Un festival que va del debut de Barrio a los 13 años de Llovera

El tradicional encuentro de bandas tucumanas transita una nueva fecha en Robert Nesta Club. Brío aporta la presencia femenina. Yurko, solista.

DISTINTO A LO ANTERIOR. Pablo Yurko lanzará este año su nuevo disco, bautizado “Música para mutantes”. DISTINTO A LO ANTERIOR. Pablo Yurko lanzará este año su nuevo disco, bautizado “Música para mutantes”.
17 Enero 2020

TERCERA JORNADA
• Desde las 23 en Robert Nesta Club (San Martín 1.129).

Cuatro bandas, 13 músicos y una sola mujer. Este es el panorama que ofrecerá esta noche el Robert Nesta Club en la tercera jornada del 40° de Rock, que convoca nuevamente a las bandas locales, sin diferenciar entre nóveles y experimentadas.

En un extremo de la lista está la debutante Barrio, que abrirá la actividad de hoy con punk, “ya que es la forma más simple de expresar lo que uno siente y lo que pasa en el entorno en que vive”, afirma Gerónimo Medina, integrante del grupo junto a Facundo Salas y Juan Álvarez.

“En Tucumán hay muchas bandas muy buenas que deberían tener más lugares para presentarse o más difusión”, agrega Medina, quien resalta que este festival los ayuda a difundir lo que hacen ante la complicación de organizar fechas en solitario. Su mensaje es claro: “solo se trata de compartir la música”, lo que abarca perseguir sueños, seguir tocando, poder grabar, compartir escenarios con distintas bandas y divertirse.

En la otra punta, con 13 años de trayectoria, está el proyecto familiar “Llovera”, integrado por Franco, Isaac y Adrián Llovera, que reivindican hacer rock “en su más amplio sentido, ya que en el recital pueden aparecer rocknroles, hard rock, blues y baladas, entre otros ritmos”. “Nuestras letras son de tono intimista, yendo desde el amor y el desamor hasta los problemas existenciales y la soledad”, sostiene Adrián.

Llovera está convencido de que “el rock tucumano tiene grupos con un nivel muy profesional, solo falta poder vivir de la música, para lo que vendría muy bien un poco más de apoyo a nivel gubernamental y que los medios asuman un mayor compromiso con la cultura local”. Asegura que subirse al escenario es “la mejor sensación de todas, mezcla de emoción, alegría, adrenalina, una cuestión casi adictiva”. “Toda banda es como un matrimonio; a veces no pensas igual o te cansas de las manías del otro. Entonces es útil descansar un poco, tomarse un tiempo para otros proyectos, que ayudan a refrescar la relación. Y, si amas lo que haces, la vuelta suele ser mejor. El camino es arduo pero hermoso, y el consejo a los nuevos es aunque decaigan, no abandonen”, afirma.

Brío es la única formación con una mujer en su equipo, y es quien toma la voz. Débora Herrera integra la banda junto a Nahuel Callave, Sam Bentz, Marcelo Santillan, Juan Martínez y Nelson Callave; sin un estilo definido, mezclan algo de ska, reggae, rock, salsa y bossa nova, para redondear un indie rock alternativo.

“El ambiente del rock es muy chico en Tucumán. Actualmente se están abriendo alternativas de lugares en donde poder tocar, pero no hay demasiado apoyo, como se puede ver por ejemplo en el ambiente de la música popular como ser la cumbia. Cuesta llevar gente a los shows y eso en suma hace que sea más difícil”, sostiene la cantante.

“Brío refleja lo que entrega la banda en sus presentaciones: energía, fuerza y empuje”, describe. Hace dos años que están juntos como grupo, y señala que desean “transmitir el disfrute que sentimos al hacer música y tratar de dejar un mensaje en cada una de nuestras canciones”. La difusión por redes sociales “publicita con mayor facilidad lo que hacemos gracias a la tecnología, pero nos ayuda mucho una mayor difusión en los medios y la conciencia colectiva, sobre todo lo que una banda necesita para poder pararse en un escenario a tocar. Se mueve más gente cuando un show es gratis que cuando se debe pagar una entrada”.

Solista

El cierre será con Pablo Yurko, quien decidió empezar su proyecto solista para hacer sus propias canciones “luego de haber tocado con muchas bandas, distintos covers y varios estilos”. El músico reconoce como una inspiración a Joe Satriani, un guitarrista de rock instrumental estadounidense.

Apasionado en lo que hace, destaca que “me gustan todas las etapas de lo que hace el músico, la composición, la grabación, el ensayo y el vivo, con el sonido y el escenario con todas las luces ya que el ambiente se transforma en algo muy especial”. “El clima que se genera es único en el momento en que el ambiente se convierte en algo especial. Los músicos que me acompañan están 100% con el proyecto”, añade.

El género que más le gusta a Yurko es el rock, “pero decir solamente rock no se entiende bien qué es, la música fue evolucionando tanto y mutando con tantos estilos que la palabra le queda corta”. Es por eso que decidió llamar a su próximo disco “Música para mutantes”, que saldrá este año y al que define como distinto de todo lo anterior que hizo. “En cada disco va cambiando el estilo, lo que voy tocando, y cambio yo como persona”, asevera. Por eso, en un futuro próximo: “mis proyecciones son terminar la producción y grabación del disco, viajar y seguir creciendo”.

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