Con las ciudades paralizadas, los animales más insólitos toman las calles

Con las ciudades paralizadas, los animales más insólitos toman las calles

En busca de alimento, las especies más insólitas coparon los centros de las ciudades.

FOTO TOMADA DE / LATIMES.COM FOTO TOMADA DE / LATIMES.COM
24 Marzo 2020

La pandemia por coronavirus ha obligado al mundo a hacer una pausa. Ciudadanos de todo el planeta están recluidos en sus casas en estos momentos, algunos desde hace meses, como el único y más efectivo antídoto para evitar los neuvos contagios.

Con la parálisis de las ciudades, el motor de las economías y de los mercados mundiales funciona menos que a media máquina. En las calles hay silencio, las industrias producen menos o no producen, las oficinas estatales están mudas y vacías.

Las consecuencias negativas para los bolsillos de millones de ciudadanos en el mundo no tardaron en hacerse sentir. Y el verdadero desmadre económico todavía no puede avizorarse completamente. Pero también hay en esto una cara positiva de la moneda.

Así como las ciudades están somnolientas y vacías, la naturaleza comenzó a despertarse con toda la fuerza. Han bajado las tasas de contaminación en todo el mundo, lo que brinda algo de esperanza acerca de problemáticas que preocupan, como el calentamiento global.

En general, las consecuencias más visibles son las negativas, en particular aquellas que tienen que ver con la economía y sus proyecciones, otras, por su parte, dieron lugar a distintos fenómenos naturales que le han terminado sacando una sonrisa a más de un par de usuarios en las redes. Tal es el caso de las imágenes y videos de animales que, aprovechando el silencio y la calma de las ciudades, tomaron las calles adoptándolas como parte de su hábitat.

Usuarios de Instagram y Twitter compartieron  filmaciones de cómo distintas especies tomaban con cierta timidez los  caminos habituales de los humanos en busca de comida.

Con miles de likes, se viralizó un tuit que muestra a una familia de carpinchos explorando los jardines de un barrio privado Santa Bárbara, zona norte de Buenos Aires.

En Chincilla, sur de España, un grupo de cabras bajaron caminar por el pueblo. 

En Barcelona, por su parte, un conductor sorprendió a un par de jabalíes cerca de Collserola, una montaña cercana.

Japón no fue la excepción, ya que en la ciudad de Nara, los vecinos se encontraron con una manda de siervos caminando entre los autos.

Incluso en San Francisco pudo verse a algunos coyotes corriendo por los principales ingresos.

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