La literatura tucumana encontró voces dedicadas a pensarla y a difundirla

¿Por dónde pasan los debates en este momento tan particular de la vida cultural tucumana? Es una pregunta apropiada para los hacedores de La Papa, quienes desde el año pasado se embarcaron en la tarea de abrir el juego hasta conseguir que buena parte del pulso literario de la provincia se concentre en sus páginas (virtuales). Desde la web, la revista propone un ida y vuelta de lo más interesante: escritores que hablan de escritores, voces que se visibilizan, libros y más libros para descubrir y valorizar. Y en el medio, una expansión que los va llevando a explorar la cultura incluso más allá de las letras. Pablo Donzelli, padre de la criatura, y el cuerpo de editores que conforman Pablo Toblli, Facundo Iñiguez y Valentina Pucci hablan de La Papa, que es hablar de la pasión por la literatura y del amor por lo que se produce en Tucumán.

- ¿Dónde se ubica -o pretende ubicarse- La Papa en una cartografía de la cultura tucumana?

- Pablo Toblli: la revista pretende revalorizar y visibilizar diferentes aristas de la cultura que se produce en Tucumán. Consideramos que por diferentes motivos la literatura, el arte visual, la música de Tucumán, por ejemplo, no tienen la difusión que se merecen. Advertimos que hace falta un espacio que trabaje y reflexione íntegramente sobre los productos de la cultura y el arte de nuestra provincia, de diversas generaciones y estilos, ya que pensamos que Tucumán es un importante centro de producción cultural del NOA.

- Facundo Iñiguez: La Papa no busca el brillo personal; no nos constituimos como una revista en la que los colaboradores muestren sus poesías o cuentos, sino que hablen de otros, se dediquen a pensar sobre otras obras y muestren otras voces de la cultura de Tucumán y el NOA, que puedan ir en búsqueda de esas obras y reflexionar sobre ellas, darlas a conocer. También continuamos y nos encolumnamos con otras revistas culturales que hicieron mucho por la cultura de la provincia como, por ejemplo, Trompetas Completas.

- Valentina Pucci: nos pensamos como gestores culturales, articuladores de las producciones artísticas que se realizan en o desde Tucumán. En ese sentido, la crítica literaria o de otras expresiones funciona también como un modo de divulgación o de difusión de los autores y de sus obras.

- ¿Cuál son los ejes y los objetivos que definen el proyecto?

- PT: nuestra ambición es que las obras se conozcan y se difundan, que la gente dialogue y se lleve alguna reflexión sobre ellas. Partimos de la premisa de que la labor del escritor, del que hace una reseña o un ensayo para nuestra revista, debe ser retribuida, por eso hacemos un enorme esfuerzo para conseguir los fondos y retribuir a los columnistas que se detienen con seriedad y dedicación a pensar nuestra cultura. Por el momento, tenemos canales de donación en nuestra web -lapapa.online- en los que los lectores pueden ayudar a costear la revista. Por otro lado, contamos con una “tiendita” en la que vendemos PDFs de literatura tucumana y del NOA, y de esa forma ayudamos no sólo a que la revista continúe, sino también a que los autores tengan alguna retribución por sus obras y además se difundan.

- Pablo Donzelli: La Papa parte de la confianza de que la comunidad puede cuidar un bien público. Tratamos de transmitir eso a la sociedad, de que pueda valorar su cultura, porque una sociedad que apoya su cultura tira menos papeles en el piso.

- ¿Cómo reseñan la historia de La Papa? ¿Qué cambió respecto de la etapa anterior?

- PT: La Papa cumple un año en julio. Pablo fue el fundador y comenzó a trabajar junto a colaboradores estables, quienes continúan hasta hoy. En aquel momento, la idea fue que la revista escribiera artículos sobre las producciones literarias de la provincia y realizara entrevistas a nuestros escritores. Para esta nueva etapa, en febrero, Pablo nos convocó a Facundo y a mí para conformar un grupo editor y, recientemente, se sumó Valentina. Hemos habilitado nuevas categorías en nuestra web como Letras en Arte, Letras en Música y Letras en Cine. Además la revista comenzó a interesarse sobre patrimonios arquitectónicos, bares o lugares emblemáticos en la sección “Lugares”. El crecimiento de La Papa ha sido exponencial y vertiginoso, porque se propuso abarcar la investigación de otros campos culturales y dedicarles la pasión y el profesionalismo que se merecen, desde la escritura ensayística, las reseñas de obras, las bitácoras de cuentos, poesías y microrrelatos, y las entrevistas tanto escritas como en formato audiovisual.

- ¿Cómo analizan al campo literario tucumano contemporáneo?

- PT: Tucumán vive una época profusa de autogestión en el campo editorial independiente. Muchos escritores tienen un espacio que los contiene y así se animan a publicar; esto provocó que se formaran grupos de lectura, festivales, eventos. Toda esta movida comenzó a gestarse hacia 2015; para esa época se organizó el primer Festival Internacional de Literatura gestionado por una camada de escritores jóvenes, y fue un gran impulso para que Tucumán sea un punto de referencia de gestión en el NOA. En décadas precedentes era más difícil publicar desde el interior; actualmente las matrices están cambiando, la gestión independiente es una forma igualmente válida de publicar, sobre todo en poesía. Casi no hay editoriales hegemónicas que vendan mucha poesía en las grandes librerías, y, en Tucumán, una de las cosas que más se produce es poesía. El interior tiene mucho para dar batalla desde ese lugar. En Tucumán las editoriales están constituidas por gente talentosa y entusiasta, “todoterrenos” que saben editar, son críticos y además diseñadores gráficos. Y con muy pocos recursos hacen cosas de mucha calidad.

- ¿Y qué falencias encuentran?

- PT: quizá todavía falte que el campo pueda profesionalizarse, tratar de abrirse y salir de los grupos reducidos. Sin embargo, ya hay editoriales que llaman a convocatoria a todo el país -como Gerania Editora- y ese gesto hace que trascienda el ambiente de Tucumán. Pero hay tiempo para la profesionalización, es un campo que hace muy pocos años comenzó a hacer ruido; y que se visibilice más depende de otros factores que son complejos y exceden a Tucumán. A propósito, La Papa pretende otorgar ese halo de “seriedad” en el sentido de que reseña muchos libros. Esa actividad intelectual estaba ligada anteriormente sólo a la academia, a la Facultad de Filosofía y Letras; ahora proponemos otro espacio de reflexión desde la escritura ensayística y desde el formato entrevista. En Tucumán se produce mucha literatura, pero nadie habla de ella, ni siquiera en la provincia.

- VP: este año, cuando las actividades se han visto coartadas por la pandemia, y cada artista y por supuesto el público se ha refugiado en su propio mundo, la virtualidad ha venido a suplir mucho de esa necesidad de reunión y de encuentro desde el arte, que es irremplazable. Creo que la revista tiene en ese aspecto un rol fundamental, en cuanto a que nos permite ver la vida tan prolífica de la producción escrita y de otras artes no sólo en Tucumán, sino, y cada vez más, en conexión con el norte y también con el interior mismo de la provincia, algo que no es menor.

- ¿Qué corrientes temáticas y estéticas van quedando definidas a medida que pasan los meses y la cantidad de publicaciones? ¿Sobre qué se está escribiendo en Tucumán?

- PT: las temáticas son diversas. Tanto estética como temáticamente las obras están más ligadas al momento histórico social y político que vivimos, ese podría ser un canon de hoy. Hay obras que hablan de Tucumán, de sus lugares, de sus personajes urbanos, de los barrios, de su habla, hay literatura sobre los derechos, literatura queer, pero también literatura más “hermética”, más “inmaterial”. Hoy es difícil hablar de temáticas particulares de una región; los escritores son seres cosmopolitas, eso nos trajo la globalización. Es difícil pensar una identidad “norteña” o algo así en la literatura tucumana contemporánea.

- ¿Hay una voluntad en La Papa de convertirse en un punto de referencia/pertenencia para los escritores, como lo fueron La Carpa o JoETuc en otras épocas?

- PT: no, porque ellos tuvieron como premisa el hecho de constituirse como grupos que producían literatura y mostraban las obras de sus integrantes. La Papa es un proyecto esencialmente de investigación. Si bien la revista está constituida por escritores, por poetas, novelistas, cuentistas, etc; no está conformada como una web en la que subimos nuestros escritos. Por el contrario, la idea es investigar otras voces, romper con los egos y el hermetismo de los grupos, dar a conocer obras de distintas estéticas y generaciones. Los grupos literarios como La Carpa tuvieron sus manifiestos, su forma de hacer literatura, La Papa justamente intenta abrir el campo, generar diálogo entre los escritores y los distintos grupos.

- VP: para que haya una estética definida o un “programa”, una búsqueda determinada, tiene que haber primero un interés por perfilar el trabajo de la escritura, de la crítica, de la reflexión sobre las artes. Primero debería haber una reflexión sobre cuáles son esas artes actualmente en el campo donde se actúa, donde se interviene, donde se quiere uno inscribir como colectivo cultural.

- ¿Cómo funciona la interacción con los escritores y con los lectores? ¿Cuáles son los pedidos que reciben (de los dos lados)?

- PT: no tenemos imposiciones sobre cómo debe escribirse, solamente hay secciones en nuestra web y la premisa de reflexionar sobre la cultura de Tucumán. En ese sentido, ya el espectro es muy amplio. En una misma nota podés encontrar parte de crónica, parte de narrativa y parte de ensayística, eso habla del talento y de la versatilidad de los que escriben. Nos gusta dialogar con los lectores, respondemos los comentarios o pequeños debates que se generan en la web, es parte de la retroalimentación y el sentido de hacer una revista. La Papa tiene colaboradores estables, pero siempre incorpora nuevas voces que al menos fugazmente escriben sobre algún tema del que son especialistas.