Higiene del hogar: probá con los limpiadores y los desinfectantes caseros

Higiene del hogar: probá con los limpiadores y los desinfectantes caseros

Crear nuestro propio limpiavidrios o compuesto multiuso es sencillo. Consejos para omitir los químicos y economizar.

INGREDIENTES. Los productos eco llevan cítricos y hierbas frescas o secas. INGREDIENTES. Los productos eco llevan cítricos y hierbas frescas o secas.

Cae de maduro que -en el contexto actual- la higiene de los espacios compartidos se volvió esencial. A tal punto que nuestro estante o recoveco destinado a los productos de limpieza acabó por convertirse en un botiquín de primeros auxilios.

El recuento de botellitas es alto y a la vez dudoso. Hay limpiadores para baño, líquidos desinfectantes, limpiapisos aromatizados, aerosol antibacterial y cremas que lustran muebles. Una diferente al tratarse de MDF, mármol o metal.

Sabemos que la cantidad no hace a la calidad, por lo que ser conscientes de nuestro consumo lleva a probar otras alternativas. Al igual que con la indumentaria o las compras de cuidado personal, la movida del cuidado ambiental puede aplicarse en casa.

“Los beneficios de limpiar con productos eco es que son biodegradables. Además, podemos cuidar los océanos porque se evita el derrame de las microesferas de plástico presentes en algunos jabones en polvo. Otro punto importante es el ahorro. La mayoría de los ingredientes que se necesitan para formularlos son de fácil alcance (seguramente los tenemos en casa), de bajo costo y con muy poco conseguimos grandes cantidades”, explica Johanna Milsztejn Petersen, creadora de una marca tucumana de cosmética natural.

Según la experta en champú sólido la salud es el segundo beneficiario, ya que las etiquetas del súper adicionan abrasivos tóxicos que a la larga traen alegrías, hipersensibilidad y resequedad dérmica. A continuación las “recetas” para salir del circuito.

PROPIEDADES. Hay aceites que tienen una función antibacterial natural. PROPIEDADES. Hay aceites que tienen una función antibacterial natural.

Limpiador multiusos

Esta fórmula es ideal para rociar azulejos, cacerolas y superficies con grasa. Aunque hay que evitar el mármol y el granito. Su elaboración tiene como compuesto base el vinagre macerado.

Hay algunas variantes de este “paso a paso” en que se deja deshidratar los cítricos para evitar que la humedad genere hongos o moho.

Ingredientes:

- Un frasco de vidrio, previamente desinfectado con alcohol.

- Vinagre blanco o de manzana.

- 4 cáscaras de cítricos como la naranja, el pomelo o el limón. Ellos nos aportarán las propiedades antigrasa.

- Ramitas de romero, de menta o de tomillo.

Procedimiento:

1. Lavar bien los cítricos y cortarlos en trozos. Evitá que quede la pulpa

2. Introducir las porciones frutales en el envase e incorporar las hierbas aromáticas.

3. Rellenar el recipiente -por completo- con vinagre. Es importante que el líquido cubra todas las cáscaras.

4. Cerrar el recipiente y dejarlo reposar en un lugar protegido de la luz por dos semanas.

5. Para optimizar el resultado, agitá la mezcla a diario. Y una vez completado el tiempo sólo debés filtrarla y reservar.

6. En un envase con pulverizador, agregar por partes iguales este vinagre macerado y agua.

EL GUARDADO. Se recomienda utilizar frascos de vidrio esterilizados. EL GUARDADO. Se recomienda utilizar frascos de vidrio esterilizados.

Jabón para la ropa

La preparación puede ser preservada hasta por un año y funciona para cualquier lavarropas automático por igual. Lo que debemos evitar es su uso en los ciclos de lavado para prendas delicadas o de lana.

Ingredientes:

- 1 taza de bicarbonato de sodio (es usado para blanquear).

- 1 taza de jabón en pan rallado.

- 1 taza de vinagre blanco.

- 15 gotas de cualquier aceite esencial para añadir perfume. El de árbol de té o clavo de olor le suman la función antibacterial al producto.

Procedimiento:

1. Calentar el agua en una olla, sin llegar al punto de hervor.

2. Incorporar las hebras de jabón y revolver hasta que se derritan.

3. Dejar enfriar por varias horas y agregar medio litro extra de agua fría.

4. De a poco, sumar el vinagre y el bicarbonato de sodio. Tranquilos: es normal que la mezcla tenga efervescencia debido a la reacción ácido-base de sus componentes.

5. Con el paso de las horas, la textura quedará similar a la plastilina. En partes hay que licuar o procesar la “masa” para mejorar su integración.

6. Colocar el jabón en un recipiente, sumarle las esencias y mezclar por última vez. Et voilà!

Limpiavidrios y vajilla: sacale brillo a las superficies

Para convertir en transparentes las ventanas o los espejos el secreto elemental es diluir ⅓ de vinagre con ⅔ de agua. Tras rociar el líquido en el objeto, hay que esparcirlo con un paño vegetal o papel de diario. Recordá frotar con movimientos circulares y envolventes hasta que desaparezcan las manchas.

Para lustrar los cubiertos, cacerolas, pavas o fuentes el truco es colocar en una palangana (o en la misma bacha de la cocina) un pedazo de papel de aluminio. Por otro lado, hay que hervir un litro de agua y una cucharada de bicarbonato de sodio. Por media hora, los objetos deben estar cubiertos del líquido y luego hay que escurrirlos y frotarlos con una esponja.

De quedar algún residuo de grasa, eso se resuelve frotando la mitad de un limón con sal sobre la aureola de suciedad.

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