“Es bueno cuando recibís un cachetazo que no te lastima”, dijo Orsi

“Es bueno cuando recibís un cachetazo que no te lastima”, dijo Orsi

En Campana el equipo mostró, quizás, su peor versión en lo que va del torneo. Eso sí, supo modificar las cosas y adaptarse a diferentes situaciones para lograr un triunfo que le otorga cierta tranquilidad.

DEBIERON HABLAR MUCHO. Durante el duelo en Campana, los DT debieron dialogar constantemente con sus jugadores para poder cambiar la imagen. foto de Matias Napoli Escalero (especial para la gaceta) DEBIERON HABLAR MUCHO. Durante el duelo en Campana, los DT debieron dialogar constantemente con sus jugadores para poder cambiar la imagen. foto de Matias Napoli Escalero (especial para la gaceta)

San Martín no solamente se llevó tres puntos de Campana, sino la convicción de que sigue madurando como equipo. Como el camaleón, ante Villa Dálmine supo “cambiar de piel” las veces necesarias, es decir de sistema táctico, adaptándose a las necesidades de un partido que no jugó bien y en el que fue superado por su rival.

“Siempre se reciben cachetazos. Y no son todos golpes de nocaut. Lo bueno es que este fue un cachetazo que no lastimó”, señaló Favio Orsi antes de abandonar el “Coliseo” de Mitre y Puccini en Campana. La dupla técnica fue muy crítica con el rendimiento del “Santo”, pero obviamente ponderó las bondades de un triunfo conseguido de manera agónica, cuando todo indicaba que volvería a Tucumán con las manos vacías.

“La victoria significa mucho porque no hemos jugado bien, y a veces tenés que ganar partidos sin merecerlo para alcanzar el objetivo, es la realidad, no la vamos a esquivar. Los hinchas seguramente estarán contentos con el resultado, pero considero que no hemos tenido un buen partido”, dijo a su turno Sergio Gómez.

Una de las claves de la remontada tuvo que ver con que la pareja de entrenadores no se entregó mansamente a la constatación de que sus jugadores no tenían un buen día, sino que intentó lo imposible, desde temprano en el partido, para revertir la historia. Es decir, cambios de nombres (de peso, como Juan Mercier y Gonzalo Rodríguez, en el entretiempo) y variaciones de esquemas.

“Nosotros estamos acá para tomar decisiones, independientemente del nombre, tomamos el riesgo de tomar decisiones para cambiar el sistema y obviamente, con el resultado puesto nos salió bien, y cuando el resultado no es positivo termina siendo una confusión, para ‘el que dirán’, para el resto de la gente”, apuntó Gómez.

Su colega Orsi describió a LG Deportiva las múltiples mutaciones tácticas en un mismo partido. “Hubo cuatro cambios de esquema y eso es para valorar en cuanto a los jugadores, porque se adaptaron rápido. Salimos con el típico 4-3-3 con el que habitualmente jugamos, después cambiamos al doble cinco con (Mauro) Bellone y Mercier y quedamos 4-2-3-1, después del entretiempo pasamos a jugar 4-4-2 y los últimos 15 minutos nos quedamos con una línea de tres en el fondo, cuatro volantes, un enganche y dos puntas”.

Las modificaciones en el intervalo tuvieron una razón de ser. “Creímos que había que empezar a saltear líneas. No estábamos en el día para tener el volumen de juego que necesitamos, entonces cambiamos el sistema, y así encontramos el resultado. Y luego con la entrada de (Matías) Gómez buscamos hacernos más anchos, tener más explosión y terminar con centros para los dos referentes de área”

La dupla técnica no intenta tapar el sol con las manos. Por eso la autocrítica. “El rendimiento no fue lo que teníamos previsto. Pero bueno, pasan estas cosas. Yo lo dije cuando terminó el último partido ante Gimnasia de Mendoza, que la segunda parte del torneo iba a ser distinta. No podíamos tener un rendimiento tan alto y tan parejo como sostuvimos la primera mitad durante toda la temporada. Además, los demás equipos se potencian, mejoran, te conocen más. Aun así, está bueno lo que pasó en este partido, a mí me gusta porque pudimos sacarlo adelante en el resultado pese a no haber jugado como queríamos”, argumentó Orsi.

“¿Lo que menos me gustó? Creo que no hemos tenido un partido bueno en general, en todas las líneas. Cuando es así, normalmente el resultado que sacás no es positivo. Este fue un caso excepcional, pero tenemos que mejorar mucho para jugar mejor, merecer y ganar”, afirmó Gómez antes de abandonar Campana.

Ahora, en el horizonte inmediato se levanta un partido crucial, ante el escolta Sarmiento de Junín. ¿El bajo rendimiento exhibido contra Villa Dálmine enciende luces de alarma? Orsi relativizó: “Luces de alarma en cuanto a nivel no, porque con Almagro fue bueno, solo que no se podía jugar por el nivel de agua que había en la cancha. Creo que la merma fue contra Dálmine. Es normal, siempre puede haber una caída en el rendimiento y uno tiene que tratar de compensar desde los cambios. No sé qué porcentaje de puntos tenemos en el campeonato, y así y todo tenemos los que vienen atrás nuestro con una eficacia muy alta y peleándonos de cerca. El fútbol es así, la zona que nos toco es así, y tenemos que entender esto es crecimiento e ir partido a partido”, agregó.

Gómez sumó su mirada. “El objetivo está lejos. El triunfo ante Dálmine es motivador, por todo lo que pasó el fin de semana, el triunfo de los equipos que vienen ahí atrás, entonces necesitábamos ganar. A nosotros nos gusta ganar jugando bien y mereciendo pero hay todas clases de partidos y uno se tiene que adaptar a la situación. Fue medio fortuito el triunfo, pero nosotros tenemos jugadores de jerarquía que pueden llegar a hacer la diferencia”.

El camaleón goza de muy buena salud en la tabla de posiciones. Y en La Ciudadela esperan que así continúe, incluso mejore, después del próximo choque. Ojalá ante el “Verde” no necesite volver a “camuflar” un bajo rendimiento. Aunque claro, mientras los resultados lo acompañen, todo parece estar bien.

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