Acusan a un golosinero de 80 años de matar de un disparo en la cabeza a su novia

Acusan a un golosinero de 80 años de matar de un disparo en la cabeza a su novia

Es el octavo femicidio que se produce en lo que va del año en la provincia.

EN LA ESCENA. Los peritos trabajan en el lugar se cometió el crimen. EN LA ESCENA. Los peritos trabajan en el lugar se cometió el crimen.

A los vecinos del barrio La Costanera les llamó la atención que “Don Pepe” haya dejado su motocarro en la vereda toda la noche. Cerca de las 14, al ver que el vehículo seguía en el lugar, ingresaron al domicilio y se dieron con un espantoso cuadro. Él y su mujer estaban tirados en la entrada de la humilde vivienda en medio de un charco de sangre. Llamaron a la Policía que, al realizar las primeras pericias, determinaron que se había tratado de un nuevo femicidio, el octavo en lo que va del año, y el tercero desde que se decretó la cuarentena.

Según la versión de varios testigos, Néstor Salas, de 80 años, regresó anoche a su domicilio ubicado en Avenida de Circunvalación al 300. Nadie escuchó nada, ni discusiones y, mucho menos, disparos. El hombre, que se desempeñaba como golosinero en la puerta de un colegio religioso de avenida Sarmiento al 200, le habría disparado en la cabeza a Juana Rosa Guaraz, de 57 años, y después se quitó la vida con el mismo arma, una pistola nueve milímetros.

PRUEBA. El motocarro de Salas quedó varias horas al frente de su domicilio. PRUEBA. El motocarro de Salas quedó varias horas al frente de su domicilio.

Los hombres de la división Homicidios, al mando de los comisarios Cristian Peralta y Diego Bernachi, más un grupo del Equipo Científico de Investigación Fiscal (Ecif), dirigido por Marcelo Salla, analizaron la escena del hecho. Entre otras cosas, descubrieron que la pareja habría cenado antes de que se desencadenara la tragedia. En un principio, ya habrían descartado la posibilidad de que hayan sido asesinados en un robo, puesto que en el lugar no había desorden y no faltaban cosas de valor. La cartera de la mujer donde había más de $600 fue encontrada en el interior de la vivienda.

Un misterio

Salas había quedado viudo hace unos cinco años. Hace no mucho tiempo comenzó a frecuentar a Guaraz, que no vivía en el barrio, sino en San Juan al 2.800. Los hijos del supuesto femicida indicaron que su padre la había presentado como una “amiga”.

En tanto que los vecinos comentaron que no era común verla en la humilde vivienda. Al cierre de esta edición, los familiares de la mujer declaraban en Homicidios. Los investigadores trataban de encontrar algún indicio de que ella haya sufrido violencia de género.

A los pesquisas les costó identificar a la víctima. Los familiares del hombre dijeron que no conocían nada de ella, sólo que se llamaba Rosa. Tampoco pudieron precisar detalles de la relación, sí habrían declarado que estaba preocupado porque no podía trabajar por la cuarentena.

“La verdad es que no podemos creer lo que sucedió. Él era un hombre muy bueno y no tenía problemas con nadie. Sí, hace poco lo vimos con esa mujer, pero no nos metemos en la vida privada de nadie”, le dijo a LA GACETA, Cristian Jiménez.

Su esposa María Laura agregó: “era un hombre muy respetado en el barrio porque no se metía con nadie ni generaba problemas. Estamos conmocionados porque no se merecía un final así. Vaya a saber qué pasó dentro de esas cuatro paredes”.

Carlos Herrera, que dijo ser amigo, sólo tuvo palabras de elogios para Salas. “Era un hombre muy trabajador. Desde hace muchos años que trabajaba vendiendo golosinas a las chicas de ese colegio. Era honrado y nunca tuvo maldad con nadie. No puedo creer que haya terminado así”, señaló.

Al caer la noche, la fiscala Adriana Giannoni ordenó que se suspendieran las pericias en la vivienda donde se produjo el hecho. Hasta aquí todos los indicios establecerían que se trató de un femicidio. La mujer apareció tirada en el suelo del living de la casa y él, a la par, con su cabeza sobre el estómago de Guaraz, lo que indicaría que ella fue herida mortalmente primero. El arma también fue ubicada. Pero hay una duda: la bala que mató a Salas ingresó por el parietal izquierdo y sus hijos informaron que era derecho. Es decir, que se disparó utilizando una posición poco común. Hoy, cuando se terminen de realizar otros estudios, se sabrá lo que realmente sucedió.

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