En tiempos de crisis, los tucumanos agudizan el ingenio para encontrar buenos precios

En tiempos de crisis, los tucumanos agudizan el ingenio para encontrar buenos precios

Cada vez más familias optan por hacer sus compras en mayoristas y en almacenes de barrio.

15 Enero 2020

La crisis económica obligó a los argentinos a agudizar el ingenio para hacer "rendir" los sueldos. Al punto que de a poco los hábitos de consumo fueron mutando: de primeras marcas a segundas y terceras; y de ir con frecuencia a los supermercados a buscar alternativas.

Las visitas a los centros mayoristas y las compras online son algunas de las nuevas tendencias, surgidas de la mano de la elevada inflación y su consecuente alza en el costo de vida. Fardos de alimentos y packs por 100 unidades combinados con “tarjetazos” y visitas al súper solo días de descuento forman parte de la receta de "salvataje" más utilizada por las familias tucumanas.

"La gente suele hacer grandes gastos con tarjeta en planes largos y después va y paga el mínimo: esa es la peor decisión financiera porque las tasas que te cobran las tarjetas por la financiación y por pagar el mínimo son muy altas, por eso es recomendable ir un paso más atrás. En estas épocas de grandes crisis es necesario ajustar nuestros presupuestos; por supuesto, lo ideal sería que suban los ingresos de cada uno pero como hay muy pocas probabilidades de que eso suceda, hay que recortar", describió la economista Regina Martínez Reikes a LAGACETA.

Luego, esbozó algunos consejos a la hora de buscar precios y de ordenar la economía familiar. "El primer paso es armar un presupuesto de los gastos; es decir, sentarse con un Excel o con libreta y lapicera a notar uno por uno los gastos que tenemos: súper, servicios, salud, etcétera. Luego es hay que ir agrupándolos para tener más orden. Este ejercicio nos permitirá tener una noción real de lo que gastamos, además nos va a permitir anualizar muchos de los gastos. Hay cosas que creemos que son insignificantes en nuestro presupuesto total pero que si las sumás de forma correcta te terminas dando cuenta que sí son importantes. Así, hay productos que vamos a tener que abandonar o sustituir", recomendó.

Se trata de un desafío complejísimo que incluye varios elementos a tener en cuenta: gran inversión de tiempo, planificación casi obsesiva y mucha disciplina.

La voz de quienes recorren las góndolas

“Con mi marido compramos en mayoristas, no nos conviene en absoluto ir a al almacén o a los supermercados de marca. En mi caso soy docente de música, mi sueldo es la mitad que el de un docente cualquiera. Eso, sumado a lo que viene pasando en el país en estos últimos años y lo que está pasando ahora con el nuevo gobierno nos afecta muchísimo; es realmente complicado organizarse”, contó María José Aguilera.

Las cosas se tornan más complicadas cuando se trata de mantener una familia con niños pequeños. “Tenemos tres niños de entre tres y siete años, son chiquitos y están en esa etapa que te piden todo, comprarles cualquier cosa significa cambiar el presupuesto ya pactado por lo que optamos salir solos a hacer las compras, y así evitamos gastos extras. Sabemos qué cosas les gustan, las notamos y tratamos de comprarlas, les armamos una vianda muy chiquita para el jardín pero por lo menos pueden llevar algo”, añadió.

Frente a los grandes costos de emprender en términos formales, muchos pequeños comerciantes han optado por promocionarse de forma on line y en redes sociales, así se crea un ecosistema de oferta y demanda propio de épocas de crisis. 

"En nuestro caso el gran problema es conseguir buenos precios para los pañales,  ahí hago malabares para cada mes encontrar un lugar distinto. Lo mismo me pasa con los productos de limpieza, busco y busco ofertas hasta que consigo alguna. Últimamente encuentro muchas ofertas en redes sociales", continuó.

Otros, por su parte, encuentran mejores alternativas en negocios pequeños cerca de casa. “Solía ir al súper y compraba todo lo que necesitaba para una o varias semanas pero hace un tiempo que no lo elijo, incluso teniéndolos cerca,  porque noté grandes diferencias en los precios respecto a los  almacenes vecinos”, expresó Lorena Miranda.

“Una caja de leche en polvo hoy estaba a un precio y a los días subía, bajaba y finalmente volvía a subir en los supermercados. Eso lo notaba con casi todo, había promociones y algunos descuentos pero funcionaban con la misma dinámica. Esa especulación caníbal en los precios es lo que me decidió a elegir los negocios pequeños, además me siento bien aportando a ese pequeño comerciante”, señaló.

SUPERMERCADOS. Dejan de ser opción en épocas de crisis / ARCHIVO SUPERMERCADOS. Dejan de ser opción en épocas de crisis / ARCHIVO

Comprar solo “para el día” es otra de las tantas tácticas frecuentes utilizadas por los administradores de la economía familiar.

“Alquilamos un departamento por lo que se hace muy difícil juntar la plata necesaria para comprar una sola vez en el mes todo lo que necesitamos, lo que nos queda es comprar en el día lo que vamos a consumir. Casi nunca vamos al súper, tenemos que ir a almacenes por esta situación, además suelen ser más económicos”, dijo Priscila Soria.

"Casi siempre compramos en el día en los almacenes dónde encontramos mejores precios  porque por aquí (Barrio Norte) los precios son exageradísimos en ciertos lugares. En el super, incluso con Precios Cuidados, la yerba la tienen a $120 y la señora del almacén de la vuelta la tiene a $90", explicó.

“Hace unos tres o cuatro años íbamos al mayorista pero la cosa se volvió cada vez más difícil, notamos mucha diferencia a partir de qué asumió el gobierno anterior, es increíble cómo aumentó todo”, sostuvo.

Dejar de comprar primeras marcas es uno de los resultados casi recurrentes en épocas de crisis: “Somos cinco personas en mi casa, es imposible mantener ciertas marcas, por lo que compramos lo más económico. Mi abuela, por ejemplo, sí opta por ir al super, y siempre vuelve angustiada. Ella va al mayorista sobre todo a comprar carne que es donde la encuentra más accesible”, relató.

Mayorista + almacén, la receta para sobrevivir

Intercalados y elegidos cuidadosamente puede ser otra opción para conseguir más variedad y calidad por el mismo gasto mensual.

“Cuando tuve a mí bebé comencé a cuidarme más con los gastos, empecé a ir a las distribuidoras a buscar pañales y toallas húmedas. Los pañales son muy caros”, lamentó Virginia Amable.

Ir los fines de semana a comprar frutas y verduras se ha vuelto parte de la rutina: "si bien es un viaje largo conviene más que comprar en las verdulerías más cercanas. Mientras que un kilo de papas acá me cuesta $30, en el Mercofrut me sale $10”, dijo.

“Lo único que sigo comprando en el almacén de barrio son las gaseosas o jugos porque los precios no varían demasiado, lo mismo pasa con la carne, es preferible comprarla acá que en el súper. La diferencia de gastos se nota muchísimo”, aseguró.

Calcular el precio de la nafta, la distancia hasta el lugar de compra y, por su puesto, los precios son los infalibles en el mapa conceptual que tienen los tucumanos antes de tomar la billetera y aventurarse a salir a buscar precios.

Antes de hacer cualquier compra tratamos de chequear los precios de los lugares donde tenemos pensado comprar, así nos damos una idea del gasto que vamos a tener. Siempre concluimos lo mismo: los mayoristas terminan ofreciendo mejores precios que cualquier comercio cercano. Tenes la posibilidad de comprar por mayor y en cantidad, lo que te permite guardar los productos y no sufrir el aumento de precios tan continuo e inesperado”, consideró Sandra Gaspar.  

“Nuestro presupuesto dirigido a las compras para el hogar se ve influenciado directamente por el salario que entra a nuestra casa mensualmente, así que tratamos de cubrir los alimentos necesarios y después otras cosas que quizás pueden espera más. Planeamos las compras pensando en que nos duren unos 20 días aproximadamente”, prosiguió.

“Debido a la inflación y al no aumento de salarios nos llevó a dejar de comprar ciertos productos que antes se consumían y también dejar de comprar productos de marcas. Además, tratamos de pagar siempre en efectivo para no tener que pagar intereses con la tarjeta”, concluyó.

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