones. Eso sí. Parece que las mujeres dan salud”, bromea Amelia. Otro dato, que pare muchos no será menor dentro de este mapa de buenos hábitos que podrían llevar a la longevidad: a Agustín le gusta poco y nada la carne de vaca, la consume en pequeñas cantidades y no todos los días.
Ya no se levanta al alba como lo hacía antes, y duerme hasta cercada del mediodía. Amelia, agradecida, porque antes tenía que bailar a su ritmo. Con gusto, claro, dice ella. Él, solo tiene palabras de agradecimiento hacia ella, una de las grandes responsables de que este ciudadano ilustre (declarado por la Municipalidad en 2018) haya soplado las velitas. “Y sigue pidiendo más, cada día pide un día más... ya es abuso”, se ríe Amelia.
Un vecino destacado
El 28 de agosto pasado, la Municipalidad de la capital agasajó a Agustín Navarro por su cumpleaños número 108. Nada nuevo para este veterano que, por su edad y por su trayectoria militar y política, ha sido reconocido en varias ocasiones. Una de las últimas fue cuando la Municipalidad lo distinguió como “Ciudadano ilustre”, el 29 de septiembre de 2018, durante los festejos por el Día de la Ciudad. Agustín, además, fue uno de los vecinos que cortaron la cinta del Monumento al Bicentenario, en 2016.
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