El primer grito internacional de los “Naranjas”

El primer grito internacional de los “Naranjas”

Hace 45 años, el seleccionado tucumano goleó a Trinidad y Tobago en el parque 9 de Julio.

VUELO HISTÓRICO. La foto que ilustró el triunfo en LA GACETA fue la del try de Pablo Acuña. La imagen recuerda a la del try de Marcelo Pascual frente a los Junior Springboks, 10 años antes. VUELO HISTÓRICO. La foto que ilustró el triunfo en LA GACETA fue la del try de Pablo Acuña. La imagen recuerda a la del try de Marcelo Pascual frente a los Junior Springboks, 10 años antes.

Entre las efemérides del lunes 6 de abril pasó inadvertida una con mucho significado para la historia del rugby tucumano: ese día se cumplieron 45 años desde el día en que la Naranja goleó 47-15 al seleccionado de Trinidad y Tobago en cancha de Lawn Tennis. Aquella victoria, conseguida el domingo 6 de abril de 1975, no se cuenta precisamente entre las más épicas del seleccionado tucumano (el equipo isleño era un rival de menor jerarquía), pero tiene un valor histórico imperecedero: fue la primera de carácter internacional.

Por aquellos tiempos, comenzaba a ser frecuente el contacto de Tucumán con seleccionados y combinados internacionales de primera línea, que veían en el equipo “naranja” a un rival aguerrido para medir fuerzas. Para 1975, Tucumán ya había enfrentado dos veces a los poderosos Gazelles sudafricanos (1966 y 1972) y una a Oxford Cambridge (1971) en la Escuela de Educación Física. Sin embargo, había sido derrotado en los tres amistosos.

Finalmente, en 1975 llegaría la oportunidad de romper la racha y terminar con el puño en alto. La visita de Trinidad y Tobago se había gestado a partir de una gira por el Caribe y Estados Unidos, emprendida el año anterior por Tucumán Lawn Tennis. Si bien el viaje había sido organizado por el club del parque, el plantel se había reforzado con muchas figuras de otros clubes por lo que, a su manera, se trataba de un seleccionado tucumano. Uno de los rivales que enfrentaron fue, precisamente, Trinidad y Tobago. “Ahí nació la amistad con ellos y la idea de que vinieran a jugar un partido de revancha en Tucumán”, cuenta Jorge Rocchia Ferro, uno de los protagonistas de aquel triunfo inaugural. “En esa gira no sólo había grandes jugadores, sino también grandes personas. Lo que rescato era la camaradería, nos hicimos todos muy amigos, pese a que éramos muchos de distintos clubes. Y esa amistad perdura hasta el día de hoy. Eso fue lo que lo hizo grande al rugby de Tucumán”, considera el ex segunda línea.

El amistoso contra los “Naranjas” fue el tercer partido de la gira del equipo isleño por Argentina. En el primero había sido vencido ajustadamente por Tucumán Lawn Tennis en el parque, pero luego se había recuperado en Salta derrotando a un reforzado Jockey Club. Ese triunfo reavivó la moral de los trinitenses de cara al choque contra el duro seleccionado tucumano.

Ese domingo, Pablo Acuña se había despertado con la ansiedad de quien sabe que no será un día más. Más allá de la gran expectativa que despertaba el duelo, para él era mucho más especial por tratarse de su debut con el seleccionado mayor. “Para el que juega al rugby en Tucumán, su primera ilusión es llegar a jugar con la Primera de tu club, y la segunda es llegar a jugar con la ‘Naranja’. Por eso para mí fue una alegría inmensa participar de la preparación y de toda la previa del partido, independientemente de que fuera internacional. Vivir esa experiencia, con 18 años y a la par de jugadores que eran más grandes que yo, fue una locura”, recuerda el de Tucumán Rugby.

Ese día, Tucumán formó con: Miguel Reginato; Daniel Monterrubio, Floreal García, Pablo Acuña y Juan Monterrubio; Carlos Rovira y Carlos Vidal; Franco Veglia, Jorge Ghiringhelli y Miguel Tortosa; Héctor Cabrera y Jorge Rocchia Ferro; Juan Pintado, Oscar Merlini y Oscar Maxud. No hubo jugadores convocados de Los Tarcos, ya que el primer equipo de los “rojos” se encontraba disputando un cuadrangular en Mendoza. Eso afectaba el potencial de los “Naranjas”, que de todos modos se sobrepusieron a un primer tiempo discreto y en el segundo plasmaron su superioridad sobre los isleños.

Uno de los tries tucumanos fue precisamente de Pablo Acuña, cuya espectacular vuelo hacia el ingoal fue el retrato del triunfo en la edición de LA GACETA del día siguiente. “Para mí ya era inmenso todo lo que había pasado el día anterior, pero mayor fue mi sorpresa cuando en la página deportiva del diario del lunes aparecía mi foto. Para un chico de esa edad, aparecer en LA GACETA haciendo un try y formando parte del seleccionado mayor de tu provincia era un shock”, describe Pablo, quien jugaba de centro.

La goleada se completó con los tries de de Juan Monterrubio, Vidal, Daniel Monterrubio, Fernández, García (2), José Posse y Ghiringhelli, tres de ellos convertidos por Rovira y uno por Acuña, además de un penal de García.

Como un bonus histórico, Acuña y Rocchia Ferro tuvieron además el privilegio de ser los únicos dos en participar en los tres primeros triunfos históricos de la “Naranja”, ya que también formaron parte del 12-9 sobre Stade Toulousian (Francia) en 1978 y del 27-24 sobre Counties (Nueva Zelanda) en 1982. “Es un orgullo inmenso”, resume Acuña, quien se siente nostálgico ante la situación actual del seleccionado mayor, resignado a jugar algún amistoso de vez en cuando, sin una competencia oficial. “Como todo hombre de rugby, mantengo la esperanza de que algún día puedan aparecer espacios para ofrecerle una ventana de competencia a los seleccionados provinciales. Los que vivimos apasionadamente este deporte en Tucumán, sentimos que si no juega la ‘Naranja’, le falta algo a la provincia”, opina Acuña. Rocchia Ferro, por su parte, es más optimista al respecto: “no me cabe la menor duda de que entre todos vamos a lograr que algún día el Argentino se vuelva a jugar”.

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