El pago de las multas es voluntario en Tafí del Valle porque no hay quién lo controle

Las ordenanzas vigentes disponen el cobro por medio del Tribunal de Faltas, pero este organismo no funciona.

EL BOLICHE. Recórcholis Summer ya cuenta con habilitación. EL BOLICHE. Recórcholis Summer ya cuenta con habilitación.
19 Enero 2020

El monto de la multa impuesta a la discoteca Recórcholis Summer por abrir sin permiso municipal y la decisión de sus dueños de abonar voluntariamente una cifra diez veces mayor al número bajísimo que había trascendido al comienzo ($ 1.500) expuso que en Tafí del Valle sería más rentable transgredir las normas que cumplirlas.  Sucede que la Municipalidad no dispone de organismos de control del poder disciplinario y, por ello, es la primera que está en mora: se manifiesta impotente para aplicar las ordenanzas vigentes que establecen importes altos, con el fin de que sean disuasivos, porque esas mismas reglas otorgan el control de las multas a un Tribunal de Faltas que no existe.

“Tenemos normas muy severas para con los infractores que exigen la intervención de un juez municipal. El intendente Francisco Caliva cubrirá el cargo a la brevedad”, manifestó ayer Ramona Córdoba, encargada de Prensa y de Difusión del Municipio. El puesto acéfalo forma parte de los asuntos pendientes heredados de la gestión del ex intendente y legislador oficialista Jorge Yapura Astorga. En principio, el jefe municipal haría una designación discrecional.

La presidenta de la Cámara de Propietarios de Hoteles y Afines de Tafí, Marcela Funes Franco, había mencionado este déficit como una de las preocupaciones de su sector en la entrevista que concedió a LA GACETA a comienzos de este mes. Justamente aquella entidad había planteado a Caliva sus objeciones respecto de la instalación de las carpas de Recórcholis Summer en un terreno situado a la altura del km 61 de la ruta 307.  Luego de una pulsada intensa, y de que los empresarios Javier Farhat, Hernán Iramain y Ricardo Soria optaran por inaugurar la discoteca sin autorización el sábado 11, hecho por el que terminaron pagando $ 15.000, el viernes pasado la Municipalidad les extendió la autorización requerida.

EL RECIBO. La constancia del pago voluntario de la multa. EL RECIBO. La constancia del pago voluntario de la multa.

Sin mecanismos

Mientras no haya Tribunal de Faltas y en función del comentario de Córdoba, no será posible castigar “con toda la fuerza que prevé la normativa” a los vecinos, visitantes y empresarios de la primera villa turística que la vulneren. Según pudo averiguar este diario, como consecuencia de la inexistencia de un procedimiento aceitado para aplicar y cobrar las multas, los propietarios de Recórcholis Summer habrían tomado como referencia inicial los $ 1.500 fijados en una ordenanza derogada. Farhat mismo comentó a posteriori que, como ese monto era “irrisorio”, habían negociado con la Municipalidad por medio de la Dirección de Comercio a cargo de Alberto Juárez y accedido a pagar sin coacción “el 1.000% más”.

Al parecer, los $ 15.000 serían, a su vez, una décima parte de la sanción debida de acuerdo con las ordenanzas nuevas que devienen inaplicables por la carencia de un Tribunal de Faltas. En el entorno de la Municipalidad aducen que la severidad de las multas actualizadas “jugó en contra” al objetivo de infundir una mayor contracción al orden jurídico en Tafí del Valle. La letra no entra porque no se cumple, situación que no sólo beneficia a los empresarios transgresores, sino también a los automovilistas, motociclistas, vendedores ambulantes, etcétera. Caliva prometió revertir ese panorama de anomia: en una conversación con este diario, dijo que él se iba a encargar de hacer cumplir las ordenanzas en vigor.

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