Por Alejandra Casas Cau
24 Julio 2020
ELLAS EN LA MIRA. En las historias de “Los infieles” las mujeres son simplemente un objeto.
MALA
PELÍCULA / POR NETFLIX
Hay comedias que están muy bien resueltas, algunas que se quedan a mitad de camino y otras, las peores, que jamás encuentran el camino. Este último es el caso de “Los infieles” (“Gli infedeli”), adaptación italiana de la película francesa del mismo nombre estrenada en 2012. ¿Será que por la crisis en la que está sumergida la industria Netflix se va quedando sin estrenos valiosos?
“Los infieles” es dirigida por Stefano Mordini, autor además del guión junto a Riccardo Scamarcio y Filippo Bolognase. Nada que ver con la versión original francesa, en la que ocho realizadores se reunieron para ofrecer su punto de vista. Y a no confundir, a partir del título, con el clásico de 1953 protagonizado por una esplendorosa Gina Lollobrigida.
En este caso se trata de cinco historias con diferentes hilos, pero con la infidelidad masculina como base. La música, el tono de las imágenes y el modelo episódico de la estructura narrativa nos lleva al cine italiano de los años 50 y 60, a aquellas comedias elaboradas por segmentos o capítulos. Aunque “Los infieles” aparece demasiado alejada de las que hicieran famosos a directores como Dino Risi y Mario Monicelli, o incluso a Fellini y a Visconti.
No hay propuesta alguna para hacer una lectura más profunda. En su intento de afirmarse como una comedia, “Los infieles” deriva en una sucesión de cuentos sin gracia, repetitivos y vulgares. La película está realizada por hombres y para hombres. Abundan los clichés del súper macho que solo ve a la mujer como un objeto. Las distintas historias plantean que las posibilidades de tener aventuras sexuales sin mayor motivación que la búsqueda del placer constituyen el eje del ejercicio de la sexualidad en los hombres y una forma de reafirmar su virilidad, ya que en el caso de las mujeres se requiere la prevalencia del amor.
No se encuentran muchas razones para justificar que la plataforma promocione “Los infieles” como uno de sus principales estrenos del mes. Objetivamente no cumple con una de las principales funciones del cine, que es entretener, y al final no va más allá de una pérdida de tiempo.
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