Cartas de lectores

- Setentena: unos sí y otros no

He leído en LA GACETA que las autoridades provinciales decidieron autorizar la práctica de algunos deportes siguiendo las pautas y exigencias fijadas por la autoridad sanitaria. A pesar de ello, esta muy loable iniciativa no permite aclarar a la ciudadanía cuál es el criterio que se sigue para autorizar determinadas actividades, mientras se mantiene un estricto cerco sobre otras que contribuyen a nuestro bienestar personal, como las reuniones familiares o sociales hasta una limitada cantidad de personas. Sería conveniente que las autoridades correspondientes nos indiquen cuál es el motivo por el cual podemos concurrir a supermercados, comercios, bancos, etcétera, donde deberemos compartir espacios cerrados con personas desconocidas y a los cuales muchas veces llegamos caminando por veredas estrechas, donde nos cruzamos con desconocidos que pasan a muy escasos centímetros, mientras que por otro lado no se nos permite una reunión con familiares y/o amigos a quienes conocemos y sabemos que gozan de buena salud porque cumplen como nosotros con todos los requisitos de cuidado aconsejado en estos días. Puedo entender que el fundamento de esas aperturas es la necesidad de brindar servicios esenciales pero mi inquietud apunta a comparar las posibilidades de contagios entre esas actividades y las que se continúan restringiendo y no sólo al análisis de la importancia de cada una de ellas. ¿Debemos suponer que una reunión con nuestras familias es potencialmente más riesgosa que los encuentros que a diario realizan los empleados y clientes de esos negocios, o las mismas autoridades para concurrir a sus tareas o compartir “almuerzos de trabajo” como los que vimos a través de las redes sociales? Caminar o correr por un parque manteniendo distancia es más peligroso que un acto donde se ve a nuestro presidente, sin barbijo, abrazado a funcionarios y personas que ni siquiera conoce? ¿Cuál es el criterio que se sigue para autorizar aquellas actividades comerciales y no se permite libremente actividades físicas al aire libre y manteniendo distancia, sin tener que pedir una autorización especial para esos fines? ¿Acaso entienden las autoridades sanitarias que esto es menos saludable que caminar por cualquier vereda del centro de la ciudad? En esta última flexibilización se exige pedir autorización previa, indicando día y horario para realizar una actividad física, que ya el gobierno autorizó mediante una resolución general y bajo ciertas condiciones, lo que debiera ser suficiente para practicarla sin necesidad de otro requisito que limita aún más nuestras libertades individuales. Tampoco se entiende por qué se deja afuera del nuevo régimen a los menores de 15 años y a los mayores de 60, si también cumplieran con el protocolo sanitarios, a menos que se considere que los menores no tienen padres que los cuidarán y que los mayores de 60 ya son demasiado viejos como para saber tomar las debidas precauciones en resguardo de su salud y la de sus ocasionales compañeros. Evidentemente para las autoridades provinciales hoy la regla es la prohibición general y la autorización parcial la excepción, y eso constituye un claro abuso de derecho, a menos que en los últimos meses se hubiera modificado la Constitución Nacional y se hubieran derogado todos nuestros derechos y libertades y por el encierro no nos hayamos enterado. Creo que el cuidado de la salud como principio básico ante esta situación es razonable, pero cualquier disposición que se tome debiera tener también un criterio basado en el principio de razonabilidad y en el sentido común. Y esto es lo que no se observa en las nuevas flexibilizaciones, pues es evidente que no se autorizan algunas actividades sin razón alguna (o no debidamente explicadas), mientras se permiten otras que a todas luces son potencialmente más riesgosas que las que todavía se mantienen restringidas.

Víctor José Cristóbal Cortés


- Interminable

Y el presidente Alberto Fernández lo hizo nuevamente: prorrogó nuestra prisión domiciliaria una vez más hasta el 7 de junio. Con rumbo imparable hacia la ochentena, queda claro que el Presidente no sabe cómo salir del laberinto creado por él mismo, y esto es así porque tiene dos problemas, según lo acredita su curriculum de docente universitario: no es médico infectólogo ni tampoco economista, lo que le provoca un tercer problema: está muy mal asesorado. Esto quedó vergonzosamente en evidencia en su última conferencia de prensa: los erróneos números comparativos con otros países sobre la pandemia (no es la primera vez) y su afirmación de que 70 días de encierro no provocan angustia en las personas, hablan claramente de que sus asesores médicos no son los mejores. Con una realidad que nos oprime cada día más, dudar de nuestra salud psicológica evidencia su desconexión del problema. Por el lado económico, su afirmación de que prefiere perder diez PBI antes que una vida humana, nos dice que no entiende cabalmente cuál es el rol del presidente de una nación, desentendiéndose de los cientos de empresas y negocios que ya bajaron sus persianas, aplastados no por la pandemia, que a Dios gracias es relativamente leve en nuestro país, sino por una cuarentena inexplicable y a todas luces inconstitucional. El desastre económico que se avecina está fundamentado en los números que se conocerán del mes de abril: casi un 50 % de los argentinos bajo la línea de pobreza; un piso de inflación anual superior a otro 50 %; una tasa de desempleo seguramente mayor a los peores registros de nuestra historia económica reciente; millones de personas recibiendo un ingreso de un Estado quebrado y endeudado monumentalmente… Y si a esto le sumamos un posible default de nuestra deuda externa, desde ya afirmamos que este gobierno tiene mínimas chances de solucionar semejante desastre. Su política de Estado actual alcanza apenas a paliar la durísima realidad que vivimos: los millones de personas que pueden recibir el IFE de 10.000 pesos, todavía no lo terminaron de cobrar, a dos meses del comienzo de la cuarentena. O sea que se puede decir que la ayuda es de 5.000 pesos por mes, cifra irrisoria cuando no se puede trabajar para aumentar estos ingresos. La ayuda estatal a las empresas y negocios para sortear el tsunami es inexistente, mientras se mantiene el asfixiante pago de servicios e impuestos. Y como corolario a tanto desatino, el Presidente vino a Tucumán a mentirnos en nuestra propia cara cuál fue la historia de las obras de la gestión anterior. Justamente a la provincia en donde la plana mayor del gobierno tucumano ignora abiertamente la cuarentena para comer un opíparo asado, mientras que la policía provincial, que nos tiene que cuidar, asesina por la espalda a un inocente trabajador rural… justamente por violar la cuarentena.

Ricardo A. Rearte Ricardo


- Protectora

La oposición liberal, que aún no digiere la derrota de 2019 a manos del pueblo, continúa la búsqueda de intrigas para debilitar al gobierno de Alberto Fernández; utilizan toda clase de argumentos con la colaboración de los medios, que desde el intento de Macri por llegar al poder lo apoyaron, pero no gratuitamente. Hoy, aprovechando la crisis económica y de salud, por la que transita el mundo, difunden informaciones falsas que en el desastre confunden a la opinión pública, y logran convencer a una pequeña porción de la sociedad. Coaccionan hasta el límite al Gobierno, buscando que elimine la cuarentena; no miden el riesgo de muerte de los argentinos, pero sí les interesa que la timba y los negocios financieros se reactiven; buscan que se levante la cuarentena, incrementando las muertes para que sea realidad la afirmación de Macri cuando dijo: “…el populismo es más peligroso que el coronavirus...”. Los resultados de la pandemia en el país lo contradicen; buscan que los contagios y las muertes superen a los gobiernos liberales de Trump, Bolsonaro, Piñera, etcétera, a los que nunca les interesaron los pobres; resisten el impuesto a las “grandes fortunas”, del 1% durante un año, pero no consideran que Ángela Merkel, en Alemania (miembro del G7) analiza aplicar un impuesto del 5% a los ricos durante 10 años; reniegan de que el Estado en esta emergencia aumente su presencia cuidando la salud de los argentinos, pero ocultan que Macri desarmó el Ministerio de Salud de la Nación, dejando las puertas abiertas al virus; no logran sus objetivos y recurren a desprestigiar la economía usando los medios de información que colaboran con titulares como “…estamos a la puerta de la hiperinflación”, con la anuencia de profesionales que en su momento asesoraron a los participantes de la “timba”, pero esconden que las variables de la economía que en ese momento influyeron en el aumento de la inflación estaban dolarizadas ex profeso, para facilitar la timba financiera, la depreciación del peso, la fuga de capitales etc. En la desesperación por desgastar al gobierno de Alberto Fernández, olvidan que el gobierno popular ya sorteó seis grandes obstáculos: un intento de golpe de Estado, dos gobiernos de facto y tres fracasos constitucionales en la historia Argentina. Considero que nunca un gobierno liberal hubiese descuidado la timba financiera, para proteger al pueblo en la crisis por la pandemia. El pueblo no se equivocó.

José Emilio Gómez


- Chauvinismo

En la década de los 70 se utilizaba frecuentemente la palabra “chauvinismo” como sinónimo de patrioterismo y hasta con algún dejo de xenofobia y se adjudica este nombre a Nicolas Chauvin, soldado imaginario o no del ejército francés de hace dos siglos. La Historia parece ser cíclica y esta circunstancia casual o causal se repite con el mismo nombre: Derek Chauvin, que desató la hecatombe racial en EEUU con un acto delictual “chauvinista”. Jorge Luis Borges diría “¡Qué raro! ¿No?”
Ernesto Rolando Rodríguez

[email protected]


- 4 de junio de 1943
El 4 de junio se conmemora el 77º aniversario del golpe militar conocido como la Revolución de los Coroneles, que tuvo como protagonista, entre otros, al coronel Juan. D. Perón, que derrocó al  Presidente Ramón S. Castillo. Fue el preludio de la llegada al poder de Perón el 24 de febrero de 1946, al ganar las elecciones como Partido Laborista con la fórmula Perón-Quijano (de extracción radical), imponiéndose a la coalición de partidos, la Unión Democrática. Yo tenía 6 años y cursaba el primer grado inferior, y aún resuenan en mi mente las estrofas de  la marcha “4 de Junio”, que en su última estrofa dice: “¡4 de Junio!/ Olímpico episodio de la historia./ ¡Triunfa la razón!/ Grita el corazón:/ ¡Honradez, libertad y honor!” Qué bellas y sabias palabras, nunca respetadas por quienes las pregonaban y cantaban a los cuatro vientos, y qué gran país sería la Argentina si a la honradez,  la libertad y el honor los tuviésemos presentes en todos los actos diarios de todos los que habitamos este bendito suelo.

Federico Yurcovich

[email protected]


- Olímpico olvidado
En la publicación de LG Deportiva del 8 de mayo titulada “Juegos Olímpicos: Tucumanos con el fuego sagrado” olvidaron recordar a Francisco Esteban Brandán, nacido precisamente ese día del año 1940. Integrante de una recordada línea media del Club All Boys: Enrique Luis, Brandán y Alfredo Díaz, Campeón de Honor en el año 1960, titulares del Seleccionado de la Federación Tucumana, Campeón Argentino 1963 en la final con Bahía Blanca junto a la defensa de Atlético Tucumán (Ponce, Morales y Ginel) y la delantera de San Martín (Burgos, Corvalán, Karanicolas, Akemeier y Guzmán). En 1964 fue convocado a la Selección Nacional por Ernesto Duchini para disputar en Perú un accidentado Preolímpico, el cual se dio por concluido luego del triunfo argentino por 1 a 0 frente a la Selección local cuando le anularon un gol a los 85 minutos, que enardeció a su público y derivó en una serie de incidentes, recordados como “La Tragedia de Lima”, donde fallecieron 320 personas al intentar salir del estadio y encontrarse con las puertas cerradas. Argentina se clasificó para los Juegos Olímpicos de Tokio y junto a Francisco Brandán viajaron el arquero Agustín Cejas, Roberto Perfumo, Bertolotti, Sessana, Malleo, Bulla y Manfredi, entre otros. Después Brandán fue vendido a Platense, donde integró el plantel de esa inolvidable semifinal con Estudiantes de la Plata por el Torneo Metropolitano de 1967. Sirva este breve recordatorio como un pequeño homenaje para este humilde tucumano que se inició en la desaparecida cancha de Gath y Chaves de avenida Sáenz Peña y La Madrid.

Roberto Albornoz
[email protected]


Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected], consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.


Comentarios