Que no nos tapen las contradicciones

Que no nos tapen las contradicciones

Autoridades y deportistas tienen permanentes desafíos, con resultados diversos.

SE PUEDE. El tenis es un ejemplo de deporte posible, pese a la situación pandémica que se está atrevesando. la gaceta / foto de josé nuno (archivo) SE PUEDE. El tenis es un ejemplo de deporte posible, pese a la situación pandémica que se está atrevesando. la gaceta / foto de josé nuno (archivo)

Queda claro que, en materia de prevención ante una pandemia, nunca hay nada suficiente. Que cualquier medida que se tome para evitar contagios es necesaria. También, que hoy más que nunca hay que ser pragmáticos en el día a día, pues la situación epidemiológica así lo exige. Pero lo que no se entiende son las contradicciones, tanto de las autoridades que deben disponer normas, como también, en el caso que nos ocupa, de los deportistas que reciben el beneficio de una flexibilización o habilitación para una determinada práctica.

Mucho tiempo pasó sin que se efectúen actividades físicas. Gestiones intensas y presentación de protocolos mediante, se logró consumar un regreso. Pero en ese contexto no se entiende que, según las jurisdicciones, cambie la óptica. Por caso, en Tucumán -como en varias provincias- volvió el tenis, entre otras actividades. Y lo hizo a partir de su condición de deporte individual, sin contacto y que mantiene la distancia social. ¿Por qué no puede hacerlo en Buenos Aires, donde el fútbol ya recibió autorización, como así también los deportistas olímpicos? Lo paradójico -y preocupante- fue que se organizó una marcha de protesta de profesores hacia la Quinta Presidencial de Olivos. Y que con ella, se rompió la cuarentena y, de paso, se vieron imágenes con manifestantes que no respetaron la distancia social. ¿Así se pide una habilitación, quebrantando las normas?

Lo de la falta de respeto ya es un estigma del comportamiento argentino. Hay que agregar a ello la falta de responsabilidad, de compromiso y de seriedad. En el Comité Operativo de Emergencia de Tucumán se reciben todos los días informes (testimonios, fotos, videos) de aquellos que infringen las normas, pese a que oportunamente fueron presentados protocolos. En días recientes se clausuró una cancha de fútbol 5, y podría haber más que sigan ese camino; hay gimnasios que están en la mira; en redes sociales, y sin ningún tapujo, se ven fotos de grupos de enduristas, bikers, runners, motociclistas y pescadores, entre otros, haciendo caso omiso a las normativas de cómo practicar su disciplina en estos tiempos tan difíciles. Caso aparte el del fútbol de aficionados, que nunca estuvo habilitado, pero que igualmente produjo mareas humanas los fines de semana hacia la gran cantidad de canchas que hay sobre todo en las zonas periféricas de las ciudades, hasta que finalmente las autoridades decidieron hace unos 10 días profundizar los controles.

Están los casos de municipios, como el de Bella Vista que, pese a no presentar casos de coronavirus, decidió cortar por lo sano; allí, por dos semanas, nada de gimnasios, fútbol 5 ni centros deportivos. En otros, se decidieron más controles, y fortalecer la concientización. Esto es lo que hace falta. Pero también que la gente, el deportista, entienda a qué nos estamos enfrentando.

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