Arqueros improvisados que dejaron una huella

Arqueros improvisados que dejaron una huella

Lo que hizo Lucas Ocampos hace algunos días en Sevilla -convertirse en héroe como guardavallas sin ser ese su puesto natural- tiene numerosos antecedentes. Uno de ellos lo disfrutó San Martín, con Víctor Beraldo como protagonista, en 2012. Es una situación fuera de lo común, que siempre genera atención.

	SE LUCIÓ. Lo que hizo Ocampos en el partido que Sevilla le ganó a Eibar fue muy festejado: marcó el gol del triunfo y luego salvó el empate como arquero. credito xxxxxxxx SE LUCIÓ. Lo que hizo Ocampos en el partido que Sevilla le ganó a Eibar fue muy festejado: marcó el gol del triunfo y luego salvó el empate como arquero. credito xxxxxxxx

Hace pocos días, Lucas Ocampos no sólo marcó el único tanto con el que Sevilla venció a Eibar. La lesión del arquero checo Tomas Vaclik y la imposibilidad por realizar más modificaciones que tenía su equipo lo empujaron a hacerse cargo del arco. Y el ex River protagonizó una acción que será recordada por muchos años.

Casi sobre el final del juego, la visita buscaba el empate y el volante se transformó en la enorme figura del duelo. No tapó un penal, pero casi. Hasta se diría que fue una jugada mucho más heroica por las circunstancias y la dificultad que tenía ese disparo, casi sacado de un flipper.

Tras una serie de rebotes en el área, Ocampos logró desviar un remate de Marko Dmitrovic, nada menos que el arquero de Eibar, que había subido a buscar el empate.

Como esa jugada hay muchas; todas cargadas con ese sabor épico que le da a la situación una atajada de un jugador de campo.

En La Ciudadela recordarán con una sonrisa el 15 de febrero de 2012. Por el Argentino A, San Martín, dirigido por Pedro Monzón, no la pasaba bien en Salta. Si bien le ganaba 1 a 0 a Juventud Antoniana en el “Padre Martearena” los locales, que jugaban con un hombre de más por la expulsión de Emanuel Loeschbor, iban con todo al frente y el empate parecía al caer.

Iban 86’ cuando Lucas Hoyos cometió un penal y vio la tarjeta roja. El “Santo” no tenía más cambios; pero ahí estaba Víctor Beraldi. El “10”, devenido en arquero, ahuyentó los fantasmas al taparle el remate desde los 12 pasos a Diego Giménez.

Aquella noche, el diminuto Beraldi se volcó sobre su derecha y mandó al córner el furioso remate del capitán salteño. Si bien con la campaña consumada esa atajada sólo quedó como un lindo recuerdo dentro de un torneo en el que al “Santo” se le acabó la nafta cerca del final del camino, fue una noche de ensueño para el enganche cordobés.

Beraldi se movió como un arquero natural. Descolgó centros, atajó el penal y sobre el final inició la contra con la que Diego Núñez marcó el 2-0 que le valió la cima en soledad a San Martín.

Las atajadas protagonizadas por jugadores de campo siempre se dan en situaciones angustiantes; cuando la tormenta parece a punto de estallar. Aquí presentamos un repaso a momentos cumbres, en los que algunos futbolistas demostraron que pueden ser un buen recambio en el arco.


Gusto a poco
Adrián Bastía le atajó un remate desde los 12 pasos a Claudio Riaño, el 26 de septiembre de 2015, cuando se jugaba tiempo de descuento del duelo entre Atlético de Rafaela y Unión. Bastía ocupó el arco debido a la expulsión del arquero De Giorgi. Igualmente, el “Tatengue” se impuso 3 a 2.


El Salvador
El 22 de abril de 1984 jugaron Platense-Boca en cancha de Vélez. Gabriel Puentedura, arquero “calamar” se retiró lesionado y como su equipo había agotado las variantes, Oscar López Turitich decidió ocupar el arco y sobre la hora, le atajó un penal a Fernando Morena y salvó a su equipo. El duelo terminó 2 a 2.


Una leyenda
El 4 de mayo de 1969, Iselín Santos Ovejero, defensor de Vélez, decidió ocupar el arco luego de que expulsaran a su arquero, Miguel Marín, en un duelo contra Gimnasia de La Plata. A los 85’ hubo penal para el “Lobo”. Delio Onnis ejecutó y Ovejero se transformó en leyenda.


El pionero
Julio Nuín, con la camiseta de River, fue el primer jugador de campo del que se tiene registro que fue al arco y logró atajar un penal. El 27 de septiembre de 1959, ante Atlanta, Amadeo Carrizo fue expulsado y el defensor le atajó el remate a Norberto Desanzo.


Otro académico
Agustín Pelletieri se convirtió en el segundo jugador de Racing en atajar un penal en la historia del club. El 3 de septiembre de 2012, el volante central fue al arco por la expulsión de Jorge De Olivera y le contuvo el disparo a Gastón Caprari, de San Martín de San Juan. El duelo igual estaba definido a favor de la “Academia”: 3 a 0.


Sólo para la estadística
El 19 de abril de 1992, Rosario Central caía 3 a 0 ante Platense. Roberto Bonano, arquero “canalla”, se fue expulsado y fue David Bisconti quien decidió ir al arco. Dos minutos más tarde hubo penal para el local y Bisconti se lo atajó a Darío Scotto, que antes le había convertido por la misma vía a Bonano.


Una historia en Racing
Muchos recuerdan a Juan Carlos Cárdenas por su gol ante Celtic, que le permitió a Racing ser el primer equipo argentino campeón del mundo. Pero “Chango” también dejó su marca como “arquero”. El 22 de agosto de 1971, Rubén Guibaudo vio la roja y Cárdenas no sólo ocupó su lugar, sino que también le atajó un penal a Roberto Gramajo. De esa manera, Racing ganó 2 a 1.


El único internacional
El 18 de abril de 2012, Arsenal empataba 1 a 1 con Fluminense como local por la Copa Libertadores. Cristian Campestrini cometió un penal y vio la roja. Diego Torres se calzó los guantes y le atajó un penal a Thiago Neves. Todo parecía soñado, pero el volante de 1,67 metro de estatura no pudo hacer nada ante el cabezazo de Rafael Moura que, en tiempo de descuento, marcó la victoria para el “Flu”.

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