Alertan sobre la necesidad de cuidarse de mosquitos y alacranes

Calor y humedad. Las intensas lluvias de los últimos días dejaron preparado el ambiente ideal para la proliferación de alacranes y mosquitos. Entre estos últimos, el Aedes aegypti es el principal vector de los virus que causan dengue, chikunguña y zika. Hasta ahora no se han registrado casos autóctonos, pero sí de picaduras de alacranes. “Por semana se reciben unas 50 denuncias de picaduras de alacrán, lo que es normal para esta época del año”, señala el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Rogelio Cali. Sin embargo, por las condiciones ambientales podría aumentar la cantidad de escorpiones y, por tanto, los riesgos de picaduras.

“En época de mucha humedad, como ahora, porque llueve y hace calor, el principal problema que tenemos en Tucumán son los mosquitos. Transmiten una serie de enfermedades virales y entre ellas la más temida es el dengue, aunque todavía no tenemos en Tucumán dengue autóctono”, explica la doctora Graciela Lavado, directora del Programa Integrado de Salud (PRIS).

En tiempos de inundaciones, con campos con agua estancada, suelen proliferar las víboras, por lo que se recomienda no andar descalzo. “En lugares inundados hay que esperar a que baje el agua y después entrar a la casa a limpiar con botas de goma”, recomienda Lavado. “Para el caso de los mosquitos desde el Ministerio de Salud entregamos repelentes y capacitamos a la población sobre las medidas de seguridad”, agrega. El uso del repelente debe ser permanente en zonas de inundaciones.

“Nadie se salva”

En las ciudades el mayor peligro está en los alacranes. Viven en zonas oscuras, húmedas, calientes y pueden subir por las cañerías hasta 12 pisos o más. Maximiliano Barrera, fumigador profesional, asegura que “no hay casa ni edificio de Tucumán que se salve de los alacranes. Están en todos lados”. Viven en casas y edificios, construcciones abandonadas y baldíos. Por eso se recomienda no acumular escombros ni montículos de madera ni piedras ni basura donde los escorpiones se puedan esconder. Propone realizar una fumigación aunque sea por prevención. Uno de los venenos más usados pertenece al grupo químico de los “carbamatos”.

Aún así hay que acostumbrarse a sacudir las zapatillas antes de ponérselas porque los alacranes buscan esconderse en lugares oscuros.

Las escuelas deben seguir estrictamente el protocolo establecido por el Ministerio de Educación para el período de aprestamiento que incluye desmalezado y desinfección. Pero en casos de riesgo, los docentes pueden comunicarse con Educación para articular trabajos con la Dirección de Saneamiento del Siprosa o con los municipios del interior.

“En Tucumán existen dos tipos de alacranes: Tittyus trivitattus y Tittyus confluens, pero el más común es el primero”, dice Barrera. “Cuando entramos en una casa las zonas más infestadas suelen ser los baños, la cocina y las habitaciones contiguas. Los encontramos debajo de trapos de piso o dentro de algún calzado. Para evitar que trepen hay que tapar los desagües y colocar rejillas”, recomienda.

Marcela Peralta, directora de Zoología de la Fundación Miguel Lillo, dice en la web de la institución que los alacranes pueden ser peligrosos o inofensivos. Los primeros se distinguen por poseer pinzas e inyectar el veneno a través de un aguijón ubicado en el último segmento de la cola. También tienen una espina más pequeña. Son de color marrón claro con tres líneas o castaño oscuro sin líneas. Los inofensivos tienen las pinzas cortas y gruesas y color uniforme. Barrera advierte que hay que tener cuidado con todos, porque “el 99% de los alacranes en Tucumán son venenosos”. Si alguien es picado, hay que correr a cualquier hospital y, en lo posible, llevar el escorpión.