The Eddy: una maravilla musical al ritmo de thirller

The Eddy: una maravilla musical al ritmo de thirller

La serie musical sobre el dueño de un club nocturno de jazz llega a la plataforma de streaming el 8 de mayo

NUEVA VIDA EN PARÍS. André Holland y Joanna Kulig, juntos en la serie creada por Damien Chazelle. NUEVA VIDA EN PARÍS. André Holland y Joanna Kulig, juntos en la serie creada por Damien Chazelle.

Serie / por Netflix

Excelente

Las películas dirigidas por Damien Chazelle son propias de alguien que vio mucho cine. Clásicos de Hollywood y decenas de musicales, pero también a muchos autores de la nouvelle vague y del neorrealismo italiano. El cineasta que estudió en Harvard después de abandonar su carrera como percusionista da un salto a la televisión con la serie “The Eddy”, producida por Netflix. Y así como firma sus películas con una voz propia, también lo hace en esta propuesta.

Filmar música es una de las obsesiones de Chazelle, que en su historial trae películas como “Whiplash”, “La la land” y “El primer hombre” (la más mainstream de todas). Ya en los comienzos había mostrado su gusto por la música con su ópera prima “Guy and Madeleine on a Park Bench”, un film de 82 minutos con personajes errantes, perdidos y guiados por la música, precisamente por el jazz. Y aquí vemos la mayor referencia con “The Eddy”, que en sus ocho capítulos recorre la turbulenta formación de una banda prometedora, la complicada relación de un padre con su hija y, en el medio, un asesinato. Todo marcado con un ritmo convincente y una interesante mezcla de géneros: thriller, drama familiar y musical.

Cada capítulo se centra en uno de los personajes, pero siempre girando en torno de Elliot Udo (André Holland), un pianista de jazz retirado de forma temprana tras la muerte de su hijo. Divorciado e intentando comenzar de nuevo, Elliot se muda a París para manejar una nueva banda y un club nocturno con su socio y amigo Farid (Tahar Rahim), en el que no les está yendo muy bien. La banda no atrae multitudes y quienes asisten al club lo hacen para conocer a Elliot o esperando a que suba al escenario. Farid se encarga de la contaduría y Elliot de la música. Elliot descubre que algo no está bien con las finanzas y justo en ese momento aparece Julie (Amandla Stenberg), su hija adolescente que huyó de Nueva York.

Elliot y Julie se adueñan de los primeros episodios y, por supuesto, de la serie en general. Siempre manteniendo una dinámica de padre e hija muy realista, en un escenario que se va haciendo cada vez más caótico.

“The Eddy” no es apta para una visualización rápida. Tempranamente se introduce un giro inesperado que le significará más peligro al protagonista. Los diálogos cambian sin aviso entre el inglés y el francés. Las decisiones importantes de los personajes se toman con notas musicales interpretadas por la banda. La música es parte integral de la expresión de la historia que transcurre en una París poco convencional. Nunca vemos la torre Eiffel, no hay nada de las postales de la ciudad a lo largo de los ocho capítulos. Los músicos realmente están tocando, todos son profesionales que incursionan en la actuación por primera vez. Las canciones son todas originales, escritas por el ganador del Grammy Glen Ballard.

Chazelle dirige los dos primeros episodios con una cámara por momentos temblorosa, que sigue a los personajes para enlazar historias y relacionarlos. Así les da forma a las identidades individuales y crea un mundo nuevo de la escena musical parisina. Después se alternan en la dirección Houda Benyamina, Laïla Marrakchi y el cocreador Alan Poul.

El episodio final es tan tenso como el thriller de mayor acción. “The Eddy” es otro triunfo de Chazelle, ahora en la TV.

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